jueves, 15 de febrero de 2018

Comisión anti Cs en el Senado.




Esta comisión puede ser la puntilla para el PP, que cada vez comete más torpezas en su desaforada, falaz y pueril campaña contra Ciudadanos, ordenada por Rajoy. Esta campaña está evidenciando que para el PP el mayor enemigo es precisamente su aliado para mantenerse en el Gobierno, no los nacionalistas, a quienes ya regaló nuevas prebendas para que apoyaran los Presupuestos que ahora se niegan a apoyar mientras siga manteniéndose en vigor la aplicación de una medida constitucional, que intenta que se aplique la Constitución en donde pretenden dinamitarla: el 155.

Lo que se pretende investigar en dicha comisión son hechos harto conocidos, pues Cs no los oculta, y errores pasados que casi costaron a Rivera quedarse sin partido y que él reconoce como su mayor error. Pero no delito alguno. Será jocoso ver al PP en el papel de Torquemada queriendo hacer creer que dichas irregularidades son mucho más, mientras ellos están en el banquillo por varios casos de corrupción y financiación irregular.

Será muy esclarecedor ver al PP usando la comisión para fines electorales y partidistas, pretendiendo presentar a sus socios como delincuentes. Lo que se pretende es hacer ruido y desviar la atención de los serios problemas del PP y de Rajoy, ya que de pretenderse otra cosa, ¿qué conseguirían?

Porque Cs puede decir que su apoyo a la investidura fue un ejercicio de responsabilidad política, que hacen tapándose la nariz, para que España tenga Gobierno, y que fue necesario para evitar otras nuevas elecciones tras demasiados meses con un gobierno en funciones, a pesar de que el PP estaba inmerso en casos de corrupción; y que por ello le hicieron firmar el pacto de investidura que Rajoy se niega a cumplir. Pero ¿qué dirá el PP si consigue demostrar que los de Cs son malos malísimos? ¿Que son capaces de aliarse con el diablo para salvar la poltrona, como ahora hacen con el PNV?

Pero, además, puede ser un altavoz para el lucimiento de Cs si sabe torear y dejar en evidencia a quienes les atacan y sus verdaderas intenciones. Si logran fortalecer la imagen de hombre de Estado de Rivera que antepone los intereses de España a los partidistas y la transparencia a la ocultación, entonces no le hará falta financiación para campaña electoral alguna. Ya se la habrá hecho el PP con nuestro dinero.

Y si, rizando el rizo, consiguen demostrar que en esas irregularidades tuvieron algo que ver topos del PP, que luego abandonaron el partido de Rivera para apalearlo desde fuera -y puede que sentados en esa comisión como testigos-, entonces apaga y vámonos, Mariano.