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martes, 10 de marzo de 2009

En entredicho.

Garzón y la recuperación económica "en el segundo semestre", en entredicho.

Solbes sale al paso del último informe de la Fundación de las Cajas de Ahorro -en absoluto enemigas del Gobierno- diciendo que su predicción (la de Solbes) sobre que en el segundo semestre se verían indicios de recuperación está en entredicho, pero antes vuelve a intentar desprestigiar dicho informe. Pero resulta que no es la primera vez que lo hace, y en todas las anteriores ocasiones los informes acertaron y Solbes no dio ni una. Así que ya ven, como para fiarse ahora. Precisamente cuando se corrobora que nos alejamos de la convergencia con Europa y que nos hemos empobrecido respecto al resto de nuestros socios.

Y además ya andan los rumores sobre su inminente destitución. Hasta Leire Pajín ha dicho que en el Gobierno hay una cierta descoordinación en las áreas económicas del Gobierno; claro que antes dijo que eso de que habrá crisis de Gobierno es sólo un rumor. Así que ya es seguro que la habrá, y seguramente antes de Semana Santa, para que luego se olvide con las minivacaciones. Parece que a Solbes le queda menos para dejar de envidiar al ex ministro de Justicia.

Quien también está en entredicho es Garzón. El juez estrella dice que no comunicó sus ingresos sin querer, que no lo hizo de mala fe, y que nadie le preguntó. ¿Qué diría este juez si alguno a los que él acusa le da semejante excusa? Este juez estuvo cobrando durante más de un año el sueldo de juez -que le pagamos entre todos- mientras no trabajaba como juez y cobraba otro sueldo millonario dando charlas y arbitrando tertulias, pagado por el Banco de Santander. A esta entidad le archivó una querella interpuesta contra su actuación en el asunto Banesto. Resulta que recibió regalos que hasta incluyeron la matrícula de su hija en sus estudios en EEUU ¿A que suena mal?

Pues ya ven, el juez dice que como nadie le preguntó, pues siguió cobrando por las dos partes. Esto es ya el colmo; bueno no: el colmo es lo que va a pasar: absolutamente nada. La impunidad de este hombre ya es harto sospechosa.

Y lo que también está en entredicho es que El País sea un periódico serio y no sea otra cosa que un panfleto de agitación y propaganda del PSOE, en busca de la ayuda necesaria para que Prisa pueda sobrevivir a su desastrosa situación económica. Hay que recordar que esta empresa ha perdido el 90% de su valor, y que se enfrenta a la imposibilidad de hacer frente a sus deudas. No deja de ser curioso que justo cuando se destapa que lo dicho por El País no es cierto, el PSOE haya llegado a un acuerdo con el PP en Caja Madrid, principal acreedor de Prisa. ¿Dejarán caer al monstruo mediático, amigo fiel hasta la llegada al negocio mediático de los amigos de Zapatero con la Sexta, Público y Mediapro?

Resulta que esos partes de espionaje con los que lleva intentando atacar a Esperanza Aguirre, son falsos en su mayoría. Y los tres que parece que no lo son, no son nada más que unos apuntes sobre la permanencia o no en su oficina de alguien, además de ser meros trozos de papel sin sello, firma ni autenticación alguna. Ante esto, la Comunidad de Madrid ha decidido cerrar mañana la Comisión de Investigación. No otra cosa cabía hacer para evitar el ridículo. Ahora procede investigar quienes han sido los que han intentado esta vergonzosa jugada. Ya se apunta a algún ex consejero cesado por Aguirre y cercano a Gallardón y Rajoy. Tanto que forma parte del círculo cercano al líder del PP. Se trata de Prada, el mismo que se llevó los ordenadores sin pagarlos y el mismo que ratificó los informes que publicaba El País y ahora dice que es que no lo leyó, tras descubrirse que eran erróneos. Esos informes llegaban a ubicarlo en sitios en donde se ha demostrado que no estaba en dichos momentos. ¿A que tampoco suena bien?

Tras tanto intento de acusar de espionaje al gobierno de Esperanza Aguirre, lo único que queda en pie y actualmente en los Tribunales, es precisamente el espionaje al que se vio sometido un miembro de dicho Gobierno, asunto que no era objeto de la Comisión que se ha decidido cerrar.

