Y ahora llega a este extremo, denotando además un nulo conocimiento de como funcionan las redes. Pero, eso sí, buscando el arropo, aplauso y consuelo de sus incondicionales. Pobre diablo.
Más de 10 mensajes diarios desde hace meses. Recortes con mi foto en su timeline. Persecución en las redes día y noche. Lo de Antonio Elvira solo pueden ser dos cosas: homosexualidad mal reprimida o gilipollez grado Dios. Si es lo primero, da igual, pero si es lo segundo, ¿qué se puede hacer? ¿Qué os parece?