Una carta chavista.

Esto ya es de traca. Victimismo para concitar apoyos. Lloriqueos con lágrimas de cocodrilo que suena a incitar a la masa a un enfrentamiento ante la probabilidad de que se descubran judicialmente delitos que le alcanzan. Teatro.

Es una farsa más muy propia de este tahúr, que pretende que las masas se erijan en tribunal de casación de cualquier tribunal de justicia. Poco menos que está pidiendo que la gente indulte a Begoña la conseguidora y olvide lo de Pegasus, lo de Koldo, lo de Air Europa, etc.

Estas cosas las han hecho sus maestros Chávez y Maduro, que también amagaban con irse para que la gente clamara para que se quedara hubieran hecho lo que hubieran hecho.

O sea, un plebiscito tercermundista. Es lo más. Pero éste es capaz de superarlo. Seguro.

Este farsante nos toma por tontos. Le han pillado con el carrito de los helados y le ha dado la pataleta. Y busca el consuelo de quienes le apoyan para seguir sacando tajada y que le apoyarán porque saben que si se va les deja sin prebendas.

Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor.

Populismo tercermundista típico de comunistas y antidemócratas. Y de jetas.
De momento logrará que se hable de su carta y no de lo que la ha motivado. Pero puede que le salga mal. César lo hizo, pero Sánchez no es César.
Y hablando de César, su mujer no está por encima de la ley. Tanto que no sólo debía ser honrada sino además parecerlo. Esto es un intento de poner a su mujer por encima de la ley. No es la oposición la que la ha puesto en el banquillo, es la justicia. Pero lo que se busca es poco menos que un referéndum para evitar que se le juzgue. Muy propio de un antidemócrata vocacional que hoy mismo no ha dudado en considerar como votos propios los que ha obtenido Bildu, partido heredero del terrorismo de ETA.

Aquí la carta:

No suele ser habitual que me dirija a usted a través de una carta. Sin embargo, la gravedad de los ataques que estamos recibiendo mi esposa y yo, y la necesidad de dar una respuesta sosegada, me hacen pensar que esta es la mejor vía para expresar mi opinión. Le agradezco, por tanto, que tome un poco de su tiempo para leer estas líneas.

Como ya sabrá, y si no le informo, un juzgado de Madrid ha abierto diligencias previas contra mi mujer, Begoña Gómez, a petición de una organización ultraderechista llamada Manos Limpias, para investigar unos supuestos delitos de tráfico de influencias y de corrupción en los negocios.

Por lo que parece, el juez llamará a declarar a los responsables de dos cabeceras digitales que han venido publicando sobre este asunto. En mi opinión, son medios de marcada orientación derechista y ultraderechista. Como es lógico, Begoña defenderá su honorabilidad y colaborará con la Justicia en todo lo que se le requiera para esclarecer unos hechos tan escandalosos en apariencia, como inexistentes.

En efecto, la denuncia de Manos Limpias se basa en supuestas informaciones de esa constelación de cabeceras ultraconservadoras arriba referida. Subrayo lo de supuestas informaciones porque, tras su publicación, hemos ido desmintiendo las falsedades vertidas al tiempo que Begoña ha emprendido acciones legales para que esos mismos digitales rectifiquen lo que, sostenemos, son informaciones espurias.

Esta estrategia de acoso y derribo lleva meses perpetrándose. Por tanto, no me sorprende la sobreactuación del Sr. Feijóo y el Sr. Abascal. En este atropello tan grave como burdo, ambos son colaboradores necesarios junto a una galaxia digital ultraderechista y la organización Manos Limpias. De hecho, fue el Sr. Feijóo quien denunció el caso ante la Oficina de Conflicto de Intereses, pidiendo para mí de 5 a 10 años de inhabilitación para el ejercicio de cargo público.

La denuncia fue archivada doblemente por dicho organismo, cuyos funcionarios fueron descalificados posteriormente por la dirigencia del PP y de Vox. Seguidamente, instrumentalizaron su mayoría conservadora en el Senado. Impulsaron una comisión de investigación para, según dicen, esclarecer los hechos relacionados con este asunto. Como es lógico, faltaba la judicialización del caso. Es el paso que acaban de dar.

En resumen, se trata de una operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire, para intentar hacerme desfallecer en lo político y en lo personal atacando a mi esposa.

No soy un ingenuo. Soy consciente de que denuncian a Begoña no porque haya hecho algo legal, ellos saben que no hay caso, sino por ser mi esposa. Como soy también plenamente consciente de que los ataques que sufro no son a mi persona sino a lo que represento: una opción política progresista, respaldada elección tras elección por millones de españoles, basada en el avanceeconómico, la justicia social y la regeneración democrática.

Esta lucha comenzó hace años. Primero, con la defensa que hicimos de la autonomía política de la organización que mejor representa a la España progresista, el Partido Socialista. Pugna que ganamos. Segundo, tras la moción de censura y las sucesivas victorias electorales de 2019, el sostenido intento de deslegitimación del gobierno de coalición progresista al calor del ignominioso grito de que te vote Txapote. Tampoco pudieron quebramos.

