viernes, 4 de marzo de 2016
jueves, 3 de marzo de 2016
Amigos del PP
Parece que últimamente mis amigos del PP no se atreven a hablar en público de lo suyo y lo hacen "sólo para los amigos" en Facebook, no sé si para protegerse entre ellos de los argumentos que puedan desmontar lo que exponen o para no hacer el ridículo fuera de su secta, porque ya no son argumentos sino consignas y "argumentarios" repartidos desde la cúpula de su partido, con la única intención de defender a Rajoy a base de adhesiones inquebrantables y exigencias de una especie de derecho divino a gobernar con el que convertirlo en presidente perpetuo, más bien crónico, por hacer un símil sanitario.
Ya que ellos no exponen lo suyo más que en petit comité, voy a exponer mis argumentos con los que intento desmontar su falacia. En público.
martes, 1 de marzo de 2016
Discurso de vestuario
Mi opinión a vuela pluma:
Discurso pueril y aburrido que ha pasado de la realidad a la ficción constantemente, por lo que en momentos ha tenido que ser incómodo a Rivera porque se ha pasado algunos pueblos del pacto y ha aseverado cosas que no están ahí.
Todo lo que ha prometido sobre lo que afecta a la Constitución, ciencia ficción. Sin el PP no son posibles dichas promesas.
Ha dado la impresión de que el pacto está abierto por los constantes guiños a Podemos, pero sin fuerza ni convicción.
Y luego, promesas de cambiar determinadas cosas, como la política hacia los refugiados, pero sin decir qué y en qué consistirían dichos cambios.
Más que un discurso de investidura, un mitin. Con la diferencia de que demasiado leído y monótono.
Ataques incoherentes y pataletas de ignorantes.
Lo del PP ya es grave, con la que se les viene encima se dedican a soltar mentiras para desacreditar como sea a Rivera y así salvar a Rajoy, que parece que es el único plan que tienen.
Primero Cospedal va y dice que hay un referéndum en el acuerdo PSOE/Ciudadanos. Así, sin más, se lo inventa y da la consigna para que los voceros y vocingleros se lo crean y lo vayan repitiendo. Y así nos encontramos con esta perla de la vicesecretaria de Programas y Estudios del PP, Andrea Levy, ayer:
"Por ejemplo, a diferencia de la propuesta del Partido Socialista, nosotros no llevamos encubierto un referéndum independentista en Cataluña. Menudo papelón que está haciendo el Señor Albert Rivera. Yo no sé si los señores de Ciudadanos sabían que cuando estaban votando a Albert Rivera estaban votando al Partido Socialista para que Pedro Sánchez fuera candidato a la Presidencia de la Moncloa y de paso, y de carambola, hacer Vicepresidente a Pablo Iglesias."
Parece que muchos debieran de recibir lecciones de lectura además de democracia pues, centrándome en las primeras, no hay más que leer el acuerdo -por mucho que sea un pestiño, pues su objetivo no es otro que el ya me cansa volver a repetir- que sobre ese punto sí es clarísimo y taxativo. Es, además, el punto que ha hecho que Iglesias haya dicho que nones. Vamos a ello:
Página 65 del Acuerdo:
"En coherencia con lo expuesto, el PSOE y Ciudadanos asimismo se comprometen a:
• oponerse a todo intento de convocar un referéndum con el objetivo de impulsar la autodeterminación de cualquier territorio de España. "
Si es que hay que leer las cosas y no fiarse de lo que la seño diga que dicen para luego repetirlo como loros, que hay quienes con toda su buena intención van y se lo creen. Y si te lo crees, cabrea, claro. Pero lo que de verdad debiera cabrear es esta sarta de mentiras a falta de argumentos, y de salida que ofrecer, de quienes defienden a quien les impidió ser protagonistas de este momento histórico.
