domingo, 7 de enero de 2018

Regalo de Reyes, abrir cuando convenga.


Dicen que a Elsa Artadi le han traído como regalo la presidencia de la Generalidad, pero hay que disimular. Primero hay que mellar y quitar filo a las espadas con las que se amenazan los partidarios de Puigdemont y los de la ERC de Junqueras, no vaya a ser que corten y llegue la sangre al río. Cosa, ésta última, que puede ser lo que espere el Gobierno que ocurra y por eso su pasividad, que no se entiende de otro modo. Bueno, sí hay otro modo de entenderlo, que haya un pacto bajo cuerda para que Rajoy retire la aplicación del 155, que ya se sabe que le da alergia y hace más difícil sus acuerdos con el PNV para eso de los Presupuestos; que los nacionalistas son muy corporativos.

Además, hay que hacer quedar bien a Puigdemont elevándolo a héroe y mártir por la causa. Puede que hasta le hagan aparecer como Presidente de la República honoris causa en el exilio y sin mando en plaza, aunque manejando los hilos de la política catalana, o más bien aparentando que lo hace. Y me refiero tanto a la política en general como a la política Elsa Artadi, su general con mando en plaza.

El procés no tiene otra salida, la gente ya ha visto lo poco que les importan los problemas reales de la gente, supeditados absolutamente al objetivo superior. No se arriesgarán a unas nuevas elecciones. Y al Gobierno le interesa dejar de ser el responsable de una autonomía que sigue y seguirá haciendo y permitiendo barrabasadas antiespañolas. O sea que a Artadi le han traído como regalo de Reyes el título de Virreina de Cataluña con el cargo de President de la Generalidad, pero con el cartel de "no abrir hasta que sepamos qué hacer con Puigdemont". Sin olvidar que tienen que arreglar también cuánto, cómo y de de dónde pagarle; que la pela es la pela.

Ella reúne todos los requisitos para el cargo: es una becaria que no ha trabajado nunca. Así, que le viene al pelo. Pero héte aquí que parece que no sólo no es tonta sino que puede ser mal vista por sectores independentistas, pues ha seguido en su cargo tras el 155 y el Gobierno no la cesó -de hecho ha renunciado tras ser elegida diputada pero ahí sigue y su cese no se ha publicado aún- por lo que algunos la verán como "colaboracionista". Puede que ella se vea más como negociadora para lograr un Gobern que como presidente del mismo, aún.

Sea cual sea la elección de Puigdemont -pues si no es President exigirá la potestad de designar a su sucesor para no visualizar una derrota- será un President efímero. Y hablo en masculino -apuesto por alguno de los Jordis, Sánchez o Turull, el primero para el número del domador de pulgas- porque creo que Artadi se quedará en segundo plano hasta que se recuperen del 155, y es muy posible que quien designe Puigdemont sea alguien que no pueda ser investido (Sánchez), para victimizar más al procés, pasando turno a alguien pendiente de proceso judicial que pueda conllevar inhabilitación -como sería el caso de Trull- por eso de mantener el pulso al Estado. Luego, si hay que sustituir al President, puede que sea momento de que Elsa abra su regalo. O que lo devuelva definitivamente si ve que puede quemarse al cogerlo. Por ello, antes necesita otro regalo del rey Mariano: que la fiscalía decida no procesarla y permita también que algún otro salga de la cárcel.

Puede que se me tache de fantasioso, que se diga que eso sería un circo inaceptable y no sé cuantas cosas más, pero si alguien espera que el Gobierno frene algo, va listo. Lo que hará -ya lo está haciendo- es facilitarlo; Rajoy quiere quitarse de encima el 155 y volver a presentar como culpables de la payasada catalana a otros. Como si él no fuera el responsable máximo de lo que ocurre en España y la Constitución no le ofreciera herramientas para impedirla. Todavía no hemos visto la función principal del circo, con el payaso jefe en La Moncloa diciendo que no va con él. Hasta puede que Elsa se quede sin regalo y Mariano tenga que convocar de nuevo elecciones, aunque esto creo que sólo será amenaza para presionar y que formen govern dentro de plazo. O puede que Elsa se niegue a ser títere descarado y recurran a otro para no quemarla. Ya luego, si eso, sería ese Govern el que las convoque cuando diga Puigdemont. Y todo para que allí sigan mandando los mismos, los de siempre, los del 3%. Al tiempo.