lunes, 18 de junio de 2018

Cábalas


Mi impresión es que Feijóo no se presenta, lo que hará que Cospedal se presente. Y Soraya seguro que sí. Así que habrá choque de trenes y fuego amigo contra Casado. Si éste no se lleva el gato al agua el partido no levantará cabeza. El PP necesita refundarse y recuperar principios y Casado es el único que puede hacerlo.

Gobernar por decreto

¿En qué se diferencian un Real Decreto, un Real Decreto-ley y un Real Decreto legislativo?

Aunque estas disposiciones son normas con rango legal –a todos los efectos, como si fuesen leyes– se trata de las excepciones a la regla general de que las leyes proceden del poder legislativo (ya sean las Cortes Generales o los diferentes parlamentos autonómicos) porque en estos dos supuestos, las normas van a surgir del poder ejecutivo: el Gobierno. Su diferencia es muy sencilla:
  • Real Decreto.
    Se trata de una norma jurídica con rango de Reglamento, que sirve para ejercer el poder ejecutivo. La Constitución en su Art. 97 otorga al Gobierno la potestad reglamentaria, esto es, la facultad de promulgar normas con rango inferior a ley, y en desarrollo de los preceptos contenidos en ésta.
    El Gobierno, al ejercer el poder ejecutivo, tiene a su disposición los decretos como la fórmula jurídica que le otorga la Constitución para el desarrollo de la Ley, a fin de poder ejecutar lo legislado.
    El Decreto emana del Consejo de Ministros, pero existen también reglamentos que emanan de órganos ejecutivos inferiores, por delegación y especialización de las materias que desarrollan:
    • Real Decreto: proviene del Consejo de Ministros.
    • Orden: proviene de las Comisiones delegadas del Gobierno.
    • Orden Ministerial: proviene de un Ministerio.
    • Circulares, Resoluciones, Instrucciones y Ordenes de Servicio: provienen de los distintos órganos que integran la Administración Central, y su rango normativo depende del rango jerárquico del órgano del que emanan.
    Podemos encontrar en la legislación administrativa, y para todos los sectores de actividad económica, miles de Decretos: sobre Energía, sobre Telecomunicaciones, sobre Agricultura, sobre Tráfico, etc… Cuanto mayor es la intervención del Gobierno en un sector, mayor es el número de Reales Decretos que podemos encontrar en dicho sector.
    Real Decreto Legislativo.
    Se trata de una norma que tiene rango de ley, realizada por el Gobierno por delegación del Parlamento.
    El art. 82 C.E. permite al poder legislativo delegar en el Gobierno la realización de leyes, siempre que las materias a tratar no afecten a cuestiones reservadas a Ley Orgánica.
    Existen dos tipos de delegación, y por tanto dos tipos de Real Decreto Legislativo:
    • Delegación para realizar un Texto Articulado, mediante una Ley de Bases del Parlamento, que delimita con precisión el objeto y alcance de la delegación legislativa, así como los principios y criterios que han de seguirse en su ejercicio. Así, mediante esta técnica legislativa, el Parlamento sienta las bases de la materia a legislar, y el Gobierno desarrolla dicha materia en el Texto Articulado, que formalmente reviste la forma de Real Decreto Legislativo. El ejemplo más conocido en España es el del Código Civil: las Cortes aprobaron 27 bases que el Gobierno desarrolló en 1975 artículos.
    • Delegación para realizar un Texto Refundido, mediante una Ley Ordinaria del Parlamento que contendrá los límites y el objetivo de la delegación. Mediante esta técnica legislativa se encomienda al Gobierno la labor de refundir varios textos legales en uno solo. . La autorización para refundir textos legales determinará el ámbito normativo a que se refiere el contenido de la delegación, especificando si se circunscribe a la mera formulación de un texto único o si se incluye la de regularizar, aclarar y armonizar los textos legales que han de ser refundidos. Algunos ejemplos de Reales Decretos Legislativos de este tipo son el Texto Refundido de la Ley de Contratos del Sector Público, o el Texto Refundido de la Ley de Haciendas Locales.
    Real Decreto-Ley.
    Se trata también una norma con rango de Ley. El Art. 86 CE indica que en caso de extraordinaria y urgente necesidad el Gobierno podrá dictar disposiciones legislativas provisionales que tomarán la forma de Decretos-Leyes.
    Por esta naturaleza extraordinaria, tiene carácter provisional, y sólo puede valer para el tiempo necesario a fin de reunir al Parlamento para que sea éste quién “regularice” la situación de dicha legislación. Deberán ser inmediatamente sometidos a debate y votación de totalidad en el Congreso en un plazo de treinta días desde su promulgación.
    Así, en un plazo de treinta días el Congreso deberá convalidarlo o derogarlo. Si lo convalida, el Decreto-Ley seguirá llamándose así pero pasará a ser Ley ordinaria, y dejará de tener carácter temporal. Por el contrario, si el Congreso lo deroga dejará de existir pero habrá sido plenamente válido durante el tiempo anterior, pues la derogación no tiene efectos retroactivos.
    El Gobierno como legislador.
    La capacidad del Gobierno para crear normas legales está prevista en la Constitución como algo excepcional, solo para casos de extraordinaria y urgente necesidad (art. 86 CE) dado que nuestro Estado de Derecho tiene como principio básico la separación de poderes, quedando reservada la capacidad legislativa al Parlamento (art. 66.2 CE).
    Por ello, el Real Decreto ordinario debería ser la única forma de crear normativa reguladora del Gobierno. Es decir, el Gobierno debe tener capacidad de crear Reglamentos pero no Leyes.
    En el caso del Real Decreto Legislativo se entiende que no hay una creación pura de una nueva Ley, en tanto que se limita a Articular según lo previsto en la Ley de Bases, o bien a Refundir leyes y normas ya existentes.
    Pero en el caso del Decreto-Ley el poder ejecutivo toma directamente las atribuciones de legislador, rompiendo la división de Poderes y entrando así en una dinámica peligrosa, la del Ejecutivo que además de ejecutar puede legislar, sin ostentar la representación del pueblo que sí que existe en el Parlamento, donde encontramos cientos de representantes de todos los partidos políticos (Congreso) y de todos los territorios nacionales (Senado).

