Margarita deshojada.

Esto de las vacunas ya huele. En vez de una solución es un problema. Que los puestos operativos y sus cúpulas se vacunen es lo lógico si no queremos que queden descabezados. Esta rigurosidad no tiene sentido cuando no hay rigor ninguno ni normas claras en la vacunación de los ciudadanos.
Por otra parte, el protocolo de vacunación de las Fuerzas Armadas es independiente del resto y lo decide precisamente el Estado Mayor de la Defensa, y él es su Jefe, por lo que no ha incurrido en irregularidad alguna. Aunque sí ha sido objeto de una campaña de descrédito encabezada por Podemos y a la que no ha sido ajeno Marlaska.
Se ha estado usando políticamente la tragedia y ahora se usa su posible solución. Y eso que aún no está claro si es solución o sólo un paso hacia ella. Esto es un caos. El peor gobierno en el peor momento. Ya está bien de numeritos y a ver si se hace algo de una vez.
Cuando hay una guerra quienes están en el búnker a salvo es la plana mayor, los que dirigen las operaciones, pues sin dirección la derrota es segura. Así que mejor vamos a dejarnos de idioteces y de peleas de enanos mentales y de niños de colegio. Aunque el daño ya está hecho.
El JEMAD actuó correctamente, la Ministra de Defensa no al no defenderlo enérgicamente y, de no poder hacerlo, dimitir al mismo tiempo pues esa instrucción de la Subsecretaría de Defensa debía de conocerla desde el día 13.

Ximo Puig, el juez de la horca.

Otro disparate más. Que les multen, que les cesen, o lo que quieran, pero no se les puede condenar jugando con su salud, no estamos en la Edad Media para resucitar a La Inquisición. Ya vale de aprendices de dictadores.
Además, no ponerles la segunda dosis es tirar las que ya se han puesto. Por no recordar que jugando con la salud de esas personas se juega con la de todos.
Puestos a actuar como el juez de la horca, ¿porqué no dejamos sin la segunda dosis a los andorranos que se nos han colado a todos porque al Gobierno le ha dado la gana de darles vacunas que ahora nos faltan? Habrá que saber a cambio de qué, pero eso es otro asunto.
En definitiva, no se puede corregir un error o una falta a base de disparates que incluso van contra los derechos humanos.

Estos nos dejan sin vacunar.

Me pregunto qué intereses hay detrás de eso de dar vacunas a otros países incluso cuando no hay suficientes para nosotros. Antes se decía que se darían de las sobrantes, y por eso habíamos comprado el triple de las necesarias; proporcionalmente muchas más que otros países de Europa, lo que ya era sorprendente y sospechoso. Pero es que ahora que nos van a llegar menos de las prometidas por Pfizer, va Illa y desde Cataluña anuncia que va a dar vacunas a Andorra la semana próxima.

No son capaces de garantizar que llegarán suficientes vacunas para no dejar a gente a medio vacunar y ya está cerrando tratos para vender, regalar o cambalachear con nuestras vacunas en nombre de una solidaridad absolutamente insolidaria con nosotros, que somos quienes las pagamos.
Los hospitales y UCIS colapsados y las cárceles vacías de sinvergüenzas.

Con las vacunas también vamos a la cola.

Al margen del desastre de gestión que supone que el Ministerio de Sanidad permita que la Consejería de Salud no haya hecho test previos a los sanitarios, hay otra cosa que me llama la atención: si en cuatro días se han vacunado 800 personas, estamos hablando de 200 al día. O esto cambia muchísimo o a este ritmo se necesitarán 102 años para vacunar a los 7 millones y medio de personas que residen en Cataluña.

Me temo que la cosa no va de forma muy distinta en el resto de CCAA donde las vacunas están llegando a paso de tortuga. Propaganda toda; eficiencia, muy poca. Pero el Ministro está tan bien valorado que se le designa como candidato a presidir la Generalidad de Cataluña. El mismo que nos ha convertido en el país con más muertos por habitante del mundo. Todo un éxito de la propaganda y el marketing que logra hacer pasar por eminencias a verdaderos incompetentes.