El último episodio fueron las elecciones generales del 23 de julio de 2023. El pueblo español votó mayoritariamente por el avance, permitiendo la reedición de un gobierno de coalición progresista, en contra del gobierno de coalición del Sr. Feijóo y el Sr. Abascal que auguraban las baterías mediáticas y demoscópicas conservadoras.

La democracia habló, pero la derecha y la ultraderecha, nuevamente, no aceptaron el resultado electoral. Fueron conscientes de que con el ataque político no sería suficiente y ahora han traspasado la línea del respeto a la vida familiar de un presidente del Gobierno y el ataque a su vida personal.

Sin ningún rubor, el Sr. Feijóo y el Sr. Abascal, y los intereses que a ellos les mueven, han puesto en marcha lo que el gran escritor italiano, Umberto Eco, llamó la «máquina del fango». Esto es, tratar de deshumanizar y deslegitimar al adversario político a través de denuncias tan escandalosas como falsas.

Esta es mi lectura de la situación que vive nuestro querido país: una coalición de intereses derechistas y ultraderechistas que no toleran la realidad de España, que no aceptan el veredicto de las urnas, y que están dispuestos a esparcir fango con tal de: primero, tapar sus palmarios escándalos de corrupción y su inacción ante los mismos; segundo, esconder su total ausencia de proyecto político más allá del insulto y la desinformación; y tercero, valerse de todos los medios a su alcance para destruir personal y políticamente al adversario político. Se trata de una coalición de intereses derechistas y ultraderechistas que se extiende a lo largo y ancho de las principales democracias occidentales, y a las que, le garantizo, responderé siempre desde la razón, la verdad y la educación.

Llegados a este punto, la pregunta que legítimamente me hago es: ¿merece la pena todo esto? Sinceramente, no lo sé. Este ataque no tiene precedentes, es tan grave y tan burdo que necesito parar y reflexionar con mi esposa. Muchas veces se nos olvida que tras los políticos hay personas. Y yo, no me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día si y día también.

Necesito parar y reflexionar. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor. A pesar de la caricatura que la derecha y la ultraderecha política y mediática han tratado de hacer de mí, nunca he tenido apego al cargo. Sí lo tengo al deber, al compromiso político y al servicio público. Yo no paso por los cargos, hago valer la legitimidad de esas altas responsabilidades para transformar y hacer avanzar al país que quiero.

Todo ello me lleva a decirle que seguiré trabajando, pero que cancelaré mi agenda pública unos días para poder reflexionar y decidir qué camino tomar. El próximo lunes, 29 de abril, compareceré ante los medios de comunicación y daré a conocer mi decisión.

Gracias por su tiempo.

Atentamente, Pedro Sánchez

Sospechosa falta de reacción.

Ya es curioso que Irán haya quitado importancia al ataque israelí contra la base de Isfahán, centro de producción de misiles y muy cercana a complejos nucleares. Irán ha sido objeto en numerosas ocasiones de sanciones internacionales por mentir y ocultar sobre sus avances en materia nuclear, que ellos dicen que tiene objetivos pacíficos pero que determinadas pruebas han evidenciado que iban por otro lado, lo que provocaron esas sanciones.

¿No será que Israel se ha cargado alguna instalación secreta cuyo objetivo era la consecución de armamento nuclear o la protección de esa instalación? De ser así Irán no puede protestar pues se quedaría en evidencia. Es algo así como cuando a un narcotraficante le destruyen un alijo, ¿acaso va a denunciarlo? Claro que no, sería tanto como denunciarse a sí mismo. Pues eso.

Marlaska, mentiroso descarado.

El Ministro del Interior, Marlaska, mintió y sigue mintiendo. Por menos de esto han dimitido incluso primeros ministros en Europa. Hoy en el diario El Mundo ha publicado fotos de Delcy pisando suelo español. Que Ábalos mintió en su momento se evidencia en sus propias declaraciones de entonces: dio siete versiones diferentes de aquella visita, así que si dijo una verdad, lo que es mucho suponer, está claro que las otras seis versiones eran mentira.

Pero el asunto es más grave aún, porque esas cintas, donde también se ven las maletas, están custodiadas, tras el intento judicial de destruirlas, en el juzgado que inexplicablemente archivó el asunto.

Si hay pruebas que requieren de custodia, ¿cómo se archiva el caso? El juez se ampara en que la fiscalía no acusó. Marlaska reprendió a la diputada porque acusaba de prevaricar a la policía y a todos los que tuvieron que ver con el asunto, él incluido; pues eso es lo que habría que hacer, presentar una denuncia en el juzgado de guardia. Y ya luego que el juez envíe a los juzgados que corresponda las causas que afecten a diferentes cargos públicos y funcionarios diversos.
Pero insisto: Marlaska es un mentiroso descarado que se cree por encima del bien y del mal y a salvo de cualquier acusación.