martes, 12 de junio de 2018

Progreso al pasado



Progreso al pasado... Ya puestos, ¿porqué no a 1978 para ver de no incluir en la Constitución lo de las nacionalidades, autonomías y demás cesiones a los nacionalistas? Y por cierto, ese Estatuto fue apoyado sólo por el 36% de los catalanes que tenían derecho a voto, y no superó la participación del 50% que en otros lugares es el tope mínimo para ser válido. De las ideas de bombero de Zapatero ya salimos escaldados, y su partido debiera de estarlo aún más. Pero no, el progreso por lo visto es ir hacia atrás.

Y otra cosa, Presidente, lo que usted piense, como lo que piense yo, no tiene la validez de una sentencia del Tribunal Constitucional a no ser que lo que pida sea que desaparezca esa Institución. Cosa en la que podríamos estar de acuerdo, pero que no es de lo que se trata.

Esa "vuelta al momento de la sentencia" la pide para darle a los independentistas lo que usted cree, erróneamente, que fue el origen del proceso. No es cierto, éste comienza el 4 de enero de 2004 cuando Carod Rovira se reunió con Mikel Antza y Josu Ternera cerca de Perpiñán. 

Carod Rovira era vicepresidente de la Generalidad y acordó con los dos criminales de la banda terrorista ETA una tregua parcial para Cataluña. A partir de ahí ERC comparte los fines de los terroristas, que ya en el País Vasco iban de capa caída, y eso da pie al inicio del proceso independentista. Por eso a Otegui se le recibe en el Parlamento catalán como si fuera una celebridad de la democracia mientras que en el país vasco se le tiene miedo.

domingo, 10 de junio de 2018

HABLANDO SOBRE ESPAÑA

Pepe Oneto.
Pepe Oneto. Silvia Pérez

OPINIÓN HABLANDO SOBRE ESPAÑA

Oneto: "Pedro Sánchez tiene más ambición que Zapatero y la empatía de Felipe"

"El problema en Cataluña es que estamos ante dos perturbados: Torra y Puigdemont" / "Rajoy ha sido un buen registrador de la propiedad. Ha pasado su largo mandato tomando nota" / "Sáenz de Santamaría se ha dedicado más tiempo a conspirar que a gobernar" / "Yo veo avanzando a la España republicana" 

