miércoles, 31 de enero de 2018

El niñato del pirulí como supuesto creador de opinión

Este es el nivel de algunos voceros de la campaña orquestada desde el PP. Cuando están en su salsa nada tienen que ver con la apariencia que dan desde los medios en los que escriben, pero ya me dirán si no es como para preguntarse si no estaremos creando blufs, en vez de personas formadas y templadas, para que sean creadores de opinión.
En los muchos años que llevo en internet, que es desde antes que existieran las redes sociales, me he topado con infinidad de trolls y puedo asegurar que muchos de ellos hacían gala de más templanza y educación que la que aquí se exhibe. Si así es el profesorado...


Qué oportunidad están perdiendo Cs y Arrimadas de presentar al mundo la alternativa de una Cataluña moderna y democrática en una sesión de investidura, frente a la tractorada esperpéntica de Puigdemont y cía.
Qué pena que solo se muevan por electoralismo y hayan olvidado el patriotismo ligado a la Constitución en una situación excepcional.
Que sigan culpando al PP, a la aritmética y al empedrado, que así nos va.

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Abel Alamillo Fernández O sea que los candidatos a presidir una comunidad autónoma se postulan ellos. Yo pensaba que los proponía el presidente del Parlamento en delegación del Rey. Con este Torrent, elegido gracias a Podemos, no se puede esperar que se proponga otra cosa. Y ...Ver más
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Jorge Vilches No entiendo bien. ¿Cs ha ganado las elecciones para nada? ¿Cs acaba de negar que tiene iniciativa propia al margen del President para anunciar que se presenta, olvidando que tiene los medios de comunicación para hacerlo? ¿Todo era electoralismo de Cs en una situación excepcional de golpe de Estado, y que por eso cambió de opinión con el 155 a última hora? ¿Todo era una farsa para que una oligarquía de un partido nuevo, Cs, tuviera sus puestos? ¿Cs engañó a los electores para que salieran de su armario político y rompieran la presión de la dictadura indepe, y ahora ella y los suyos no dan la cara? ¿De nuevo el responsable es el PP frente a la virginidad angelical de los albertinos? Ya.
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Abel Alamillo Fernández Pues sí, el responsable es Mariano, te pongas como te pongas, hasta que no deje de ser presidente del gobierno, que espero que sea en breve.A ver si ahora la solución a esta endiablada situación es que Arrimadas vaya a una votación de investidura y la pierda. Y el día después, ¿qué? Los resultados electorales son los que son.
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Jorge Vilches Efectivamente, Arrimadas ha demostrado que no es solución de nada. Cs no está ni se le espera. Solo espero que se celebren nuevas elecciones para que tenga que dar la cara otra vez PORQUE ESTÁ ESCONDIDA, y explique que si no salen las cuentecitas no importa que haya un GOLPE DE ESTADO porque se quedará cobrando su sueldo y calentita. Otra vergüenza más de los constitucionalistas. Te pongas como te pongas es una traición a los electores y una cobardía por electoralismo cegato. Y a ver si nos enteramos: LA ARITMÉTICA NO ES UN ARGUMENTO EN UN GOLPE DE ESTADO, porque esta no es una situación normal en un Parlamento normal.
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Abel Alamillo Fernández Lo siento pero no estoy para nada de acuerdo en lo que dices. Yo, que la he votado sin ningún entusiasmo, no me siento traicionado. Me apena que el constitucionalismo no ganara las elecciones, pero qué se le va a hacer. Eso de que está escondida es una percepción muy particular. ¿Qué debe hacer? ¿Exponerse como una estantigua en el Parlament hasta que la hagan presidenta sin votos? No sé, creo que tu fobia en contra de Ciudadanos te ciega. Si es un golpe de estado, que lo es, cabe esperar que el que actúe de una puñetera vez, sin esconderse detrás del consenso, los jueves de instancias varias, el Rey y cualquiera que pase por ahí, sea Mariano.
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Jorge Vilches Abel Alamillo Fernández Lo siento, pero no tengo a fobia a Cs, posiblemente porque conozco personalmente a más cargos públicos de Cs que tú y sé de qué hablo si te digo que no todos están de acuerdo con la espantada de Arrimadas. Lo que ha quedado claro es que el Cs de Arrimadas se ha movido por electoralismo, no por patriotismo. De lo contrario habría ayudado al PP a tener grupo parlamentario y así ser más contra el golpismo independentista. Cs va de mal a peor. Al final, esa "nueva política" se ha quedado en vieja en dos cuartos de hora. Y eso por no hablar de la cagada con la prisión permanente revisable...
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Abel Alamillo Fernández En lo del grupo parlamentario del PP creo que han hecho muy bien en no participar en esos fraudes de ley de las cesiones de diputados, y en lo de la prisión permanente revisable te puedo dar la razón hasta cierto punto pero no sé, ellos dicen que es mejor la propuesta suya del cumplimiento íntegro de las penas porque a mí tampoco lo de que las penas sean revisables a los quince años no me parece precisamente nada demasiado distinto respecto a lo que ya tenemos. En mi opinión hasta que no se enmiende el dichoso artículo de la Constitución relativo a la función reinsertadora de las penas privativas de libertad no haremos nada. Más preocupante en relación a la falta de consistencia ideológica de Ciudadanos es que no sepan escapar de las trampas de la izquierda con el tema de la memoria histórica, aunque aquí quedan bastante hermanados con el PP. Por último, yo soy militante de Ciudadanos, sin una participación muy entusiasta pero bueno los conozco internamente, y aquí en Cataluña lo cierto es que todos tienen endiosada a Arrimadas y no dudan del acierto de su actitud en relación a la investidura. En este sentido comparto su opinión, aunque por lo general no soy muy forofo personalmente de esta chica, meritoria sin duda pero no tiene la estatura política que los militantes que conozco le otorgan.
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Mario Andres Aunque aún queden partidos pseudoconstitucionalistas ( vaya palabro ) han desaparecido los partidos patriotas.
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Esteban Blasco Trasobares El PP es el máximo responsable, por inaccion y traición. El PSOE es el traidor habitual, y Cs se está comportando cómo un adolescente eufórico de su belleza.
Menudo panorama!. O mucho me equivoco o habrá nuevas elecciones con resultado similar.
Todo lo que no sea un 155 sine die hasta haber limpiado a fondo no sirve.

