domingo, 4 de enero de 2009

La tragedia palestina.

El pueblo palestino sufre las consecuencias del terrorismo nacido de sus filas y al que muchos de ellos apoyan de forma visceral.

La visceralidad irracional tiene eso, que acaba desatando un odio que desemboca en guerra. Y la guerra siempre provoca víctimas inocentes. Las tragedias personales conmueven. El caso del palestino que perdió a sus hijas tras un ataque israelí, produce conmoción humana y sentimientos de solidaridad hacia su dolor. Pero no cambia un ápice el hecho de que dichos ataques se producen amparados por la Convención de Ginebra en respuesta a un ataque previo y para evitar ataques posteriores.

Israel no juega. Se ha propuesto evitar que los cohetes de Hamas sigan torturando a su población y, a falta de un acuerdo con garantías, está dispuesto a acabar con la posibilidad de que Hamas continúe con dichos ataques contra la población civil. Los objetivos de Israel son puntos estratégicos de Hamas, pero por culpa de que sistemáticamente los colocan entre población civil para escudarse, es inevitable el que se produzcan víctimas entre dicha población. E imagino que los soldados israelíes no se andarán con muchos miramientos habida cuenta del apoyo que dichos civiles les dan a los terroristas. Además de que no es la primera vez que dichos terroristas usan de niños soldados contra Israel.

La comunidad internacional ha mirado hacia otro lado mientras Hamas seguía enviando sus cohetes contra la población judía. No paró de hacerlo durante la tregua y por eso Israel no levantó el bloqueo. Pero no se ven voces protestando contra Hamas por haber sido responsable de que dicho bloqueo se mantuviera. Ni he visto a los medios de todo el mundo protestando cuando Hamas ha asesinado a palestinos que no estaban de acuerdo con sus métodos. Tampoco son muchas las voces que se levantaron exigiendo firmemente a Hamas el cese de sus ataques contra la población israelí. Sí son muchísimas las que se levantan ahora protestando porque Israel haya decidido actuar con contundencia para evitarlos. No lo habría hecho de no existir los ataques terroristas.

Los que condenan a Israel hubieran tenido una oportunidad de oro para hacerlo, si el ataque se hubiera producido sin provocación previa; pero no ha sido así. Si hubieran conseguido que Hamas respetara la tregua e Israel hubiera atacado, ahora tendrían toda la razón del mundo para condenar dicho ataque. Pero la hipocresía de quienes miraban para otro lado mientras las víctimas eran judías, ahora les hace rasgarse las vestiduras y, en el mejor de los casos, poner en el mismo plano el terrorismo de Hamas y el acto de defensa de Israel.

Los hay que rememoran el pasado de Israel, cuando grupos de judíos atentaban contra fuerzas británicas para presionar por la creación del Estado judío. El Estado de Israel se fue desprendiendo de los extremistas, aunque es cierto que usó de ellos. Pero aquellos atentados, pese a su crueldad, iban dirigidos a instalaciones y objetivos militares, no a la población civil. Condenar aquello es tanto como condenar y acusar de terrorismo a la resistencia francesa. Pero muchos de los que lanzan sus opiniones sobre el asunto son tan bisoños que, además de desconocer la historia, son fácilmente manipulables por lo políticamente correcto.

En cuanto a otros, como nuestro gobierno, estarían mejor calladitos. Las declaraciones de la Vicepresidente De la Vega desde la India, avergüenzan por su cursilería y falta de consistencia. Eso de salir en plan predicador e intentando emular a Gandhi, suena patético. Sus rimbombantes palabras "Contra la sinrazón de la violencia no hay armas más poderosas que la ley y la palabra", además de ser una necedad falsa, la han obligado a tener que comparecer de nuevo a aclarar que con ello no se refería a negociar con terroristas.

No fue con la palabra como se acabó con el genocidio de Hitler contra los judíos, ni con el que se cometía no hace tanto en Kosovo. Ni con la palabra se acabará con los terrorismos, incluyendo el de ETA. Pero ahondó más en la cursilería pedante al añadir que "contra quienes quieren sembrar el odio entre los pueblos no hay instrumento más eficiente que el acercamiento y el diálogo entre culturas y la Alianza de Civilizaciones". Y es que no pierden ocasión para hacerse propaganda.

Aunque lo De la Vega no desentonaba en India, pues ya parece tan indignante como lo son los sátrapas de los que se acompañaba, haciendo ostentación de riqueza a base de sus lujosas y caras galas en países en donde la pobreza y el paro hacen estragos. El fondo de armario de la Vicepresiedenta, pagado con nuestro dinero, es un insulto en un país en donde ya hay quienes tienen que recurrir a la caridad para comer, y no me refiero a la India precisamente.

Israel está decidido a acabar con la amenaza de Hamas, que tiene como objetivo declarado el hacer desaparecer del mapa a Israel, a los judíos, e incluso a los palestinos que quieran llegar a acuerdos con ellos. Está en su derecho si no obtiene ayuda para conseguir que desaparezca dicha amenaza. Y Obama ni habla del asunto. Vamos, es que en su última alocución ni ha nombrado a Gaza.

Nota: También el PSOE, al igual que la Vicepresidenta y el Ministro Moratinos, se han visto obligados a cambiar y matizar su discurso; ahora ya es condenable la provocación de Hamas, cuando no hace más que unos días sólo hablaban de la masacre que los judíos perpetraban.

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