José Oneto (San Fernando, Cádiz, 1942) ha conocido personalmente a los siete presidentes de la Democracia y vive en una casa que le compró a Adolfo Suárez. Director de Cambio 16 y Tiempo -dos de las grandes revistas políticas de España-, columnista y comentarista habitual en radio y televisión, ha sido notario de la evolución del país en los últimos 40 años. De todo ello ha dejado testimonio en una docena de libros.
Hábil analista, detecta un avance del republicanismo pese a la mejora que para la imagen de la Corona ha supuesto la llegada al trono de Felipe VI. Acusa a Sáenz de Santamaría de haber utilizado el CNI a su antojo y de crear desde el poder un panorama mediático "que no responde a la realidad del país". 
España parece vivir en una permanente montaña rusa: en cuatro años ha abdicado el Rey, ha habido un intento de golpe de Estado separatista, un partido nuevo ha ganado las elecciones en Cataluña al tiempo que pasaba a liderar las encuestas en España, ha triunfado la primera moción de censura de la Democracia... ¿Qué está pasando?
Desde el 15-M está cambiando nuestro mapa político y social. El 15-M es consecuencia de la crisis económica. Llega un momento en que los efectos de la recesión son lacerantes: el paro aumenta, a la gente la echan de sus casas, la juventud tiene cada vez menos esperanzas de futuro... y mientras, Europa sigue apretando el cinturón. Eso produce una explosión social que detecta muy bien, por ejemplo, José Luis Sampedro. No se trata de un movimiento incontrolado y loco, tiene una explicación lógica. A partir de ahí empiezan los cambios.
Otro factor desencadenante de esos cambios son las redes sociales. El estallido principal se produce cuando se descubre que el Rey ha tenido un accidente en Botsuana, en una cacería de elefantes con su amante. Eso, que en otras circunstancias a lo mejor se podía haber parado, ya no se puede. Zarzuela se plantea la posibilidad de ocultar el hecho, pero se da cuenta de que es imposible. Además, ocurre en un día clave, un 14 de abril, y el debate que se genera en internet adquiere dimensión de crisis nacional. En cierto modo, ahí empieza la crisis de la monarquía y una etapa política nueva, que se plasma en la ruptura del bipartidismo a la primera ocasión, con las primeras elecciones tras el 15-M.
Al final, de aquel espíritu de regeneración surgen el populismo y, en el caso español, una peligrosa deslegitimación de la Transición.
Sí, el populismo no estaba en el inicio del 15-M, llega después. Y hay que tener en cuenta que la mayoría de quienes salen a la calle no han conocido la Transición, y por tanto no le tienen especial cariño. Han nacido en Democracia, y para ellos la libertad forma parte natural de sus vidas. Toda la magia de la Transición no la sienten estas nuevas generaciones, para ellos son historias del abuelo.
¿Estaba justificada la moción de censura a Rajoy?
Estaba justificada desde hacía mucho tiempo, pero sólo se precipita cuando uno de los participantes cambia de juego. Hasta ese momento, los partidos estaban como jugando al parchís: volvían a la casilla de salida, iban hacia delante, pasaban atrás... De pronto alguien juega al ajedrez. Eso rompe todo el esquema y sorprende a un personaje que cree que tras aprobar los Presupuestos ha ganado dos años y tiene garantías de seguir en el poder. Rajoy se da cuenta muy tarde de la jugada y es incapaz de reaccionar. 
Sánchez actúa con gran astucia. Ni siquiera presenta un programa alternativo. Y la gran habilidad de la moción de censura es que incluso le ofrece a Rajoy en varias ocasiones la salida honorable de que se vaya, de que se retire. Tampoco dice cuándo va a disolver, porque su intención es no convocar elecciones, quiere quedarse todo el tiempo
Silvia Pérez
¿Debería haber dimitido el presidente?
Era lo lógico, lo normal, de sentido común. Pero la operación le coge con el paso cambiado, es una opción que nunca había contemplado. Sólo es capaz de huir. Y huye. Y se mete en un restaurante a tomar güisquis con medio Consejo de Ministros, hasta tal punto que Carmen Martínez Castro termina prácticamente borracha. Rajoy no sabe qué hacer. No da la cara. Envía a Cospedal a que dé explicaciones mientras en el partido todos se preguntan dónde esta Mariano. Evidentemente, se equivoca al no dimitir, porque de haberlo hecho hubiera tenido la posibilidad de seguir controlando la situación. Pero se pierde entre el desconcierto general de todo su entorno.
Ahí es clave la posición del PNV: de un día para otro, pasa de apoyar al Gobierno a liquidarlo.
El PNV se da cuenta de que Rajoy está en las últimas. Si fracasaba la moción de Sánchez ya había otra preparada por Pablo Iglesias. La situación era insostenible.
El PP tiene la obsesión de señalar a Ciudadanos como causante de todos su males
¿Tiene razones el PP para culpar a Ciudadanos del vuelco que se ha producido, como ha venido repitiendo desde entonces?
No, no, ni muchísimo menos. Ciudadanos no tiene nada que ver en esta historia. El PP tiene que buscar una explicación, pero no está ahí. Eso responde a su obsesión de señalar a Ciudadanos como causante de todos su males.
Llega a producirse una imagen para la historia, por lo chocante: los diputados del PP aplaudiendo las críticas de Sánchez a Rivera en el pleno forzado por el PSOE para echar a Rajoy...
Es incomprensible, no tiene ningún sentido. Eso es producto del desconcierto del PP. 
Quizás es pronto para tomar perspectiva, pero ¿cómo juzgará la historia a Rajoy?
Bueno, yo creo que ha sido un buen registrador de la propiedad. Ha pasado su largo mandato tomando nota, como hacen los registradores de la propiedad. Es un hombre muy difícil para tomar decisiones y sobre todo para decidir en momentos clave. Rajoy va dilatando los temas con esa querencia que también era muy de Franco de que el tiempo lo resuelve todo.
Franco tenía un fotógrafo, Campúa, que todos los años hacía una foto de la mesa del Consejo de Ministros, que el dictador llenaba de papeles con los asuntos pendientes de tratar. De un año a otro, cambiaba la disposición de los los montones. A un lado los papeles que el tiempo ha resuelto y al otro, los papeles que el tiempo tiene que resolver. Y esa es un poco la política de Rajoy.
En su particular 'ranking' de presidentes, en qué lugar pondría a Rajoy.
El primero, sin duda, a pesar de que posiblemente era el que tenía peor formación, Adolfo Suárez. Luego pondría a Felipe González y después, seguramente a Rajoy. Aznar tuvo un primer mandato bueno, cuando estaba sin mayoría absoluta. Y Calvo-Sotelo estuvo muy poco, aunque hizo cosas que nadie habría imaginado, como sentar a los militares en el banquillo...
¿A quién ve como sucesor de Rajoy?
Creo que sólo está Feijóo. La propia estructura del PP ha impedido que saliera más gente. Se habla de Soraya Sáenz de Santamaría, pero no es política, no tiene sentido de la política, es una abogado del Estado a la que han metido en el mundo de la conspiración y, de hecho, se ha dedicado más a conspirar que a gobernar. Y Cospedal creo que no tiene capacidad para ser presidenta.
Santamaría ha controlado los medios. No habrás visto ninguna critica hacia ella, permanece incólume a cualquier polémica
¿Qué opinión le merece el panorama de los medios de comunicación que deja el PP? 