Eso o elecciones generales, y que Rajoy se vaya por donde vino.

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Jose Lopez Mera Don Jorge...los ÚNICOS políticos que oigo que realmente sean PATRIOTAS sin abandonar los principios de democracia y libertad son los de VOX.
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Esteban Blasco Trasobares Ese es el partido al que pienso votar.
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Isidoro Sevilla Pero sólo serviría para ver la posición de PSC y Podemos al respecto. Arrimadas no podría gobernar.
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Antonio Elvira Arrimadas no puede presentar candidatura alguna, es el Presidente del Parlament quien propone al candidato si la Mesa estima que tiene los apoyos necesarios.
Es el PP y voceros quienes culpan a Cs y a Arrimadas de sus incapacidades. Justo al revés de lo que pretende presentar esta campaña y de lo que dices en tu post.

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Jorge Vilches Aviso a feligreses intoxicados: es el candidato quien se postula tras ganar las elecciones. Pero antes de que se constituyera la Mesa del Parlamento y se eligiera un Presidente -figura a la que se refieren los paniaguados radiofónicos y repiten como loritos los feligreses-, Arrimadas ya había dicho que no intentaría siquiera hablar con otros para formar gobierno: se descartó por cálculo electoral, no patriótico o constitucional tal y como había defendido en campaña. Es imposible que la Mesa y el Presidente obliguen a alguien a una investidura a la que se negó el 21-D por la noche. La estupidez queda en evidencia cuando te das cuenta de que los mismos feligreses y paniaguados que insultaban a Rajoy por no presentarse a la investidura, ahora hacen el ridículo defendiendo lo que ha hecho Arrimadas.
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Roberto Díez Abad Tal cual! Así es, así fue Que estaba muy cansada de la campaña, y que se iba descansar aprovechando la 🎄 (muy "oportuno", sic.) a todos con un palmo de narices
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Jesus Gil Andrea Levi acaba de decir en A· que se presente Arrimadas para que aunque fracase, empiece a correr el reloj. Y todos los comentaristas están de acuerdo, esto solo sirve para que el huido consiga mayor representación en las próximas elecciones. Ahora, que el PP de lecciones en Cataluña tiene muchas narices.
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Jesus Gil Todo esto aderezado con que Albiol e Iceta, nunca dijeron que apoyarían a Arrimadas para ser presidenta durante la campaña
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Jesus Gil A no ser que queráis que Cs pacte con los nacionalistas como han hecho PP y PSOE los últimos decenios con los resultados que estamos viendo
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Antonio Elvira Quien hace el ridículo es aquel que intenta descalificar opiniones por el procedimiento de descalificar a quien las emite, erigiéndose en poseedor de la verdad absoluta para atacar a sus fobias siguiendo a pies juntillas las consignas de un partido.
Ot
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Jesus Gil Antonio Elvira Enhorabuena Antonio por tus palabras.
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Jorge Vilches Antonio Elvira Si tanto te molesta, vete. Yo no te he ido a buscar a tu página ni comento tus entradas. Más tonto eres tú si sigues en mi página con tanta molestia, pero tonto y más allá. No te voy a bloquear para que sigas sufriendo mis entradas, feligrés pueril e ignorante. 🤣
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Antonio Elvira Nivelazo macarra, y más allá, que sufre una pueril pataleta cuando no le dan la razón. A mí no me molesta en absoluto debatir opiniones diferentes a las mías, pero aquí no las hay. Están sustituídas por consignas partidistas de quien más se está evidenciando otro bluf que se cree encumbrado por poder opinar desde medios de comunicación. Donde, por cierto, no se evidencia su poca correa, su mala educación y su exceso de soberbia. 
Hay niñatos a quienes se les da un pirulí y se creen los amos de la industria azucarera. Pero no los voy a llamar tontos como hacen ellos, puede que se les pase cuando maduren. 

