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jueves, 23 de julio de 2009

De excusas y miserias


Oír al PP defender el liderazgo de Rajoy a veces es tan patético como evocador de las prácticas zapateriles.

No puedo evitar referirme a ello tras oír esta mañana a un responsable del PP eludir la respuesta clara sobre la falta de firmeza del partido, e incluso sobre la incongruencia de ordenar a los presidentes autonómicos de su partido la abstención aduciendo que ya han anunciado que votarán en contra en las Cortes. Cuando intenta justificar que su partido no se centra solo en los asuntos económicos sino que trabaja para crear una alternativa en muchos otros asuntos, y eso lo presenta como respuesta a la acusación de que están permitiendo que se hable de sus asuntos internos en vez de hablarse del desastre de gestión del gobierno, el asunto es ya de pena.

Y es de pena porque demuestra la ceguera total y absoluta de esta dirección del PP, pues por mucho que trabajen sobre temas varios y ofrezcan soluciones a las situaciones existentes, si luego son incapaces de evitar que el PSOE consiga que se hable de cosas que impiden que esas soluciones y alternativas lleguen a la opinión pública, están perdiendo el tiempo de forma miserable.

Se les dice que ese tipo de posturas transmite la imagen de una falta de liderazgo y de claridad sobre lo que debe hacerse, responden mirando para otro lado y diciendo que hay un gran liderazgo de Rajoy. Así, porque lo dicen ellos, porque lo han convertido en verdad de fe tal que Zapatero ha creado otras. Verdades de fe indiscutibles y que no admiten discusión a pesar de las evidencias en contra. Y cuando luego pasan a exponer lo que consideran éxitos rotundos, como la mayoría en Galicia -que no ha venido por un aumento significativo de sus votos sino por la disminución de los de sus oponentes- e incluso el espejismo de su mayor influencia en el País Vasco -que depende de un fragilísimo acuerdo con el PSE y se produce tras la pérdida de varios diputados del PP en el parlamento autonómico, y que además es decisión de Patxi López y de él depende que se mantenga- o su pírrica victoria en las europeas, entonces es cuando quien tenga esperanza en una alternativa que desbanque a Zapatero empieza a perderla.

Quienes cierran los ojos al desastre de un liderazgo que ha permitido que desde enero se hable más del PP que de los problemas de los españoles y de la nefasta gestión del Gobierno, no tienen capacidad de liderar una alternativa. Por mucho que estudien y propongan soluciones, no son capaces de trasladarlas a la opinión pública y de hacer que generen ilusión en quienes saben del desastre hacia donde vamos. Y desde luego, no consiguen en absoluto influir en la docencia social necesaria para que otros abran los ojos y dejen de seguir como borregos verdades inamovibles que no son más que falacias sectarias.

Eso explica que el Gobierno que más fracasos está cosechando en sus políticas económicas, sea al mismo tiempo el que menos apoyos ha perdido. Este sistema partitocrático, en el que los cargos se deben a los líderes de los partidos y no a sus electores, está haciendo que la oposición se convierta en una institución más a sueldo del poder y que teme enemistarse con él. En un Estado en el que el poder controla la justicia, la legislación, y hasta a quienes podemos o no votar, además de tener a sueldo a sindicatos y patronales, es lógico que se llegue hasta el punto en el que la oposición pase a formar parte del equipo. Pero ello demuestra que la democracia es algo cada vez más ajeno a la realidad española.

Y así es entendible que las mentiras más burdas y las falacias más miserables no tengan la debida respuesta. Es explicable hasta que el portavoz socialista en el Congreso -Alonso, ex ministro de Interior y de Defensa, además de amiguísimo de Zapatero- se atreva a decir lo que en otro caso nadie se atrevería a decir aunque sólo fuera por no ser tachado de mentiroso y manipulador. Cuando ayer volvió a insistir en que lo que quieren los que se oponen a la nueva ley del aborto- entre los que parece que se va a incluir el Consejo Superior del Poder Judicial- es que se penalice a las mujeres que pasan por el trance del aborto, no hay una oposición con autoridad y firmeza para llamarle mentiroso y miserable. Nadie le recuerda que ninguna mujer ha sido penada por ello en España desde hace más de treinta y cinco años. No hay voces políticas que se eleven sobre la falacia de que se crean nuevos derechos. Nadie clama para decir claramente que matar jamás será un derecho. Y que en absoluto es igualdad el darle a la mujer la exclusividad de decidir sobre la descendencia que también es del varón. O que es una incongruencia el que, en nombre de la igualdad, se puede excluir a uno de los sexos de la capacidad de decidir sobre tema tan importante.