Y hablando de Cajas de Ahorro, cada vez están más en entredicho. No se escapan ya ni las grandes. Cada vez hay más cosas en entredicho. Muchas más.

jueves, 5 de marzo de 2009

17 portadas y tres avisos.

La Fiscalía vuelve a decir a Garzón que se inhiba a favor de los tribunales superiores de Madrid y Valencia.

Y además, aclara que no hay indicios de que algún aforado del PP esté implicado en el asunto en el que tanto Garzón como Prisa, además del PSOE, se han empeñado en implicarles en un juicio paralelo. Pero esto es un indicio más de que la propia Fiscalía Anticorrupción está en la misma partida de caza de la que ya ha caído uno de sus protagonistas al salirle el tiro por la culata.

No de otro modo se puede entender el que dicha Fiscalía se negara a dar contestación a lo que Garzón pedía, alegando que no era oportuno hacerlo antes de las elecciones, pues el juez ya se había encargado -con la ayuda inestimable de El País- de señalar a dos aforados y altos responsables del PP, por el inaudito método de descartar el nombre de uno de ellos de la lista publicada por sus compinches. El mismo método en sí mismo es algo absolutamente irregular, pues los jueces deben hablar a través de sus autos, no con declaraciones a través de los servicios de prensa de la Audiencia. La Fiscalía en este caso debería de haber hecho público antes de las elecciones lo que hoy le dice a Garzón, y dejar limpio el nombre de esos altos cargos y del PP en pleno.

Si hay corruptos, que paguen. Pero no es aceptable ni permisible el que el secreto de un sumario sea roto todos los días, para dar pábulo a las manipulaciones interesadas de unos medios de comunicación, contra un partido del que son adversarios declarados, para que otro partido tenga carnaza electoralista. No se puede aceptar que en un Estado de Derecho se produzca esta indefensión y este ataque al principio constitucional de la presunción de inocencia. Alguien tiene que responder de esto.

Por grave que pueda ser el que un delincuente pueda quedar impune, mucho más grave es el hecho de que la Justicia actúa injustamente, y hasta ilegalmente. Muchísimo más grave. Aunque eso no quita en absoluto el que se deba de llegar hasta el final en la investigación de posibles delitos; pero con la ley en la mano y sin indefensión para el presunto culpable. Y lo que es imperdonable es que alguien se le mantenga en prisión y se le tome declaración sin que sepa de qué se le acusa.

Pero es que, además, ese tipo de actuaciones de un juez puede dar al traste con toda una causa y dejar un sumario en nada; precisamente porque un testigo tiene la obligación de decir la verdad, mientras que un imputado puede mentir en su defensa. El responsable de que un sumario secreto siga siéndolo, es el juez que lo instruye. Y por ello, cabe hacerse algunas preguntas.

¿Alguien responsabilizará a Garzón por esto? ¿Qué tipo de informaciones y dossieres tiene este juez, y sobre quienes, para actuar con la impunidad con la que lo hace?¿Alguien pedirá responsabilidades a unos medios de comunicación que han dedicado diecisiete portadas a intentar desacreditar a un partido democrático entero? ¿No resulta curiosos que las filtraciones hayan cesado al tiempo que la campaña electoral?

En el PSOE se mantiene el empecinamiento en que lo grave es que haya corrupción en el PP, cuando de los veintisiete presuntos imputados no hay más que tres imputados hoy. El resto está en libertad sin medidas cautelares. Lo grave sería que hubiera corrupción, pero es que no hay esa tal corrupción hoy por hoy, lo que hay es posiblemente otro tipo de corrupción: la que denota las conductas del juez; de los que han filtrado un sumario secreto; de los medios que han estado en esa causa general contra todo un partido; de quienes han usado de forma torticera ese asunto para dañar la imagen de dicho partido ante unas elecciones; del responsable o responsable de las informaciones e investigaciones policiales filtradas a los amigotes; y de la mismísima Fiscalía. Esto sí que es lo grave.

