El PP sabía que era mentira que el dinero que se le daba a los bancos era para las familias y pymes.
Es lo que dijo Zapatero. Tras asegurar que nuestro sistema financiero era muy sólido, se reunió con los bancos y decidió que se les ayudaría con nuestro dinero, aunque diciendo que el dinero era para que llegara a las familias y las pymes. El PP protestó al principio, pidió transparencia, y exigió garantías de que el dinero iría a agilizar el crédito, pero luego apoyó la propuesta de Zapatero Y aceptó la opacidad. Ahora descubrimos por qué.
Cristóbal Montoro -exministro de Hacienda con Aznar y actual responsable de política económica en el PP- acaba de reconocer que el dinero iba a salvar a la banca, pues estaba al borde del colapso en octubre. Y ha reconocido que ellos lo sabían, pero que aceptaron apoyar la farsa para que no cundiera el pánico entre los ciudadanos. O sea, la oposición colaboró con el Gobierno para mantenernos engañados. Por lo visto para protegernos de nosotros mismos y que no hiciéramos caer a la banca retirando nuestro dinero.
Con ello nos han convertido en los únicos ciudadanos de los países de nuestro entorno que no han sido informados de la situación de sus entidades financieras. Por eso no ha habido quiebras bancarias, porque nos han engañado; porque nos han ocultado la realidad y lo que se hacía con nuestro dinero. Se ha ayudado con nuestro dinero a que las entidades pagaran parte de su disparatada deuda externa. La elevada deuda externa de nuestro país hace muy difícil seguir obteniendo financiación externa, y la de la banca forma buena parte de esa deuda. Y es muy posible que dicha ayuda fuera absolutamente necesaria; pero no mintiendo. No tratándonos como si todos fuésemos seguidores del zapaterismo y nos encantara que nos engañaran. El plan era, como muchos dijimos y hemos seguido manteniendo, única y exclusivamente para salvar el sistema financiero, apoyando incluso a entidades que han gestionado pésimamente quienes han sido puestos en ellas por el poder político, y no para que el crédito llegara a las familias como dijo Zapatero.
Y la mentira continúa, pero ya con el juego del poli malo poli bueno desde el PSOE. Ahora Zapatero quiere hacer aparecer como culpable a la banca de que no se den créditos, cuando la banca no recibió el dinero para eso. Por eso sale Blanco diciendo eso de que tienen paciencia infinita, como contrapunto a lo que dijo el Ministro de Industria sobre que al Gobierno se le está acabando la paciencia con la banca. Y mientras Zapatero se pone a reñir a la banca por no dar créditos, cuando sabe de sobra que si no dan más es porque no pueden, tan sólo para crear otro culpable y que no le miren a él. No me canso de repetir que la banca vive de dar créditos, pero que el exceso de crédito y su concesión a quienes no ofrecían solvencia suficiente para soportar ese exceso de deuda, es lo que ha llevado al sistema financiero a la situación en la que se encuentra.
Zapatero intenta no aparecer como responsable con el cuento de que él ha dado dinero para que haya crédito. Es mentira. No se dio ese dinero para ese objetivo. Y luego Blanco tiene la cara dura de decir que el PP no ayuda. Desde luego que no ayuda, pero a quienes no ayuda es a los ciudadanos, pues eso es el apoyar la mentira del Gobierno, pero es evidente que al Gobierno sí le ha ayudado al no dejar en evidencia su mentira. El que el PP se haya prestado al juego en vez de haber insistido en desenmascarar la patraña, puede tener mucho que ver con el asunto de las Cajas de Ahorro, que son las entidades más afectadas por la deuda externa, superior a sus recursos propios, y las primeras que se hubieran ido al traste de no recibir ayuda. Y tanto el PSOE como el PP, así como los nacionalistas, están en ese ajo.
No deja de ser curiosos que Pepiño Blanco hable como si fuera miembro del Gobierno, mientras miembros del Gobierno no abren la boca. El Ministro de Hacienda no dice nada, aunque da igual lo que diga, ya que lo que vale es lo que diga Zapatero, porque no parece que ya pueda mantenerse en su puesto mucho tiempo más. Será el siguiente que caerá en el proceso de Zapatero de hacer aparecer como culpables a todos menos a él mismo.
El grave problema de nuestro país es la deuda. La deuda externa es proporcionalmente la más alta del mundo. Nuestra dependencia externa era con Aznar del 2% del PIB; Zapatero lo ha agrandado a más del 12%. Estamos endeudados hasta un 120% de nuestro PIB. Como dice Montoro, tendríamos que estar trabajando todo el país durante un año y dos meses para pagar lo que debemos al exterior. Y la deuda de nuestras empresas y de las familias es tremenda y muy superior a lo medianamente soportable. Y otro gravísimo problema es la mentira que se ha constituido en algo normal. Y ya no hay oposición que al menos intente dejarla al descubierto.