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Maribel Martinez Garcia A ver si se enteran, señores del PP, que tienen que saberlo de sobras: La Sra. Arrimadas no se puede presentar "de motu propio" como candidata a la investidura. Las candidaturas sólo pueden ser propuestas por el Presidente del Parlament. Así que no pidan lo que no es de recibo.
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Antonio Elvira Y hablando de diversidad de opiniones dentro de un partido -al tiempo que se jacta de conocer a más miembros de dicho partido que los demás, actitud soberbia y pueril donde las haya- otros, que no vamos con esas ínfulas, conocemos de sobra que en otros partidos también hay opiniones contrarias a las consignas. Sobre todo cuando esas consignas ordenan descalificar a quienes les deben el estar en el Gobierno.
Y aún más si sospechan que la estrategia pasa por obligarles a romper el pacto de investidura y así poderles culpar de forzar unas elecciones que se quieren adelantar para que tengan lugar antes de que esos, a quienes acusan de robarles los votos, tengan tiempo de completar sus estructuras para evitar que la ley electoral les haga tener una representatividad no acorde con los votos que reciba. Tal como aconteció en Cataluña. Si el argumento es encontrar voces discrepantes dentro de un partido, que se acerque por el PP y escuche lo que se opina de esta campaña desaforada a la que desde aquí se suma.
Y, por cierto, en los muchos años que llevo en internet, que es desde antes que existieran las redes sociales, me he topado con infinidad de trolls y puedo asegurar que muchos de ellos hacían gala de más templanza y educación que la que por aquí se exhibe.

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Jesus Gil No desviemos la atencion. Ayer el Gobierno de España, que tiene intervenido el Gobierno de una comunidad autonoma, hizo el ridiculo con el dispositivo de seguridad. Lo demas son cortinas de humo
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Jesus Gil Y por cierto, insultar define al que profiere el insulto, no al insultado
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domingo, 28 de enero de 2018

Pánico en Moncloa.


«Lo más cruel que le puedes hacer a una persona dominada por el pánico es ofrecerle una esperanza que resulte ser falsa. El golpe resulta insoportable». El escritor estadounidense de novela negra Robert Ludlum, autor de El caso Bourne entre otros muchos títulos, es el responsable de esta sentencia tan inspiradora para aplicarla a la semana negra que acaba de pasar el presidente del Gobierno.