Si luego se descubre otros asuntos graves, entonces se hablará de ellos, pero lo grave hasta ahora es lo anteriormente expuesto. Como grave es el que la Fiscalía actúe con un celo increíble en los casos que afectan a un partido, mientras brilla por su ausencia si a l partido al que afectan es otro. Y el que el juez que está en el meollo del asunto, se proponga para la Presidencia de la Audiencia Nacional, parece el remate de tanto despropósito.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Piezas cinegéticas III


Un juez en campaña

Garzón no ceja en su caza. No suelta el sumario. Él continúa con su particular campaña electoral contra el PP. Ahora sale con una providencia en la que pregunta al Fiscal a donde tiene que enviar el sumario. Se ve que las dos veces en que la Fiscalía se lo ha indicado no son suficientes. No es de extrañar en quien para prolongar su protagonismo y no soltar un asunto que le reporte fama ha llegado hasta a pedir que le confirmen la muerte de Franco.

Pero se le consiente todo. Es lógico que si hay casos de corrupción se investiguen, y que se impute a quien sea si está en el ajo; pero este espectáculo de hacer aparecer como culpable a quien sólo es objeto de investigación, y por extensión hacer culpable a todo un partido antes de unas elecciones, no tiene nada que ver con impartir Justicia. Pero también es lógico que un juez cumpla la ley y los procedimientos judiciales. Ya debía de haberse inhibido la semana pasada, cuando la Fiscalía se lo indicó por primera vez. ahora se enfrenta con una querella puesta por el PP, algo que no creo que le preocupe pues no le hará mella.

A El País se le ve el plumero.

Esto va ligado con lo anterior, pues Garzón hasta se ha quejado de las filtraciones -a buenas horas, mangas verdes- que han ido todas a parar a dicho diario y a su grupo. Hoy mismo, tanto El País en su edición digital, como la SER, han mentido. Han publicado que Garzón imputaba al diputado del PP, Estéban González Pons. El juez Garzón a través del gabinete de prensa de la Audiencia Nacional lo ha desmentido rotundamente.

El País se ha limitado a eliminar el nombre de Pons, pero no ha dicho nada de la corrección, ni en la SER se han disculpado o informado del desmentido de Garzón. Pero con esta maniobra, Garzón ha incumplido el secreto del sumario y ha señalado de forma indirecta a los otros aforados señalados por la filtración. Si la filtración habla de tres aforados y el juez desmiente uno, es evidente que los otros sí están siendo investigados y puede que imputados. Ello ha hecho que el PP amplíe su querella contra el juez.

El País está en su vergonzosa campaña de difama que algo queda, ayudando al PSOE a que no se hable de la crisis económica, sino de una supuesta trama de corrupción y de una crisis en el PP. Lo malo es que le está dando resultado. El PSOE no hace ascos a semejante ayuda, por lo que es tan responsable de estas irregularidades como los que las cometen. Y desde luego, sigue sin soluciones para la crisis y el paro.


Nota (26/02/09- 11:30 h.): El País digital publica la siguiente fe de errores hoy:

La fe de errores se refiere a errores de buena fe, y esto no es eso, sino una mentira. Ahí no había buena fe sino un intento de atacar a alguien pero que ha sido negado por quien se supone que lo imputaba. Lo que debía de haber hecho El País es disculparse por haber difundido una noticia falsa.

martes, 21 de octubre de 2008

Un juez sin vergüenza.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional presenta recurso contra el auto de Garzón.

La payasada del juez al abrir un auto por el que quiere encausar lo que ya está superado, y en el que hasta solicita el certificado de defunción de Franco, parece que puede ser paralizada. Ello nos ahorraría un dineral que buena falta hace ahora para otros asuntos muchísimo más graves y urgentes. He aquí los puntos que expone la Fiscalía y por los que considera que deben de declararse nulas las actuaciones de Garzón:

  • Interpreta las normas jurídicas «para conseguir un resultado previamente determinado»
  • Sugiere un delito de prevaricación al «salvar los escollos» legales que le impiden actuar, fingiendo ignorar elementos tan «públicos y notorios» como que los desaparecidos en la Guerra Civil fueron asesinados.
  • Los delitos que investiga Garzón jamás pueden ser competencia de la Audiencia Nacional, sean de asesinato, detención ilegal, rebelión o contra las instituciones de la nación.
  • Tampoco puede considerarse que Franco cometiera un genocidio o crímenes de lesa humanidad porque esos delitos no estaban tipificados en 1936.
  • Aplica de forma retroactiva la ley y a la vez está vulnerando el principio jurídico de que no puede sancionarse lo que no está tipificado como delito.
  • Todos los delitos que pretende juzgar Garzón han prescrito
  • No se trata de detenciones ilegales sino de asesinatos. En ninguno de los dos casos sería competente su juzgado.
  • Ha vulnerado de forma flagrante la Ley de Amnistía, aprobada en 1977
  • Lo acusa de abrir una causa general que va contra la Constitución que lo prohíbe expresamente, practicando «una suerte de inquisición general incompatible con los principios que inspiran el derecho penal en un Estado de Derecho».

