viernes, 3 de noviembre de 2017

Nacionalismo moderado es un oxímoron.


Una juez, ahora diputada de Podemos, en la Sexta diciendo que no hay motivos para ese auto de prisión porque hay que dar soluciones políticas.

Pues mira, juez en excedencia, resulta que los tribunales no deben hacer política sino justicia, y si hay delitos tienen que obrar teniendo en cuenta estos, no la oportunidad política.

Pero es lógico que diga eso quien ha usado la judicatura para saltar a la política, ya que como juez no ha llegado al nivel de la juez que dicta el autoy que, seguramente, si vuelve a ejercer como juez dictará autos políticos en vez de justos. Una eminencia, vamos.

Pero a mí me parece de traca y de lo más hipócrita que estos que argumentan como eximente de estos delincuentes el que han sido elegidos, no apliquen dicho "eximente" cuando piden dimisiones y cárcel sin proceso judicial previo para otros cargos electos que no son de los suyos.

Estos que dicen que es insólito que se destituya a un gobierno y se le meta en la cárcel -Trías hoy- está confundiendo democracia con dictadura. Lo insólito es que un gobierno incumpla las leyes hasta el punto de que haya que destituírlo y meterlo en la cárcel. Por lo visto los políticos, si son de su cuerda, están por encima de las leyes, como en los regímenes totalitarios, y los jueces tienen que estar al servicio de la oportunidad política.

La democracia no es eso, la democracia no es que una minoría se salte todas las leyes e imponga lo que le dé la gana por mucho que los nacionalistas, por muy "moderados" que se haya dicho que son, como Trías, estén dispuestos a inventarse mandatos para decir que lo democrático es declarar la independencia saltándose lo que haya que saltarse e incluso que una mayoría aplaste a todos los demás.

A Trías, exalcalde de Barcelona, que dice que él no era independentista pero que se ha convertido en eso de pronto, habría que internarlo en un psiquiátrico, no vaya a ser que ese temblor vital independentista que se ha apoderado de él le vaya provocar un ataque y le dé un paralís. Su resentimiento contra el sistema es toda una declaración de intenciones: como no me gusta lo que hay porque no me ha venido bien a nivel personal, en vez de usar la democracia para intentar cambiarlo, me lo salto todo a la torera y me independizo para que así pueda hacer lo que quiera sin contar con la democracia.

A ver si Mariano, Sánchez y toda esa caterva de pánfilos "creadores de opinión" se dan cuenta de una vez que no hay nacionalismo "moderado", sólo hay nacionalismo que aún no tiene oportunidad y nacionalismo que cree que ha llegado la suya. El adjetivo moderado podría aplicarse sólo a la velocidad en la que esté intentando su fin último: la independencia. Y que como crea llegada su oportunidad, ya lo vemos, imponen lo suyo rompiendo lo que haga falta, democracia incluída; pero además diciendo que lo hacen en nombre de la democracia. Es como matar a tu madre en nombre del amor filial.

Oír a esta gentuza dando lecciones de democracia no sólo insulta a la democracia, sino a la inteligencia, a la libertad, a la convivencia y a la justicia. Por no hablar del sentido común. Y han logrado una división irreconciliable en Cataluña entre independentistas y constitucionalistas, cuando en realidad la división, extendida a toda España, es entre demócratas y antidemócratas que se disfrazan de demócratas.