Es lo que dijo Zapatero. Tras asegurar que nuestro sistema financiero era muy sólido, se reunió con los bancos y decidió que se les ayudaría con nuestro dinero, aunque diciendo que el dinero era para que llegara a las familias y las pymes. El PP protestó al principio, pidió transparencia, y exigió garantías de que el dinero iría a agilizar el crédito, pero luego apoyó la propuesta de Zapatero Y aceptó la opacidad. Ahora descubrimos por qué.
Cristóbal Montoro -exministro de Hacienda con Aznar y actual responsable de política económica en el PP- acaba de reconocer que el dinero iba a salvar a la banca, pues estaba al borde del colapso en octubre. Y ha reconocido que ellos lo sabían, pero que aceptaron apoyar la farsa para que no cundiera el pánico entre los ciudadanos. O sea, la oposición colaboró con el Gobierno para mantenernos engañados. Por lo visto para protegernos de nosotros mismos y que no hiciéramos caer a la banca retirando nuestro dinero.
Con ello nos han convertido en los únicos ciudadanos de los países de nuestro entorno que no han sido informados de la situación de sus entidades financieras. Por eso no ha habido quiebras bancarias, porque nos han engañado; porque nos han ocultado la realidad y lo que se hacía con nuestro dinero. Se ha ayudado con nuestro dinero a que las entidades pagaran parte de su disparatada deuda externa. La elevada deuda externa de nuestro país hace muy difícil seguir obteniendo financiación externa, y la de la banca forma buena parte de esa deuda. Y es muy posible que dicha ayuda fuera absolutamente necesaria; pero no mintiendo. No tratándonos como si todos fuésemos seguidores del zapaterismo y nos encantara que nos engañaran. El plan era, como muchos dijimos y hemos seguido manteniendo, única y exclusivamente para salvar el sistema financiero, apoyando incluso a entidades que han gestionado pésimamente quienes han sido puestos en ellas por el poder político, y no para que el crédito llegara a las familias como dijo Zapatero.
Y la mentira continúa, pero ya con el juego del poli malo poli bueno desde el PSOE. Ahora Zapatero quiere hacer aparecer como culpable a la banca de que no se den créditos, cuando la banca no recibió el dinero para eso. Por eso sale Blanco diciendo eso de que tienen paciencia infinita, como contrapunto a lo que dijo el Ministro de Industria sobre que al Gobierno se le está acabando la paciencia con la banca. Y mientras Zapatero se pone a reñir a la banca por no dar créditos, cuando sabe de sobra que si no dan más es porque no pueden, tan sólo para crear otro culpable y que no le miren a él. No me canso de repetir que la banca vive de dar créditos, pero que el exceso de crédito y su concesión a quienes no ofrecían solvencia suficiente para soportar ese exceso de deuda, es lo que ha llevado al sistema financiero a la situación en la que se encuentra.
Zapatero intenta no aparecer como responsable con el cuento de que él ha dado dinero para que haya crédito. Es mentira. No se dio ese dinero para ese objetivo. Y luego Blanco tiene la cara dura de decir que el PP no ayuda. Desde luego que no ayuda, pero a quienes no ayuda es a los ciudadanos, pues eso es el apoyar la mentira del Gobierno, pero es evidente que al Gobierno sí le ha ayudado al no dejar en evidencia su mentira. El que el PP se haya prestado al juego en vez de haber insistido en desenmascarar la patraña, puede tener mucho que ver con el asunto de las Cajas de Ahorro, que son las entidades más afectadas por la deuda externa, superior a sus recursos propios, y las primeras que se hubieran ido al traste de no recibir ayuda. Y tanto el PSOE como el PP, así como los nacionalistas, están en ese ajo.
No deja de ser curiosos que Pepiño Blanco hable como si fuera miembro del Gobierno, mientras miembros del Gobierno no abren la boca. El Ministro de Hacienda no dice nada, aunque da igual lo que diga, ya que lo que vale es lo que diga Zapatero, porque no parece que ya pueda mantenerse en su puesto mucho tiempo más. Será el siguiente que caerá en el proceso de Zapatero de hacer aparecer como culpables a todos menos a él mismo.
El grave problema de nuestro país es la deuda. La deuda externa es proporcionalmente la más alta del mundo. Nuestra dependencia externa era con Aznar del 2% del PIB; Zapatero lo ha agrandado a más del 12%. Estamos endeudados hasta un 120% de nuestro PIB. Como dice Montoro, tendríamos que estar trabajando todo el país durante un año y dos meses para pagar lo que debemos al exterior. Y la deuda de nuestras empresas y de las familias es tremenda y muy superior a lo medianamente soportable. Y otro gravísimo problema es la mentira que se ha constituido en algo normal. Y ya no hay oposición que al menos intente dejarla al descubierto.