miércoles, 1 de marzo de 2017

Prohibiendo la realidad.


Para respetar algo antes hay que saber que existe. Y no se puede saber que existe lo que se oculta. Claro que también esto demuestra que existe la estupidez y respetarla sería multiplicarla por mil.
Y lo que no es respetar la libertad de expresión es prohibir que quienes quieren transmitir una idea puedan hacerlo. Como tampoco es libertad de expresión insultar y ridiculizar los sentimientos religiosos de los demás. Esto último es delito según nuestro Código Penal, aunque luego los jueces miren para otro lado. Pero ¿qué delito es decir lo evidente?
Al final vamos a llegar al esperpento de que si en algún impreso hay que rellenar la casilla "sexo", se incluyan unas respuestas que digan "el que me da la gana", "depende" o "a nadie le importa".
Pretender que los niños respeten la diversidad a base de ocultarles la realidad es un absurdo, además de tomarles por tontos. Por mucho que a estos, que tanto hablan de que hay que cuidar la naturaleza, no les guste lo que la naturaleza ha hecho para preservar la especie, resulta que la naturaleza nos ha hecho varón y hembra, al menos fisiológicamente. A partir de ahí, podemos hablar de las excepciones, equivocaciones de la naturaleza o elecciones personales para intentar burlarla. Y luego, enseñar a respetar lo diferente. Pero si no se reconoce que exista lo diferente, ¿cómo enseñar a respetar la diferencia?
La naturaleza ha diseñado dos sexos. Podría haber diseñado tres, pero no ha sido así por mucho que de forma extraordinaria se den casos de hermafroditismo. Aceptar la realidad es imprescindible para aceptar y respetar la excepción.
Los niños no respetarán lo que se les oculta y mal asunto es ocultarle que el ser humano tiene dos sexos. A partir de ahí habrá que enseñar a respetar al ser humano por serlo, no por su sexo, su altura, su complexión o sus posibles deficencias físicas o genéticas.
He oido a algunos decir que se ha prohibido circular ese autobús para no volver a épocas oscuras. Pues volver a esa época oscura es prohibir que ese autobús circule para exponer lo que algunos piensan. La oscuridad es no respetar la libertad de expresión. Tanto como confundir ésta con el insulto y la mala educación.
Y lo que es muy esclarecedor es que ese autobús haya podido circular libremente por algunos lugares de España pero haya sido precisamente en Madrid donde ha salido la vena totalitaria de la prohibición y ésta venga tanto desde Podemos que, al fin y al cabo tiene una ideología totalitaria, como desde el PP madrileño, que de la mano de Cifuentes ya no se sabe si tiene ideología alguna.
La publicidad ideológica en autobuses no es algo nuevo, y así como no se prohibió en otros casos -en que se publicitaba precisamente ocultar a los niños sus diferencias- no es democrático de ningún modo prohibir que se exprese que no se les oculte.
Y otra cosa, si los que abogan por lo políticamente correcto de la "diversidad" tienen algo de coherencia ¿Porqué abogan por que la Sanidad Pública cubra el cambio de sexo? Porque si da igual lo de tener pene o vulva y eso no define el sexo, ¿para qué cambiarlo? ¿No será para definirlo precisamente con esa diferencia que pretenden negar?