Es un panorama en profunda crisis, y ha sido utilizado por el poder para diseñar un mapa que ha manejado la vicepresidenta del Gobierno para protegerse. No habrás visto ninguna critica hacia doña Soraya Sáenz de Santamaría. Ella lo critica todo pero permanece incólume a cualquier polémica. Han controlado relativamente las televisiones y han hecho un mapa que no responde a la realidad del país, en un momento en el que la prensa de papel está en profunda decadencia y parte de ella está en manos de la política que pueda decidir el Gobierno.
La vicepresidenta no sólo controlaba los medios, sino el CNI.
Ha tenido información muy directa del Centro que no ha tenido nadie; alguna no le ha llegado ni al propio Rajoy.
La llegada al poder de Sánchez tiene un pecado original: se produce gracias a los votos de Bildu y los separatistas, y sin pasar por las urnas. ¿Se le perdonará? ¿Le ve falta de legitimidad democrática?
Yo creo que eso se olvidará pronto. Pero claro, todo dependerá de como lo haga. En cualquier caso, la moción de censura es un camino legal para llegar al poder, tanto como unas elecciones, y más en un país en el que no se elige directamente a nadie: ni al jefe del Estado, ni al presidente del Gobierno, ni a los presidentes autonómicos.... Siempre se hace de forma indirecta y a través de los aparatos de los partidos.
¿Qué tiene Sánchez de anteriores presidentes?
De Zapatero tiene poco, quizás el afán de renovar y de abordar temas que nunca se han abordado, como el feminismo; pero tiene mucha más ambición que Zapatero. Y de Felipe probablemente tiene la empatía, la capacidad de conectar.  
Sánchez ha hecho un equipo para agotar la legislatura y la propia presentación de los ministros ha sido espectacular, pero a partir del lunes toca ponerse manos a la obra y con 84 diputados puede surgir las dificultades. ¿Qué vida le augura a este Gobierno? 
Eso depende sobre todo del papel que haga Podemos. Iglesias es el único que tiene la bomba controlada para hacer estallar el Gobierno, porque yo no veo a los independentistas con esa capacidad. Ahora bien, Podemos tiene el estigma de que pudo echar a Rajoy y traicionó a Sánchez, y ese estigma sigue ahí y le condiciona a la hora de repetir una jugada similar. Creo que este Gobierno puede durar. Y está claro que el objetivo de Sánchez es prolongar al máximo su mandato.
Silvia Pérez
¿No minusvalora la capacidad de los separatistas, por activa o por pasiva? La primera medida de Sánchez, retirar el control financiero a la Generalitat, está siendo contestada.
Bueno, ciertamente esa es la política que se ha hecho durante años en Cataluña y no ha dado resultados. Aquí el problema es que estamos ante dos perturbados: en ningún país normal el tal Quim Torra hubiera llegado a nada, y está Puigdemont, en el exilio, que también ha perdido un poco el sentido común, y es el que maneja el tinglado, el teatrillo... Estamos ante dos personajes con los que es muy difícil tratar de temas importantes con una cierta frialdad, porque ellos están metidos en otra historia.  
¿Hace bien Sánchez al mostrar mano tendida al Gobierno catalán mientras Torra no se comprometa a actuar dentro de la Constitución?
Como actitud está bien, pero para mí la retirada del control financiero es un punto negro. No me gusta, y ya se han producido hechos preocupantes, como el anuncio de una gran inversión en TV-3, y hay muchísima gente que reclama dinero de aportaciones que dio para organizar el referéndum del 1-O. El control de las cuentas debería de haberse mantenido.
¿Qué nombre del nuevo Gobierno le ha sorprendido más? 
Pedro Duque. Me parece una gran jugada, igual que lo era intentar fichar a Vicente del Bosque como secretario de Estado para el Deporte.
¿Cree que es necesaria una reconstrucción del centro-derecha nacional, como ha reclamado Aznar? 
Bueno es que Aznar presentó la situación como si fuera un parte policial: 'El centro derecha ha sido destruido'. Yo creo que el mapa político está cambiando y que hay un nuevo partido, que es Ciudadanos, que va a tener una gran influencia en esa reconstrucción.
A los socialistas les puede interesar más llegar a acuerdos con Rivera que con otros posibles aliados
¿Ve a Ciudadanos y a PP pactando, como sugiere García Margallo, o siguiendo caminos distintos?
Lo que indican las encuestas es que la única solución para un gobierno estable en España es un pacto PSOE-Ciudadanos o PP-Ciudadanos. Es mucho más lógico y natural un pacto Ciudadanos-PP que Ciudadanos-PSOE, aunque en estos momentos creo que a los socialistas les puede interesar más llegar a acuerdos con Rivera que con otros posibles aliados. 
¿Cree que Ciudadanos puede rehacerse del revés que ha sufrido?
Es verdad que la llegada al Gobierno de Sánchez saca a Ciudadanos del mapa, que iba como un tiro, pero creo que tiene capacidad para rehacerse. Su problema es que no tiene estructura en la mayoría de las provincias y, por eso, su gran reto serán las autonómicas y municipales del año que viene. Aún está bajo el desconcierto por lo ocurrido; ahora ha de replantearse qué política va a hacer. La situación creada puede incluso fortalecer el bipartidismo y probablemente hasta puede beneficiar al PP.
¿Y cómo queda Podemos? Pablo Iglesias lleva dos revolcones seguidos. El anterior fue el del chalé.
Es que Ciudadanos tiene la ventaja de que conecta más con la nueva sociedad española, mientras que en Podemos se ha producido un progresivo distanciamiento del 15-M. Ese Podemos que nace para recoger las ansias de cambio acaba convirtiéndose en una formación donde quien manda es el secretario general y quien dirige todo, como siempre ocurre en los partidos, es el aparato.
Lo del chalé les hizo mucho daño desde el punto de vista de la credibilidad, pero creo que poco a poco va a ir olvidándose. El problema de Iglesias es el mismo que el de Willy Toledo: hablas tanto y dices tantos disparates que al final hay una contradicción en el personaje. Eso, en el caso de Willy Toledo no tiene importancia porque no se dedica a la política, pero en el caso de Iglesias, sí. Además creo que gran parte de la opinión pública y también la gente dentro de su partido han captado esa ansia de control y de estalinismo que hay en su actuación.
¿Cree que hay riesgo de cambio de régimen, de deslizamiento hacia una república?
Aquí se produce un fenómeno curioso, y es que el único partido que podía acelerar ese proceso es Podemos, y siempre que ha habido grandes concentraciones, las órdenes que han dado a los suyos es que bajo ningún concepto llevaran banderas republicanas. Podemos no parece que tenga mucho interés en la República, excepto de palabra.
Pero va a llegar un momento en el que el asunto se va a plantear, que no quepa la menor duda, sobre todo si vamos a una reforma de la Constitución. Y es verdad que la Monarquía tiene mejor imagen que hace año y medio o dos años, pero es un tema que no está dormido. Yo veo avanzando a la España republicana.
¿Qué le pareció el discurso de Felipe VI contra el golpe secesionista?
No podía hacer otro. Estaba condicionado por la situación. Ese día, por distintas circunstancias, estuve muy cercano a Zarzuela, y la información que estaba llegando de Cataluña era alarmante. Las fuerzas del orden público se veían superadas por los acontecimientos y temían una movilización masiva.