Mariano Rajoy está inmerso en una pesadilla en la que persigue a un hombre-fantasma y, cuando parece que lo va a atrapar, se le escapa de entre las manos. Rajoy combate contra un fugitivo de la Justicia que mantiene en jaque al Estado desde su refugio de Bruselas. Un político que no tiene nada que perder y que pasa sus días y sus noches entregado a la táctica de burlar al Estado español. Carles Puigdemont se le ha atragantado al Gobierno. Como él mismo dijo en una conversación privada, «España tiene un pollo de cojones». «Un pollo» que él alimenta con sus piruetas: el viaje a Dinamarca, la renuncia a delegar su voto como diputado del Parlament... Puigdemont y sus circunstancias han mantenido en vilo al Ejecutivo.Miércoles. 9.00 horas. El presidente del Gobierno es muy claro en una entrevista con Carlos Alsina en Onda Cero. No recurrirá la celebración del pleno de investidura del candidato Puigdemont, previsto para el martes 30 a las tres de la tarde en el Parlamento de Cataluña. «El recurso ante el Constitucional se tiene que presentar después del acto administrativo, no se puede recurrir un anuncio». Ésta era la decisión política del Gobierno, cimentada en el criterio de los servicios jurídicos del Estado. En el duro y prolongado combate del Ejecutivo de Rajoy contra las actuaciones de los partidos independentistas siempre se actuó así. Esperar a los hechos para presentar los recursos.¿Qué sucedió desde primera hora de la mañana del miércoles hasta el mediodía del jueves, cuando la vicepresidenta anunció un recurso preventivo que rectificaba la posición del presidente del Gobierno? Sucedió que La Moncloa entró en pánico ante «el pollo» que podía montarse el martes por la tarde si Puigdemont era elegido presidente sin estar presente en la Cámara.Una vez convertido en presidente -aun a distancia y violando las leyes-, el fugado de Bruselas haría valer su posición de mandatario en el exilio, aunque ni el Rey fuera a firmar nunca el decreto de su designación ni el BOE a publicarlo.
Puigdemont no tiene nada que perder y está entregado a burlarse del Estado

Este periódico ha podido saber que, a lo largo de toda la tarde del miércoles, Soraya Sáenz de Santamaría convocó a su equipo para una tormenta de ideas jurídicas con el fin de cortar el paso a la investidura de Puigdemont al precio que fuera. La situación es excepcional y requiere medidas excepcionales. Se dictó zafarrancho de combate y se produjo una guerra de nervios en la sede de la Presidencia del Gobierno. Rajoy fue receptivo a los mensajes de pavor que le llegaron de la Vicepresidencia ante lo que podría derivar incluso en un problema de orden público, si el Constitucional enviaba a través de las Fuerzas de Seguridad un requerimiento la misma tarde del martes al Parlament para suspender o anular la sesión de investidura. De acuerdo con las fuentes consultadas, Soraya Sáenz de Santamaría le puso a Mariano Rajoy sobre la mesa una «esperanza» en forma de «creativa respuesta jurídica» al desafío de Puigdemont, sin que el resto del Gobierno supiera nada y sin consultar a la Abogacía del Estado, a quien se comunicó el viernes por la mañana que tendría que redactar un recurso ante el Tribunal Constitucional (TC). El presidente y la vicepresidenta improvisaron a toda prisa la decisión de pedir el informe correspondiente al Consejo de Estado para presentar un recurso preventivo ante el TC. «La vicepresidenta lo explicó todo de forma muy dramática y el presidente volvió a confiar en ella», resumen en el Gobierno. El Consejo de Ministros celebrado el viernes escuchó asimismo las explicaciones «dramáticas» de Soraya Sáenz de Santamaría, argumentando que «no había otro camino».
La vicepresidenta lo presentó de forma dramática y Rajoy volvió a confiar en ella

Las fuentes consultadas aseguran que Moncloa sí hizo una consulta previa e informal al Consejo de Estado, antes de enviarlo para el preceptivo aunque no vinculante dictamen oficial. Hay que recordar que el presidente de la institución, José Manuel Romay Beccaría, es una persona muy cercana a Rajoy y uno de los principales valedores de su carrera política. El mensaje que llegó a La Moncloa era de confianza en que el Consejo de Estado validaría la impugnación preventiva de la investidura de Puigdemont, en la que se alegaba que no podía ser elegido por sus circunstancias de prófugo de los tribunales en otro país y por carecer de «libertad deambulatoria». El rechazo del recurso cayó en el Gobierno mucho peor que un jarro de agua fría. Los consejeros de Estado, juristas de renombre como Landelino Lavilla, Miguel Herrero, Fernando Ledesma o María Teresa Fernández de la Vega, no estuvieron dispuestos a avalar un recurso que consideraban contrario al rigor jurídico y a la Constitución. «Los consejeros tienen su prurito jurídico. Son muy celosos de su independencia», resumen los interlocutores de este diario. El jueves por la tarde, Gobierno y PP cayeron en estado de alucinación. «Puigdemont se debe de estar cachondeando de todos nosotros». «Hasta el Consejo de Estado es capaz de dar un revolcón al Gobierno». «Menuda imagen que estamos dando al resto del mundo». «El Estado de Derecho no puede con un lunático sin futuro político». Todo esto se escuchó en el seno del partido que gobierna.Mientras, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a quien Rajoy no consultó la decisión, focalizó el patinazo en Sáenz de Santamaría. «Si los escritos se han hecho mal, hay que preguntar al Gobierno. Este revés del Consejo de Estado se lo ha llevado él solito porque no ha consultado con nadie. Pregunten a la vicepresidenta cómo han hecho el escrito». No sólo el Consejo de Estado tumbó los argumentos del recurso del Gobierno, también lo hizo el jefe de los letrados del Parlament, Antoni Bayona. A su juicio, el Gobierno debería haber esperado al martes para presentar la impugnación del Pleno y de la elección del líder de Junts per Catalunya ante el Tribunal Constitucional, en el caso de que Puigdemont no acudiera a su investidura. Dato que nadie podrá certificar por adelantado.La alucinación subió de intensidad cuando -apenas recuperado del shock- el Gobierno informó de que seguiría adelante con el recurso aun con el rechazo del Consejo de Estado. Para ello, Moncloa replicó los argumentos de Carme Forcadell y los partidos independentistas cuando obviaron las recomendaciones de los letrados del Parlament: los informes de los órganos consultivos son preceptivos pero no vinculantes.
Algo se ha quebrado en el relato de la fortaleza y la unidad del Estado