Cinismo a granel.

Ver al PSOE escandalizado porque Bildu no condena a ETA es de traca. Como si eso fuera algo nuevo.

Resulta que han pactado con ellos hasta el punto de que gobiernan gracias a sus votos, les han dado la alcaldía de Pamplona y Sánchez no está en absoluto por la labor de romper esos pactos pues perdería su poltrona sin el apoyo de esos que han estado blanqueando hasta ahora.
Es una hipocresía de primer orden rasgarse ahora las vestiduras, como si esto fuera un descubrimiento, cuando nunca jamás Bildu ha condenado el terrorismo de ETA. Vamos, es que ni siquiera definen a ETA como una banda terrorista.
Llevan cinco años diciendo que Bildu es un partido democrático, llegando hasta el punto de decir que ese partido ha hecho más por España que lo que ha hecho la derecha. Y eran exactamente lo mismo que siguen siendo. Bildu no ha mentido, el PSOE sí. Y ahora vuelven a mentir diciendo ahora que no se puede dejar gobernar a esta gente y que no harán pacto alguno con Bildu en el País Vasco. "No es no y si quiere se lo repito".

"Con esa gente no podemos gobernar en el País Vasco" ¡Anda, y en Pamplona y en España  sí?

Pero para que Sánchez siga de Presidente sí, está claro. Menudo teatro de estos mentirosos profesionales que del PSOE de la Transición y la reconciliación sólo tiene el nombre.
La Ministra Portavoz ha dicho hoy, tras el Consejo de Ministros, que Bildu "no es sólo cobarde, sino que es un absoluto desprecio. Demuestra también un negacionismo incompatible en nuestro país y con la democracia". Pero de reconsiderar el pacto que les permite seguir en el Gobierno, ni palabra.
Y ahora han encargado a los medios amigos que nos cuenten que Bildu sí ha condenado a ETA y la ha definido como grupo terrorista. Y vendiendo el cuento de que eso es cosa sólo del candidato de Bildu a Lehendakari y que el PSOE y su socio Sumar han reaccionado enérgicamente, pero de romper el pacto en el Congreso que permite a Sánchez seguir en el poder, nada de nada. Bildu es bueno, el malo es su candidato, ya lo verán. Teatro es poco.

Corrupción Constitucional.

El Tribunal Constitucional se ha convertido en el "Tribunal de Garantías" para que la banda sanchista continúe en el poder. Se trata de sortear y desvirtuar la Constitución en vez de garantizar su cumplimiento, y para ello han asaltado el Poder Judicial erigiéndose en un un Tribunal de Casación del Tribunal Supremo, desplazando a éste de la cúpula del Poder Judicial y usurpando su función por el Poder Político.

Al principio se trataba de disimular, ahora ya ni eso. Están desmelenados mientras les seguimos pagando unos sueldazos para que sigan garantizándoselos, pues no es otro su trabajo.

Sánchez, deflactado.

Junts y PNV permiten que el PP saque adelante la deflactación del IRPF

Esto es algo que Ayuso aplica en Madrid por segundo año consecutivo en el tramo autonómico y que lleva exigiendo a Sánchez, junto al PP, que lo haga a nivel nacional, cosa a la que se negaba.
Hoy el Congreso fuerza a Sánchez a ello. Sus socios de derecha (extrema derecha nacionalista e independentista) se la han jugado.
Pero eso no es todo, la ley de amnistía se ha salvado por un sólo voto. Y adivinen de quien: de Ábalos. Así que tiene bien pillado a Sánchez por los cataplines. Por eso tanto viajecito, tanto franquismo, espectáculos en osarios y ronda internacional para meterse en el asunto palestino israelí cuando Israel ya no recibe a nuestro Ministro de Asuntos Exteriores por no considerarlo bienvenido. Ruido y cortinas de humo que usa también para tapar lo de su mujer, Bego la conseguidora.
¡Qué caro nos está saliendo que el capo siga en en el Falcon!

José Andrés ataca a Israel.

Mi pésame a las familias de quienes estaban allí intentando ayudar convencidos de lo que hacían y conociendo los riesgos. Una tragedia más dentro de una descomunal tragedia desatada por el terrorismo de Hamás. José Andrés debiera calmarse un poco antes de soltar majaderías de confabulaciones fantasmales, que más parecen perseguir un protagonismo que no le corresponde.
En las guerras se cometen errores y si quienes los cometen pertenecen a un ejército de una democracia y estado de derecho, se investiga a sí mismo; claro que sí. Y él debería investigarse a sí mismo también, por si su organización pudiera haber cometido también algún error de cálculo que hubiera aumentado el riesgo que ya corren quienes van a una guerra en labores humanitarias.
Pero es que en este caso hay un considerando que no se está teniendo en cuenta; y es el de a quién beneficia esa tragedia. Porque a Israel está claro que no, todo lo contrario. Y lo que también está claro es que José Andrés no es a Israel a quien pretende ayudar.
Así que ¿cui prodest? Pues eso.