martes, 5 de junio de 2018

Ulises Rajoy, el inmóvil.


Triste final para un Presidente y para un líder de un partido. Y patética evidencia de que no se ha enterado de nada. Esa quietud que loa, ese "amarrarse al mástil por no sucumbir a los cantos de sirena", es lo que nos ha traído hasta aquí. Y a él hasta ahí. Ni él es Ulises ni las sirenas cantaban; estaban al ataque.

Podría haberse ido por la puerta grande ofreciendo su dimisión para que el PP siguiera en el poder hasta poder convocar elecciones con otro presidente. Hubiera podido decir que se había sacrificado por España y por su partido. Entonces esa dimisión sí hubiera sido lo mejor para el partido y para España, pero él buscaba "lo mejor para mí, para el partido... Y para España", en ese orden. Ahora no es más que algo inevitable, una consecuencia de no haberse movido, no un sacrificio.

Y se va sin reconocer error alguno. Los malos son los demás, el destino, las sirenas y, sobre todo Rivera; que ya se sabe que no es leal y tiene que aprender lealtad de Sánchez.

A quien ha sacrificado es a su partido y, de paso, a todos los demás. No creo que el PP sobreviva a la pérdida del poder. Me temo que asistiremos a un "UCD II" y sálvese el que pueda.

domingo, 3 de junio de 2018

La defensa de Rajoy es culpar a Ciudadanos.


Otro argumentario del PP para atacar a Cs. A Sánchez no, ni al PNV.

Dicen que si Cs no hubiera dicho que la legislatura estaba acabada no se hubiera producido la Moción de Censura. Y que si no hubiera asustado al PNV éste no les habría traicionado. Alucinante, y miserable. Además de falaz.

Sale una sentencia en donde se dice textualmente que el testimonio del Presidente del Gobierno no es fiable ¿y pretenden que se le aplauda desde un partido que apoyó la investidura a pesar de que insistió en que el PP propusiera a otro, precisamente para evitar algo como esto?

¿Nos creen tontos? ¿Nos creen a todos forofos sectarios tipo "viva er Beti manque pierda"? ¿Creen que todos vamos a sustituir el intelecto por la adhesión inquebrantable? Llevan desde el principio de la legislatura ninguneando a Cs, obviando lo que dice, saltándose a la torera los acuerdos de investidura suscritos con ellos, ¿y de pronto son tan importantes que han tumbado al gobierno del PP y convocado a todas las fuerzas -que por cierto, están contra ellos- porque les ha abierto los ojos al decir que se acabó el apoyo y que hable el pueblo?

Esto ya no es consigna sectaria ni argumento falaz, esto es un insulto a la inteligencia. Y encima, jugando con España.

Resulta que Sánchez es un hombre de estado de intachable lealtad, hasta el punto de que en sede parlamentaria Rajoy se lo puso a Rivera como ejemplo de lealtad a seguir.

Resulta que se llega a acuerdos -algunos soterrados y nada claros- con el PNV a pesar de que Rivera advierte del peligro de pactar con nacionalistas para gobernar España. Se le responde que son de lealtad probada y que buscan el bien general, hasta el punto de acordar con ellos una subida de pensiones que dos días antes se decía imposible, con el único objetivo de dificultar a Cs oponerse.

Resulta que el propio PNV reconoce que el motivo principal para apoyar los Presupuestos es impedir que se convoquen elecciones por el miedo que les produce que Cs las ganase.

