martes, 15 de septiembre de 2015

Soraya, la buenista, desmiente que haya yihadistas entre los refugiados.

 

Sencillamente increíble. Pero ¿en manos de quiénes estamos? Este buenismo en quienes no tienen las riendas del poder puede ser preocupante, que lo exhiban quienes están ahí para salvaguardar nuestros intereses y nuestra seguridad, suicida.

Ya sabemos que huyen de la guerra, de otro modo no se estaría hablando de refugiados sino de inmigrantes ilegales. Y si entre inmigrantes, incluso legales, ya hemos tenido autores de atentados yihadistas, ¿cómo puede asegurar que no se camuflarán entre una avalancha difícilmente controlable? Nunca lo tendrán más fácil.

Y desde luego que no, mucho menos con estos gobernantes. Estos que tanto hablan de la economía y de su mejora ¿ahora pretenden que nos empobrezcamos y nos quedemos inermes a todo lo que pueda venir de fuera en nombre de su bonhomía? ¿Para qué quiero mejora económica si no va a ser para los míos sino para los de fuera y si ni siquiera se me garantiza que el Estado vigilará que no entren elementos con otras intenciones que refugiarse de una guerra? ¿Para poder pagar mejores entierros para mí y para los míos?