sábado, 13 de octubre de 2007

El abucheo

Zapatero se esconde y se escabulle sigilosamente.

"En realidad, los alborotadores no eligieron el momento de la bronca. La iniciaron en cuanto tuvieron ocasión. Sólo que los organizadores, conscientes de lo que se avecinaba, se habían esmerado para no darles facilidades.
El presidente no se bajó de su coche oficial, como es habitual, delante de las tribunas de invitados. En el último minuto, se decidió suprimir también el anuncio público de su llegada, previsto en el guión inicial. Además, Zapatero se situó detrás de la tribuna principal y sólo se le pudo ver cuando salió para recibir al Rey. Por eso, la referencia de Expósito a la comitiva que homenajeaba a los caídos fue la primera y única mención al presidente del Gobierno que los asistentes pudieron escuchar a través de los altavoces.
Fuentes de La Moncloa intentaron minimizar la dimensión del abucheo, en el que participaron cientos de personas..."
El País 13-X-2007

Lo más llamativo del abucheo que recorrió ayer el Paseo de la Castellana contra Zapatero es la cobardía de éste. Los cambios acometidos en el programa así lo evidencian, y su auténtica huída por la puerta de atrás en vez de formar parte de la comitiva de autoridades, fue el colofón final.

Si un Presidente no tiene la compostura y valentía de enfrentarse estoicamente a unos abucheos y se esconde, ¿como se va a enfrentar a provocaciones más graves? ¿Cómo se va a enfrentar a Ibarreche y a su rebelión? ¿Cómo a su propio socio Carod Rovira? ¿Cómo a quienes salen a quemar los símbolos nacionales y la imagen del Jefe del Estado?

El idiota del JEMAD ha dicho que podrían haber escogido otro momento, pero el abucheo no tuvo nada que ver con el momento, sino con la primera vez que se mencionó por los altavoces el nombre de Zapatero. Por tanto, el fallo es de los organizadores, que posiblemente lo hicieron a propósito para tener una excusa añadida para descalificar a los que abroncaron al Presidente. Si se hubiera mantenido el protocolo habitual, Zapatero hubiera recibido su abucheo cuando llegó, pero lo hizo a escondidas.

Un Presidente que se esconde es lo que es y no necesita de más definición. Quizás envidiaba el traje de camuflaje de la Vicepresidenta... Ésta cuando va a algún sitio quiere ser la protagonista única. Ya se vistió de cardenal cuando visitó al Papa -incumpliendo las reglas de cortesía de la diplomacia- y ayer casi quería ir de Generalísima.

1 comentario:

  1. Je je je... no he visto las fotos de la Vicevogue de generalísima, ¡voy a buscarlas!
    ¿Qué se puede decir de ZP?... Que es un cobarde lo saben hasta en las Kimbambas. Lo puso Polanco y ahora que no está, mancha los pantalones.

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