Resulta que el PNV se alía con Sánchez y con la extrema izquierda anticlerical -recordemos que el PNV es de derechas y de curas íntimos- y tumba a Rajoy por conseguir más y más rápidamente prebendas sin que Cs pueda poner impedimentos... ¿Y resulta que la culpa la tiene Cs?

Pues mira, va a ser que sí, que tienen la culpa por no haber retirado su apoyo antes y haber provocado una convocatoria de elecciones. Pero no lo hicieron porque creyeron que no era bueno para España con el problema catalán en su cénit. Son "culpables" de anteponer el interés de España al suyo.

¿Y ahora vienen los traidores a España a echarles la culpa de que otros traidores los hayan desalojado del poder? A ver si se enteran, esto no es más que la vieja historia de que Roma no paga a traidores.

Y no parece que hoy por hoy Cs sean traidores a España. Más bien todo lo contrario. Tal vez los únicos que no lo son, salvo honrosas y minoritarias excepciones. Por eso van a por ellos.

sábado, 2 de junio de 2018

El colmo de la desfachatez.

Cómo estará la cosa que el PP se ha visto obligado a publicar todo un folleto con el argumentario para justificar lo injustificable: que Rajoy no dimitiera.

El folleto empieza bien, exponiendo el proceso que habría abierto su dimisión, aunque omite el principal e inmediato efecto de esa dimisión: el decaimiento inmediato de la moción de censura y la suspensión de la votación. O sea, HOY NO SERÍA PEDRO SÁNCHEZ PRESIDENTE. Curioso olvido. Bueno, también olvida el punto 1 que cuando se le pedía que convocara elecciones la Moción no estaba aún en trámite, sólo había sido entregada, no admitida.

En el punto 4 ya se embarcan en los vericuetos de la política ficción, del posibilismo e incluso de la adivinación, dando por seguro que Pedro Sánchez obtendría los mismos apoyos en una investidura que los que obtuvo en la moción de censura. Lo cual no sólo no se puede asegurar sino que muy posiblemente no sería así. Y de tener esa certeza el PP habría que tacharlo de irresponsables, pues, sabiendo eso, ¿cómo pactaron con el PNV los Presupuestos y se pusieron en sus manos halagando su lealtad y responsabilidad ¿Lealtad del PNV con España? ¿Con el PP? ¿Con Rajoy? ¿A cambio de qué?

Hubiera quedado abierta la puerta de la negociación, y no sólo con el PNV. Por cierto, ¿hubiera podido el PNV justificar ante sus bases que no apoya la entrada en vigor de los Presupuestos que ayudó a aprobar sin poder usar la excusa de que es para echar a Rajoy, pues éste ya habría dimitido? Pero esa investidura no tendría como objetivo que gobernara el PP sino asegurar los presupuestos, controlar el desmadre catalán y convocar elecciones. Éste es el verdadero problema. No quieren elecciones. Ni el PP ni ninguno del supuesto bando contrario. Excepto Cs. Y es éste el "enemigo" a batir. Enemigo común con el bando opuesto. Ya son muchas cosas en común.

En el punto 5 ya se descubren ellos solos: no dimitió porque eso no hubiera supuesto que el PP siguiera gobernando, los intereses de España ni los han contemplado. No se le pedía que dimitiera para intentar que el PP gobernara, sino para impedir un gobierno del tipo del que ahora tenemos. Se le pedía que no cerrara la posibilidad de que fuéramos los españoles a través de las urnas los que decidiéramos y no Sánchez comprando apoyos.

El interés de España ante una situación de tal gravedad es que los españoles decidamos con nuestro voto, no que se entregue el gobierno a un conglomerado en donde están quienes quieren liquidar España.

Poco más que añadir ante esta confesión. O gobierno yo o que os zurzan, han dicho a los españoles. Rajoy no ha dimitido porque cree que ante el desastre que nos espera tiene la oportunidad de aparecer como salvador. A lo mejor desde la mesa de un restaurante tras unos vasos de whisky. Acabásemos.

Aquí tienen el falaz panfleto.






De aquellos polvos, estos lodos.

Las cinco veces que Mariano Rajoy traicionó a los españoles

El todavía líder del PP ha demostrado ser, de lejos, el presidente más irresponsable y egoísta de la democracia española.Manuel Lamas

Habemus presidente. Mariano Rajoy abandona el poder tras seis años y medio en el gobierno después de que, por primera vez en la historia de la democracia, haya triunfado una moción de censura. El líder del PP dice enorgullecerse de haber dejado una situación económica mucho mejor de la que se encontró a finales de 2011, cuando las urnas le otorgaron la mayoría absoluta más holgada conocida hasta la fecha, mientras que entre sus filas destacan el sacrificio y la altura de miras del ya expresidente por buscar, siempre y en todo lugar, el "interés general" del país.
¿En serio? Lo cierto es que, por desgracia, Rajoy ha demostrado ser, de lejos, el presidente más irresponsable y egoísta de la democracia española. Adolfo Suárezse inmoló para lograr la tan ansiada Transición; Felipe González estuvo dispuesto a renunciar a su carrera política para que el PSOE abandonara el marxismo como base ideológica, reconvirtiéndolo en un partido de corte socialdemócrata y europeísta; José María Aznar, por su parte, decidió limitar voluntariamente su mandato a dos legislaturas; José Luis Rodríguez Zapatero aplicó un significativo recorte del gasto público, a sabiendas de que le costaría el cargo, para evitar males mayores; mientras que Rajoy, por el contrario, se ha jugado el futuro del país y el bienestar de todos los españoles hasta en cinco ocasiones por puro y simple interés personal.
Es evidente que todos los políticos, en mayor o menor medida, persiguen su propio beneficio empleando de forma falaz y torticera la excusa del "interés general", pero Rajoy ha sido, con diferencia, el mayor ególatra de todos. Sus antececentes así lo certifican.