Una vez tomada la decisión de ir a por todas y pedir al Constitucional la suspensión del Pleno convocado por Roger Torrent, más educado que Forcadell pero igual de obstinado, Moncloa también hizo su cata ante el TC para conocer la disposición a admitir a trámite el recurso. Y asimismo encontró una respuesta positiva, aunque a riesgo de forzar al límite las costuras del Estado de Derecho.A pesar de que finalmente el Gobierno se ha salido con la suya y el pleno de investidura de Puigdemont ha quedado suspendido por decisión del Constitucional, algo se ha quebrado en el relato de la fortaleza y la unidad del Estado contra quienes buscan su ruptura. La decisión se ha tomado en contra del criterio del Consejo de Estado, de los letrados del Constitucional, del magistrado ponente y con la división del tribunal. La precisión, unidad, claridad y rigor de la batalla jurídica del Estado contra el independentismo han sufrido un serio quebranto. Y en mitad de este escenario de pánico se sitúa una mujer, vicepresidenta del Gobierno, ministra para Cataluña y autora intelectual de un relato que Rajoy ha seguido a pies juntillas: basta el peso de la ley -aplicada prudentemente y según las actuaciones que el enemigo vaya ejecutando- para combatir y vencer a los independentistas. Sáenz de Santamaría, especialista en facilitar soluciones jurídicas a los problemas políticos del Gobierno y de Rajoy, amanece cada día más cuestionada tanto en el Gobierno como en el partido. Desde el 1-O no levanta cabeza. Incluso los dirigentes del PP que no tienen nada en su contra aseguran que ella ha reaccionado a las dificultades encerrándose con su equipo en La Moncloa, sin hacer partícipe a nadie de las decisiones ni buscar las necesarias complicidades en el seno del Gobierno. Lo que nunca se imaginó nadie es que los abogados del Estado -con su orgulloso currículum a cuestas y mirando por encima del hombro a los políticos sin ese título- fueran a tropezar, precisamente, con el Estado.

Lucía Méndez.

Y Soraya la lió...


Esta semana, hemos enterrado el rajoyismo y alumbrado el sorayato, un régimen político por delegación, porque se delega el poder Ejecutivo en el Poder Legislativo y, preferentemente, en el Judicial. Si Rajoy elude su responsabilidad como Presidente endosándosela a la Vicepresidenta y constituyéndose en su preso político, celado por Ayllón, Soraya se la endosa formalmente al Parlamento y realmente a los jueces, que en el Supremo y el Constitucional son a su vez emanación del propio Parlamento, aunque a través de los dos partidos dominantes, PP y PSOE.

O sea, que el Presidente sólo preside lo que la Vicepresidenta deja presidir a los magistrados del Constitucional y a los jueces del Supremo, que junto a la Audiencia Nacional han sido los encargados de las labores del Ejecutivo para afrontar el Golpe de Estado de la Generalidad y medio Parlamento catalán. Así las cosas, sería un gran ahorro para España que Soraya presidiera a los jueces que realmente gobiernan, ya que lo hacen al dictado o al pairo de su infinito poder, que a la hora de la verdad es un poder a escondidas, un Despoder. El sorayato es una pomposa abdicación.

