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miércoles, 28 de septiembre de 2005

Virgencita, Virgencita...

José Bono espera que el Estatuto catalán llegue al Parlamento sólo si va a llegar "bien" en términos constitucionales, porque si no prefiere que no llegue. En este sentido, dijo tener mucha fe en la Virgen de su pueblo, la Virgen de Cortes. "No es la Moreneta", explicó, pero afirmó que él tiene mucha fe en esta virgen.

También afirmó que el que una norma autonómica aspire a definir lo que tiene que ser el conjunto del país es "sacar los pies del tiesto", refiriéndose a la definición de España como "nación de naciones" en el Estatuto.

Imagino que los giliprogres que pululan por aquí con obsesiones iconoclastas, anticlericales y visceralmente anticatólicas estarán encantados con que el Ministro de Defensa confíe en tan alta institución para que resuelva los problemas que su jefe de filas se ha encargado de promover. Ése era el secreto claro, si no pasa nada..,

-...la organizamos bien gorda que si se nos escapa de las manos ya se encargará la Virgen de Cortes de arreglarlo. No te preocupes Jose Luis. Además el Arzobispo de Barcelona lo ha bendecido.
-Pero Pepe, ¿no éramos laicos?...
-Hombreee.., éso es para que los chicos tengan de qué hablar. (Virgencita, Virgencita, ayúdanos Virgencita..)

No sé, no sé... Pero me parece que no es éste el camino.

domingo, 18 de septiembre de 2005

Militares y trabajadores o trabajadores militares

La maniobra de Bono llamando trabajadores a los militares e intentando hacerles creer en una subida salarial, que al final se queda en simple propina, encierra bastante más de lo que parece. Es un intento descarado de politizar a los militares y de conseguir unas lealtades que lo sean, no con el gobierno del Estado sino con el gobierno del PSOE. Pero, como siempre, la visión de éste gobierno no va más allá de poder ganar las próximas elecciones; no se plantean una política de Estado. Si las decisiones de hoy causan problemas mañana, pues mañana se buscarán solucciones, que no dejarán de ser parches, hasta que el problema le estalle en las manos al gobierno de turno, que ya se encargarán ellos de que no sea de su partido.

La propaganda izquierdista ha conseguido ligar al trabajador con simpatizante de izquierda -para ellos no es concebible que un trabajador sea de derechas- por lo que si consiguen que el concepto "trabajador del ejército" sustituya al de "militar" tendrán, a su entender, un tanto a su favor para conseguir más adhesiones entre los militares. Desgraciadamente éste tipo de demagogia barata y propagandista ha demostrado con creces su eficacia.

Los peligros de ésta posibilidad son evidentes y no sólo por la posible politización dentro del ejército, sobre todo de la tropa, sino porque abre las puertas a reivindicaciones laborales y profesionales que lleven a que los sindicatos tengan influencia sobre la milicia. La sindicalización es algo vetado a los militares, así como su militancia política pública. Se desprenden de éstos derechos, propios de los trabajadores, al adquirir su condición de militar. Se desprenden de su condición de trabajador hasta el punto de que pasan a someterse a una lgislación diferente: el Código de Justicia Militar.

Lo hacen voluntariamente obligados. Para unos será vocacional pero para otros muchos porque lo mandan los cánones. O sea: porque no hay más narices. Pero si pudieran elegir...

El estamento militar está para proteger la democracia, no para practicarla en su seno.
-A ver, muchachos.., a mi orden ¡ataaaquen!
-¡Espere, espere, mi teniente..! Es que Fernández piensa que aún no es el momento, el cabo Patxi dice que ésto no va con él, el soldado Carod no acepta órdenes que no sean en catalán, los de Lugo se lo están pensando y a la artillera Pepi aún no se le han secado las uñas... Así que vamos a hacerle caso al sargento Blanco y lo someteremos a votación.
-¡Cago en lá...!

Y ésto es sólo la primera parte.

martes, 2 de agosto de 2005

Bono en Afganistán

Y digo yo que cómo se les quedará la cara a los militares españoles destacados en Afganistán, cuando ven llegar la comitiva del Ministro de Defensa en la que se encuentra el Sr. D. Joan Puig de ERC -miembro de la Comisión de Defensa- perteneciente a un grupo que no sólo no se siente español, sino que no tiene empacho ninguno en declarar, en cuanto tiene ocasión, su intención de que Cataluña se independice. O sea, un grupo que hace apología de lo que aún es un delito tipificado: la sedición. Y es más, va claramente en contra de un principio que las Fuerzas Armadas han jurado defender y que la Constitución le encomienda proteger: la unidad de España.

Triste es que la arenga del ministro se reduzca a una cuestión meramente materialista como es transmitir a los militares su compromiso con la subida de sus sueldos. Me parece patético el extremo al que hemos llegado. En el momento que la vocación de los militares se reduzca sólo a una cuestión pecunaria, no sólo nos cargaremos una gloriosa tradición de entrega al servicio sino también la seguridad interna y externa de España.
Claro que qué tipo de arenga militar va a realizar quien no tuvo reparo en declarar que él prefería morir antes que tener que matar. Un bravísimo ejemplo.


Pero más triste es aún sospechar que la "amenaza" de dimitir si no se suben los sueldos a los militares puede tener otras lecturas, como la que se referiría a rumores sobre intenciones de crear un partido bisagra entre el PP y el PSOE.