1. Dijo "no" a los recortes de 2010

La primera gran traición al conjunto de los españoles se produjo en mayo de 2010. Por entonces, la situación económica que registraba España era dramática. El impacto de la recesión, el histórico incremento del paro y el estallido de la crisis de deuda en el seno de la zona euro situaron al país al borde la quiebra.
Tanto es así que el mercado cerró el grifo a la deuda pública y privada de España entre el 3 y 7 de mayo. Los inversores llegaron a rechazar tipos de interés del 18%, entrando con ello en una especie de quiebra técnica que desató todas las alarmas. Los teléfonos empezaron a sonar en Moncloa para forzar la reacción de Zapatero. Bruselas, el FMI y hasta Washington comenzaron a presionar. Había que hacer algo para tranquilizar a los inversores y, efectivamente, el 12 de mayo, el entonces presidente del Gobierno subió a la tribuna del Congreso cabizbajo y con semblante serio para anunciar el mayor ajuste de gasto público acometido de una sola vez: 15.000 millones de euros.
Zapatero decidió congelar las pensiones, recortar el sueldo a los funcionarios, eliminar la prestación de 2.500 euros por maternidad, eliminar el régimen transitorio para obtener la jubilación parcial, reducir la inversión pública y exigir un ahorro adicional a ayuntamientos y CCAA, entre otras muchas medidas. Era impopular y, por supuesto, contradictorio, puesto que, hasta entonces, el PSOE se había negado a aplicar recortes, pero necesario para aminorar e riesgo de quiebra. Zapatero sabía que su carrera había terminado, no podría repetir como candidato después de aquello y, aún así, lo hizo por el bien del país.
Sin embargo, a pesar de la urgencia y la imperiosa necesidad de recortar el gasto para tratar de afrontar la tormenta financiera, el PP, con Mariano Rajoy a la cabeza, votó en contra, ya que lo único que buscaba era la caída del Gobierno. El polémico real-decreto salió adelante gracias a la abstención de CiU, CC y UPN, por un simple voto a favor.
España estaba al borde de la quiebra, con todo lo que ello supone, y el PP optó por rechazar unos recortes que eran imprescindibles. Tal y como recoge el Diario de Sesiones del Congreso del 27 de mayo -día de la votación-, Rajoy dijo lo siguiente:
Señor presidente, señorías, simple y claramente, no. Eso es lo que dice el Grupo Parlamentario Popular al decreto-ley que el Gobierno ha traído a esta Cámara para su convalidación. Vamos a votar en contra por estimarlo improvisado, insuficiente e injusto. Las medidas que comprende se han tomado a la ligera, no atienden a las exigencias de la presente situación y cargan injusta e innecesariamente los desaguisados del Gobierno sobre los sectores más indefensos de la sociedad
[…] este decreto-ley es rechazable porque es injusto, profundamente injusto. Contempla un recorte en los gastos sociales como no se había conocido en esta democracia; nunca se había conocido un recorte igual. El señor Rodríguez Zapatero, con las prisas, con las improvisaciones y con el como sea, ha ido a lo fácil, a lo débil, a lo resignado, y castiga particularmente a aquellos a los que ya no les queda ninguna capacidad para defenderse, que son los pensionistas […]
El mismo Rajoy que, una vez en el Gobierno, también redujo el sueldo a los funcionarios y aplicó una subida de las pensiones del 0,25% anual, además de disparar los impuestos, más incluso que Zapatero, con el fin de evitar recortes mayores. La clave, sin embargo, no es su profunda hipocresía, que también, sino su grave irresponsabilidad. De no aprobarse ese real decreto, la situación económica habría empeorado de forma muy sustancial, pero a Rajoy poco le importó.

2. Amenazó con salir del euro en 2012

Una vez alcanzado su objetivo, la ansiada Presidencia del Gobierno, a finales de 2011, el líder popular volvió a hacer gala de su auténtica naturaleza. Para empezar, y pese a que la crisis seguía golpeando con dureza a las empresas y familias, decidió posponer la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, así como la puesta en marcha de la reforma laboral, para tratar de ganar laselecciones autonómicas en Andalucía. Lo primero, el partido, cómo no…
Aunque lo más grave tuvo lugar pocos meses después. En 2012, con la prima de riesgo por encima de los 700 puntos básicos y la rentabilidad de la deuda en máximos, el Gobierno del PP empezó a amenazar a las autoridades comunitarias con la posible salida del euro de España. Ya estaba bien de ajustes, según los asesores más próximos al presidente. El BCE tenía que actuar, es decir, salir al rescate de España mediante masivas compras de deuda si quería evitar la desintegración de la moneda única.
El equipo económico del Gobierno analizó el coste, tanto político y económico, que podría suponer un rescate internacional al estilo de Grecia o la posible salida del euro, sin descartar, llegado el caso, abandonar la moneda común. Hasta ese punto llegó la irresponsabilidad e indecencia del hoy expresidente. Finalmente, el BCE salió al rescate en julio de 2012 para tranquilizar a los mercados con la ya famosa frase de Mario Draghi: "El BCE está preparado para hacer lo que sea necesario para garantizar el euro. Y créanme, será suficiente". Pero la cuestión es que Rajoy se jugó, literalmente, el bienestar de dos generaciones de españoles para evitar su desgaste electoral.

