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jueves, 11 de febrero de 2021

No es Iglesias, es Sánchez.

 


No creo que los manifiestos sirvan para algo más que para hacer pública la postura de sus firmantes, aunque algo es algo. Pero en este caso me suena hasta pueril pues Iglesias no hace otra cosa que lo esperado en un comunista revolucionario. Es de libro que los seguidores de un sistema antidemocrático se las vayan dando de demócratas. Se trata de convencer a la gente de que la democracia es lo que ellos dicen que es democracia y que nada tiene que ver con la democracia acallando a quienes no son de su cuerda.
Pedir la destitución de Iglesias a quien tiene el poder de hacerlo gracias a que tiene a Iglesias en el gobierno es, cuanto menos, pueril. Una pataleta para hacer ruido, pero nada más. Un intento de justificarse de quienes perdieron el poder dentro del PSOE y permitieron que Sánchez se apoderara de él. Y hay algunos ingenuos bien pensantes que caen en la trampa y se suman al manifiesto. Un intento de hacer creer que en el PSOE sigue viva la socialdemocracia anticomunista y que la posición actual del partido es sólo coyuntural.
No es cierto, la posición actual del PSOE es un síntoma de que el PSOE no existe más que como una máquina de poder y una agencia de colocación, así como un instrumento para que la gran banca pueda hacer lo que quiera para tapar sus boquetes y seguir generando beneficios a costa de mandar al paro a una parte muy significativa de sus plantillas.
Con la izquierda en el poder y controlando a los sindicatos, pueden hacer lo que de gobernar la derecha haría arder las calles. Por eso apoyan a Sánchez. Iglesias tiene ideología, Sánchez no. Y su PSOE tampoco. Y para que Sánchez esté en el poder necesita a Iglesias en el mismo. Podría estar en el poder llegando a acuerdos con otros, pero entonces las calles seguirían ardiendo si la gran banca intenta hacer lo que pretende para mantener sus beneficios: reducir costos enviando a una gran parte de sus plantillas al paro para no tener que pagar sus sueldos y que los paguemos los demás. Lo que haría que dejaran de apoyarle. Sánchez y sus estrategas lo saben.
Así que seguirá con el juego de "poli bueno, poli malo" hasta que ya no sea sostenible y necesite volver a engañar al electorado en otras elecciones. Entonces sí, entonces se escenificará la ruptura. O Sánchez lo destituye o Iglesias se adelanta y dimite. Pero todo será un paripé electoralista, volverán a lo mismo si se necesitan para mantenerse en el poder.
Es Sánchez el problema. El comunismo es lo que es. Bien lo sabe Alemania y lo tiene prohibido. Iglesias seguirá llamando "democracia mejorable" a toda democracia que no sea lo que él llama democracia: el comunismo. Quien engañó a sus votantes diciendo que no formaría gobierno con él fue Sánchez. Y quien lo mantiene en el poder. Así que de pedir dimisiones es la del Presidente la que hay que pedir, pero éste ya se ha encargado de que en su PSOE no tenga sustituto.