Unanimidad en la oficiosidad
Tras la bofetada del Consejo de Estado y el feo de los letrados del propio tribunal, el Constitucional le ha dado al Gobierno el beso de Judas. Por un lado, dice que es elegible el delincuente Cocomocho. Por otro, dice que tiene que estar presente en su elección, y como es un delincuente, deja en manos del Juez del Supremo, el imprescindible Llarena, si le deja o no asistir a su elección, es decir, si lo mete en la cárcel investido o sin investir.


Para legalizar a la ETA a la orden de Zapatero, al TC no le importó revocar una sentencia en firme del Supremo, pero si se trata de dirimir un asunto de garantías legales, exclusivamente suyo, no le importa dejárselo al Supremo. Siempre he defendido, como muchos otros, que el Constitucional debería convertirse en una Sala del más alto tribunal, no en un tribunal de casación o Supremo del Supremo. Por lo visto, sus Altísimas Puñetísimas prefieren seguir a las maduras y a las podridas, pero a las duras, jamás.

Lo fundamental del Constitucional, como de costumbre, no ha sido hacer justicia, porque nunca lo es, sino alcanzar un acuerdo con sus grandes padrinos políticos, PP y PSOE, manteniendo lo que entienden que les da mayor apariencia de autonomía, que es la unanimidad. Yo me creería más la independencia de unos magistrados si hubiera votos discrepantes. Al no haberlos, entiendo que la patata caliente se la devuelven al Gobierno a través del Supremo, con lo que el Tribunal Constitucional muestra una total adecuación al Sorayato: se ha instalado en el Reino de la Irresponsabilidad.

La cobardía patológica del Gobierno, respaldada por la mayoría del Parlamento, al limitar la aplicación del Artículo 155 de la Constitución a una mera convocatoria electoral, ha acabado enlodando al Poder Judicial, al que se ha endosado en la práctica una responsabilidad que es del Ejecutivo. Así que el Ejecutivo delega en los jueces lo que no debería delegar y el Judicial, más honradamente en el caso de la Audiencia y el Supremo, y menos en la artería del Constitucional, ha acabado por hacer bastante mal lo que debería haber sido la coronación legal impecable de una actuación del Gobierno implacable y con el respaldo deseable, aunque no necesario, de un Parlamento responsable. El Ejecutivo ha desertado, el Legislativo se ha desvanecido y el Judicial se ha acabado enredando al asumir una serie de responsabilidades que no sólo no son suyas, sino que impiden el ejercicio correcto de las que sí lo son.

Los Tres Poderes son indelegables
La naturaleza de la separación de poderes reside en que cada uno de ellos sea independiente y sus funciones rigurosamente indelegables. Ni los jueces deben legislar, ni los legisladores gobernar, ni los gobernantes juzgar. Por desgracia, el Sorayato, enfermedad senil del Marianato, se basa justamente en lo contrario: en la confusión interesada de poderes, pero no porque uno mande despóticamente sobre los otros, sino porque delega en uno de ellos o en los otros dos la parte más difícil de sus obligaciones. Mal puede resolverse en los tribunales lo que debería resolver el Gobierno. Mal puede gobernar quien aspira a disfrutar del Poder dejando que sean los jueces los que afronten los actos de fuerza contra las instituciones, y el acto de fuerza más implacable, irrevocable e inesquivable es el Golpe de Estado. Eso es lo que viene pasando en Cataluña y se sigue sin actuar en serio para destruirlo de arriba abajo y de abajo arriba. No hay otro modo.

En un momento de crisis, y España vive la más grave de su historia, es normal que una institución tome sobre sí la responsabilidad que otras no pueden afrontar. Es lo que ha hecho la Corona. Pero lo que no puede el Rey es sustituir la acción de Gobierno. Y lo que no puede hacer el Gobierno es endilgarles a los órganos consultivos responsabilidades que son ejecutivas. La nación se sostiene hoy por el liderazgo de Felipe VI y la movilización de millones de españoles en defensa de su nación, que es su libertad y son sus derechos fundamentales. Lástima que los que tienen como profesión la defensa del Derecho aplicándolo, que son los jueces, se vean enredados en unas tareas que, si de forma excepcional es difícil que desempeñen bien, de forma habitual es seguro que desempeñarán muy mal.

En fin, que el sorayato no ha podido empezar peor.

F.J.L.