3. Forzó la repetición de elecciones en 2016

Algo similar sucedió en 2016. Tras engordar a Podemos concienzudamente para romper la izquierda en dos y azuzar el miedo entre los electores del centro derecha, Rajoy decidió no presentarse a la investidura tras la victoria electoral registrada en los comicios celebrados a finales de 2015, cediendo así la iniciativa política a Pedro Sánchez, sin intención alguna de negociar, con la esperanza de que éste fracasara y, en última instancia, repetir las elecciones.
Su pronóstico, efectivamente, se cumplió, a sabiendas de que Sánchez lo tenía imposible para pactar con Podemos e independentistas, dada la profunda división interna que padecían los socialistas, con Susana Díaz y otros históricos en contra. Pero es que, entonces, Podemos tampoco quería llegar a ningún tipo de acuerdo con el PSOE. En ese momento, las encuestas otorgaban al partido de Pablo Iglesias la posibilidad de completar su ansiado sorpasso, convirtiéndose así en el líder de la oposición, su principal meta política, así que populares y podemitas votaron en contra de Sánchez, provocando la repetición de las elecciones.
De este modo, en caso de que Podemos superara el PSOE en votos, Rajoy se garantizaría la reelección, ya que los socialistas, difícilmente, respaldarían a Iglesias como candidato a presidente. Por suerte, los españoles no respaldaron esta estrategia en las urnas y el PSOE, pese a su desastroso resultado, se mantuvo por delante de Podemos, pero ese riesgo, que habría supuesto un trágico punto de inflexión para la democracia española, existió gracias, una vez más, a Rajoy. Y lo más curioso de todo es que, finalmente, fue el PSOE -aunque sin Sánchez al frente- el que posibilitó la gobernabilidad de España haciendo presidente al líder del PP.

4. Permitió el golpe en Cataluña

Por si fuera poco, también permitió la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre en Cataluña y la posterior declaración de independencia, ya que se resistió a activar el artículo 155 de la Constitución. Tan sólo la acción de la Justicia y la muy oportuna intervención del Rey permitieron parar el golpe al marco constitucional. En este caso, Rajoy se jugó la unidad del país con su parálisis, pensando de nuevo que eso le beneficiaría electoralmente.

5. Hizo presidente a Pedro Sánchez

Y, por último, pero no menos importante, el todavía mandamás popular ha hecho presidente a Pedro Sánchez sin necesidad de pasar por las urnas. Ante el éxito de la moción de censura, Rajoy tenía dos opciones: o bien dimitir, lo cual abriría una ronda de consultas para investir nuevo presidente; o bien permitir la votación, haciendo presidente a Sánchez de forma automática.
El PP se ha esmerado en explicar que la citada dimisión no serviría de nada, ya que Sánchez habría alcanzado la Presidencia de igual modo con el apoyo de Podemos y los grupos separatistas, pero, una vez más, mienten. Simplemente, no es cierto. Una cosa es poner de acuerdo a casi todos los partidos de la oposición para echar a Rajoy y otra muy distinta, con Rajoy ya fuera, hacer presidente a Sánchez mediante la negociación de ciertas condiciones y un determinado programa de gobierno. Las posibilidades reales de que saliera esta segunda opción eran muy bajas debido a la gran debilidad política del PSOE, tal y como ya sucedió en 2016.
Rajoy, por el contrario, ha preferido hacer presidente a Sánchez, impidiendo a todos los españoles el poder pronunciarse en las urnas por dos motivos básicos. En primer lugar, porque, a la vista de las últimas encuestas favorables a Cs, lo último que le conviene al PP en estos momentos es celebrar unas nuevas elecciones generales; y, en segundo término, porque Rajoy, en el fondo, todavía confía en recuperar el poder. A lo mejor sorprende y abre la sucesión en el seno del PP, pero tampoco debería extrañar que se presente de nuevo como candidato a las generales.
Muchos en el PP piensan que este nuevo escenario de inestabilidad abre una ventana de oportunidad para recuperar el Gobierno. Sánchez tendrá muy difícil ejercer el poder apoyándose en populistas e independentistas, y eso le puede conducir a cometer graves errores que los populares confían en rentabilizar. Recurren, una vez más, al discurso de miedo, "o yo o el caos", para movilizar a unos votantes muy descontentos con la deriva de Génova. De ahí que las críticas de los populares se centren mucho más en Ciudadanos, su verdadero enemigo político, que en PSOE, Podemos y separatistas.
Sí, el Gobierno Frankenstein que tanto preocupa a muchos españoles, es el último legado de Rajoy y su quinta gran traición al conjunto de los españoles. Ahora falta por ver si, tal y como ha sucedido en otras ocasiones, esta jugada le sale bien… Pero, una vez más, es el bienestar de la sociedad lo que realmente está en juego. ¿Interés general? ¿Dónde?