Pero a Garzón todo esto le da igual. Lo que en realidad le importa es el eco mediático allende los mares. Su intención de pedir el certificado de defunción de Franco ha sido la noticia más vista de internet estos días atrás en sudamérica. Y allí es donde este caradura se infla a ganar dinero dando conferencias. Y no son cuatro duros, no; se trata de millones de euros, una fortuna muy lejos del alcance de un juez. Al menos con su sueldo.

Y mientras, su juzgado no hace más que chapuzas. Ahora ha tenido que poner en libertad a los que detuvo, a través de una gran operación policial dirigida por él mismo, acusados de colaborar en la huida de algunos responsables del 11-M. Todo cuento. Como aquella super operación antidroga en aquel barco en donde no se encontró ni un porro. Y en él, en su juzgado, duerme el sueño de los justos el sumario para aclarar quien dio, desde el Ministerio del Interior, el chivatazo a ETA para impedir la detención de varios etarras. Sin olvidar el último episodio por el que se ha tenido que poner en la calle a dos traficantes turcos ya que a Garzón se le pasó la fecha para renovar su orden de ingreso en prisión por estar de viaje.

Hoy hay quienes se rasgan las vestiduras por lo incomprensible de la inmunidad con la que Garzón se dedica a hacer lo que le da la gana. Y se asombran por la poca, ninguna, vergüenza de este soberbio personaje. No sé de qué se extrañan cuando es el mismo que se presentó a las elecciones como número dos de Felipe González y que luego se cabreó porque no lo nombraron para el cargo que él quería. Y sin más, se reincorporó de nuevo a su juzgado después de quedar en evidencia su falta de independencia.

Este personaje apareció el 11 M por el lugar del atentado sin tener ninguna jurisdicción sobre el caso. Y declaró en la Comisión Parlamentaria del 11-M que la ETA y Al Qaeda no tenían conexión alguna, sin ser el que instruía el caso y sin pruebas para apoyar su tesis. Lo curioso, y hasta sospechoso, es que días antes del atentado había ordenado la intervención de los móviles del Tunecino y de Jamal Zougam, que aparecían implicados en el sumario. Él y las fuerzas de seguridad estaban advertidos por Lavandera de la preparación de bombas con móviles. Más curioso aún curioso es que inmediatamente desapareció y se fue a EEUU a estudiar inglés con un permiso especial.

Cuando su sustituto, Marlaska, descubrió un chivatazo a ETA antes de una detención, Garzón volvió de EEUU y se hizo cargo de nuevo del juzgado. Desde entonces ese caso duerme en su cajón. Y arremetió contra tres peritos policiales por falsedad documental, cuando fueron ellos precisamente las víctimas de dicha falsedad al ser corregidos indebidamente sus informes sobre la coincidencia de una sustancia química usada por ETA con la encontrada en el 11-M.

En cualquier caso, el que este juez se meta en cualquier charco que le reporte eco mediático, aunque luego quede en nada o tenga que poner a los encausados en la calle, parece que no le importe en absoluto. Cabe suponer pues que es el eco mediático lo que busca y no el impartir justicia. Sobre todo cuando con estos asuntos sube luego su caché para ir por el mundo a dar las conferencias y apariciones televisivas que le han hecho multimillonario.

Ahora ya hasta va de matón mafioso, usando la escolta que todos le pagamos, amedrentando a quien ose dirigirse a él si se lo encuentra en algún lugar público. Véase aquí. O se le paran los pies o terminará gastándose nuestro dinero en investigar quien estaba detrás de Bellido Dolfos en el asesinato de Sancho I de Castilla.

¿Para cuando su separación de la magistratura? ¿Habrá que esperar a que su tremenda soberbia le haga cometer algún error que permita su procesamiento? Con ello se procesaría a la propia justicia española, y no parece que eso le vaya a venir muy bien dada su pésima reputación entre los ciudadanos de a pie.