Ni siquiera para llamar miserable a quien pretende hacer creer que los jueces también están por la labor de meter en la cárcel a quienes abortan. Ni para recordar que cuando se tuvo que entrar en las clínicas de los amigos de los zapateristas abortistas se hizo precisamente porque incumplían la ley que despenalizaba el aborto. Y ni mucho menos para decirle claramente que lo que se pretende es proteger a éstos y a su negocio, no a la mujer que pasa por ese tan terrible trance que él dice preocuparle tanto.

Y es que quienes creen que matar es un derecho es lógico que quieran aniquilar a la oposición. Lo que no lo es tanto es que ésta colabore en ello. Así que, ¡la oposición ha muerto, viva Rajoy! Así, imposible ganar, aunque siempre cabe la esperanza de que triunfe por descalificación del oponente

martes, 27 de enero de 2009

El derecho a matar.

Miserable falacia de Zapatero.

Lo más grave y despreciable de la intervención de ayer de Zapatero fue la tremenda hipocresía y falsedad que demostró con la chica con síndrome de Down. Su foto con ella, su proteccionismo, su afabilidad, no son otra cosa que la demostración de la miseria de este personaje. Pues no otra cosa es que haga ese paripé con quien él le niega hasta el derecho a vivir, ya que considera por encima de ese derecho el derecho de la madre a matar al nasciturus en el que se detecte dicha anormalidad. Hoy prácticamente no nacen niños con ese síndrome, pues son matados antes de nacer.

Es la primera vez en la historia que un Presidente de Gobierno considera un derecho algo que está penalizado en nuestro ordenamiento jurídico. Ha dicho un dislate tal como que el aborto es un derecho de la mujer. No contestó a la pregunta que se le hizo sobre si considera al feto como humano. Se dedicó a intentar hablar de la pena que le da el que una mujer vaya a la cárcel por abortar. Miente otra vez, pues la pena que nuestro Código Penal impone a dicho delito no es la de cárcel para la madre. Sí lo es para el médico si su actuación no se ajusta a derecho, pero no para la madre. En los últimos treinta años ninguna mujer ha sido encarcelada por abortar.

Lo que pretende impulsar es una ley que proteja al médico que convierte el matar en su medio de vida. Y a quienes lo convierten en un lucrativo negocio. Es a esos a los que quiere salvar de la cárcel, no a las mujeres. El que el Presidente del Gobierno pretenda convertir un delito en un derecho ya es de banquillo. Y el aborto es un delito, es un crimen, y así está tipificado en nuestro ordenamiento jurídico. La ley actual lo despenaliza en determinados supuestos, pero sigue siendo un crimen aunque no tenga una pena en dichos casos.

En cuanto a lo que dijo sobre el Tribunal Constitucional, también es mentira, pues precisamente en esa sentencia en la que no se considera anticonstitucional la actual ley, se dice expresamente que hay que proteger un bien: la vida del nasciturus. A pesar de que dicha sentencia es un galimatías capaz de decir una cosa y la contraria al mismo tiempo, en absoluto se puede desprender de la misma que el aborto pueda ser un derecho de la madre. Y de hecho es el principal obstáculo que se encontrará la ley que ahora impulsa, a pesar de que no estaba en el programa del PSOE.

Es triste ver la ilusión de la joven Izaskun Buelta cuando dice orgullosa: "Estaba muy contento conmigo, me ha dado un montón de besos y me ha dicho que lo he hecho muy bien". Ha añadido que Zapatero le dijo "que va a cumplir su palabra" sobre un puesto de trabajo para ella. La pobre no sabe que a lo mejor lo hace para acallar su conciencia sobre los miles de personas con su mismo síndrome que no podrán nacer, porque ése que le va a dar trabajo considera prioritario el derecho a matarlos que el que tienen a nacer.

Nota: Se da la circunstancia de que en el congreso sí hay un trabajador con síndrome de Down. Se llama Javier y cusiosamente trabaja como asistente del Grupo Popular en el Congreso. No tuvo que salir en la tele junto a Zapatero para entrar a trabajr allí.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Casta de miserables.

Ya han aparecido los que utilizan el atentado de Bombay para descalificar a Esperanza Aguirre.

No hablan de los más de cien muertos, no, hablan de que la presidenta de Madrid "salió corriendo ella sola" de allí. Estos mismos seguro que criticarán también el que cuando sucedió lo del 11-S a Bush lo metieran en un avión con rumbo desconocido para protegerlo. Yo no pago a los políticos para que se jueguen la vida, para eso ya pago a las Fuerzas de Seguridad. Y parte del trabajo de dichas fuerzas es proteger a los políticos con altas responsabilidades. Si a la presidenta madrileña le hubiera ocurrido algo, ahora mismo estaríamos inmersos en un problema que afectaría a los madrileños y a los españoles, además de a ella misma.

Y es que a los miserables se les remueven las tripas al ver a esta mujer hacer gala de entereza y estoicismo cuando al llegar a Madrid, vestida de verano y sin dormir ni descansar, lo primero que hace es dirigirse a la sede de la Comunidad para informar y agradecer el interés demostrado por quienes han demostrado no ser tan miserables como para utilizar atentados y muertos para dar rienda suelta a sus odios sectarios.

