El PP sigue insistiendo en la memez permanente.

Acebes sigue en sus trece y se repite por enésima vez en sus recomendaciones a Zapatero sobre lo que tiene que hacer en política antiterrorista; en lugar de centrarse en repetir y hacer de altavoz de los errores y las evidencias cada vez mayores sobre connivencias entre el Gobierno y la ETA.

Lo de la insistencia del PP en una forma de hacer publicidad ya más que demostradamente favorable al PSOE, es patética. ¿Pero es que no hay nadie que sepa algo acerca de propaganda y de capacidad de influir sobre la opinión pública en el PP? Porque además si uno se da una vuelta por foros, blogs y demás sitios de la red en donde supuestamente se vierten opiniones de la derecha, se podrá comprobar que lo que se lee es una tremenda propaganda para el PSOE, pues denota, cuanto menos, un total desconcierto y unas opiniones que no hacen más que descalificar a quienes las exponen.

La visceralidad nunca ha sido buena consejera, pero los adminstradores (no son redactores) de dichos sitios se encargan muy mucho de que las opiniones meridianamente liberales y razonadas sean excluídas de dichos foros, dejando sólo las que fácilmente pueden ser descalificadas por irracionales, y que dibujen una imagen de la derecha que es la que el PSOE se esfuerza en presentar. Es evidente pues, que incluso en medios que a priori se podrían considerar medianamente afines, al final se lleva a cabo la misma política de comunicación y propaganda que fomenta la izquierda.

Para muestra un botón: En el diario digital pretendidamente independiente, plural y liberal, Periodista Digital, se me impide el acceso por mi enfrentamiento con un periodista, con demostrada fuerte influencia en dicho medio, pero que se define así mismo como marxista y periodista que practica su marxismo en el periodismo que hace. Luego, se me hace callar para favorecer el punto de vista marxista. ¿Más claro?

El PP sigue empeñado en actuar como buenos chicos, sin caer en la cuenta de que, en un país de hijos de puta, a los buenos chicos se les trata a patadas en los cojones.