Supongo que la fiscalía tendrá todo preparado para presentar querella contra Puigdemont si declara la independencia. Eso es lo que sucedería en cualquiera de los países que ayer reafirmaron su apoyo a la legalidad española. Y lo anómalo es que aún no se haya producido pues, con o sin valor jurídico, ya la declaró y luego la suspendió; y todo ello con gente en la calle aclamándolo primero y llorándolo después.
Pues bien, ya hay "periodistas" y "creadores de opinión" que se rasgan las vestiduras diciendo que es increíble que en un Estado Democrático de Derecho se detenga a un Presidente Regional por un delito de rebelíón. Lo increíble sería que en un Estado de Derecho quien se declare en rebelión no fuera detenido y procesado. El que a un político que delinque no se le aplique la ley es lo que no es propio de un Estado Democrático de Derecho.
Estos voceros que así se escandalizan son los mismos que recuerdan y señalan la II República como paradigma de la democracia, la misma República que detuvo y condenó a Companys por rebelión cuando hizo algo que no llegó siquiera a independencia.
Ya vale de imbéciles a los que se les supone con ricas vestiduras y se les aplaude por ellas, cuando en realidad van en pelotas picadas. Hay demasiados tertulianos en televisiones de gran audiencia que serían objeto de burla en cualquier tertulia de café con un mínimo nivel intelectual.