También hay quienes hacen gala de dicha miseria moral para intentar medrar, como por ejemplo Guardans, el diputado de CiU que estaba allí encabezando una delegación del Parlamento Europeo, y que ha intentado igualar sus responsabilidades con las de la Presidenta de Madrid. Dice este memo profesional que él estaba como capitán de barco y por lo tanto no se iba hasta que se fuera el último de su comitiva. Ya puestos podría quedarse allí hasta que ya no hubiera más atentados en la India, puede que nos hiciera un favor a todos. Y hablando de barcos, Esperanza es buque insignia comparada con su canoa.

Este pobre no se da cuenta de que muy diferente es un Presidente de una Autonomía que un parlamentario al frente de una delegación sin capacidad ejecutiva alguna. De haberse tratado del Presidente del Gobierno, ahora yo estaría criticando el que no lo hubieran sacado inmediatamente de allí en helicóptero. Además de que muy poca clase demuestra haciéndose el valiente cuando ya no hay tiros, él se quedó porque no tuvo ocasión alguna de salir de allí, pero si se acepta eso como crítica a un político con responsabilidades el que abandone el escenario de un atentado mientras este dura, ¿como se tomaría el que hubiera estado escondido debajo de la cama? Claro que a lo mejor hubiera preferido estar escondido tras las faldas de una mujer. Pero este mezquino miserable ni siquiera estuvo cerca de donde se produjo el atentado, pues estaba en un restaurante alejado del foco de los hechos. En cualquier caso, no se paga a los políticos para que se inmolen de forma innecesaria.

Aunque puede que en el fondo de estos miserables esté el deseo de que Esperanza Aguirre se hubiera quedado más tiempo expuesta a los disparos incesantes y a las granadas, a ver si tenían suerte y caía esta mujer que hace quedar en ridículo a una gran parte de nuestra casta política; aunque ya que hablamos de la India, puede que esa casta no sea otra que la de los parias. ¿O no van por ahí estos tiros?

Lo curioso es que cuando la Vicepresidenta ha dicho, tras el Consejo de Ministros, que el Gobierno ha hecho las cosas bien, aunque en el avión que se envió no cupieran todos los españoles que estaban en Bombay, por lo que veinte aún permanecen allí, lo curioso, repito, es que ninguno de estos tarambainas hayan dicho ni pío sobre lo que De la Vega entiende por hacer las cosas bien. Habrá que ver lo que opinan los que se han quedado allí pasando miedo.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

La cruz y el diota.

La Junta de Andalucía va a solucionar el problema de la escasa calidad de la enseñanza.

En Andalucía se da el mayor índice de fracaso educativo. El nivel de su educación es de los peores de Europa. Pero ya tienen la solución: quitar los crucifijos de los colegios públicos. Bueno, al menos no van a quemar iglesias y a matar a curas y monjas como ya hicieron sus antepasados de partido antes del 36. ¿Memoria histórica, no?

Es algo despreciable el crear problemas donde no los había tan solo para desviar la atención de la mala gestión y hasta del latrocinio al que se dedican nuestros políticos. Que además confunden la aconfesionalidad del Estado, proclamada por la Constitución, con un laicismo militante devenido en anticatolicismo paranoico.

Lo que no es entendible es este celo por eliminar símbolos, que al margen de su sentido religioso tienen un altísimo valor cultural e histórico, cuando se toleran otros que, como el velo islámico en las escuelas, tienen mucho más de símbolo de la desigualdad y el sometimiento de la mujer al hombre, que de simbolismo religioso. Hagamos pues como Francia en todo caso: ni cruz ni velo. Pero yo estaría más de acuerdo en que fueran las asociaciones de padres de cada centro quienes decidieran.

Aunque ya me parece sospechosos el que la Junta entre ahora a saco en la polémica, justo cuando el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha vuelto a echar para atrás otro intento de colocar a sus enchufados, esta vez un decreto para crear 204 puestos de libre designación a dedo en la Consejería de Medio Ambiente. Hay que recordar que allí más del 18% de la población asalariada vive del dinero de los demás como funcionario, y no hablo de los asesores con sueldos millonarios.

Y desde luego, lo que me parece una tomadura de pelo y un acto de nulo respeto democrático y de paranoia galopante, es lo del padre que forzó la resolución judicial en contra del acuerdo de los demás padres. Y que para mayor esperpento, hace que su hija participe en representaciones religiosas, en ese mismo colegio, vestida de Virgen María. Tocapelotas se llama a ese tipo de elemento.

A ver si de una vez estos políticos que viven de nuestro dinero se dedican a resolver problemas en vez de crearlos. Sobre todo, atender a los problemas que preocupan a la mayoría y no a unos pocos desequilibrados paranoicos.