Bueno, pues seguirán inventándose lo que sea para atacar a Ciudadanos y hacer creer que quien se presenta a la Investidura es el que dijo que no al Rey y que por ello ya no será Presidente de nuevo. Quizá por eso andan con líos que prolonguen el que siga siéndolo de pega, o sea, en funciones, por mucho que antes de estar en funciones haya hecho dejación de funciones en demasiadas ocasiones.
El PP sigue las tácticas de sus gurús, los mismos que les han llevado elección tras elección a ir perdiendo votantes. Los mismos que con sus campañas consiguieron elevar a las alturas a Podemos. Los mismos que con estas consignas conseguirán que los votos de Ciudadanos aumenten considerablemente en caso de elecciones. A este paso, y llegado el caso, cuando en su refundación se proponga un cambio de nombre, se podría proponer el de Pataletas Papanatas: PP al fin y al cabo.
lunes, 29 de febrero de 2016
La campaña anti Ciudadanos.
El odio a Ciudadanos
A Mourinho se le criticaba cada vez que daba una rueda de prensa. Así que empezó a enviar a Karanka en su lugar, y entonces se le criticó cada vez que no daba una rueda de prensa. Ya por entonces escribió Jabois que “a Mourinho se le odia porque habla, porque calla y generalmente porque sí, ya que es una tradición más antigua que la Semana Santa”.
Mourinho y Albert Rivera no parecen tener más aspectos en común que su condición de bípedos; y la tradición de odiar a Ciudadanos manque pierdaes bastante más reciente, al menos a escala nacional, que la de denostar al Antiguardiola. Sin embargo, el pacto entre PSOE y Ciudadanos de estos días ha servido para disparar los tics del odio a la formación naranja (instrumentalizados también como armas contra el PSOE) que se han acumulado a lo largo de los últimos meses. Tics que, como en el caso del Gran Odiado, crecen como hongos a izquierda y derecha, por tierra, mar y aire, motivados por razones absolutamente incompatibles entre sí.
A Ciudadanos se les critica ahora tanto por ser neoliberales como por ser socialdemócratas
A Ciudadanos lo critican los de izquierdas por ser de derechas y los de derechas por ser socialistas, se les critica porque no son verdaderamente de centro y se les critica porque verdaderamente el centro no existe. Se les critica por ser una escisión del PP y por ser una escisión del PSC, por ser un producto de Libertad Digital y por ser una invención de El País, por ser neoliberales y por ser socialdemócratas, porque nos quieren asemejar a Estados Unidos y porque nos quieren arrimar a Dinamarca, por ser al mismo tiempo la marca blanca del PP, la del PSOE y hasta la del Partido Humanista dependiendo de cómo se levante Twitter esa mañana.
También se les critica por pactar con Susana Díaz y por pactar con Cristina Cifuentes, por cerrar un acuerdo con Sánchez y por intentar que Rajoy se sume al pacto, por intentar que se forme gobierno en un país que de pronto, por lo que parece, no quiere que haya gobierno (entonces, ¿para qué votamos el 20-D?). Se les critica por no tener los suficientes principios como para rechazar un pacto con el PSOE, y por tener los suficientes principios como para rechazar los referéndums de autodeterminación.
Las mismas encuestas que se decían trucadas a su favor sirvieron para cargar toda la artillería en su contra
Se les critica por llamarse Ciutadans y se les critica por llamarse Ciudadanos, por ser catalanes y por no ser todo lo catalanes que debieran. Se les critica por no haber pasado de los cuarenta diputados y por tener la osadía de ocupar cuarenta escaños que pertenecen a otras formaciones; ellas los vieron primero. Se les critica por unas encuestas presuntamente trucadas a su favor durante la campaña electoral, cuando fueron precisamente esas encuestas las que hicieron que los otros tres partidos dirigieran toda su artillería contra los naranjitos durante las semanas previas al 20-D. ¿Alguien se acuerda del lema del PSOE durante la campaña? Porque yo sólo les recuerdo un eslogan: “Ciudadanos es de derechas”.
A Ciudadanos se le critica, con fruición y deleite, por ser el partido del Ibex, esa sala con las luces apagadas donde turbias siluetas urden turbios planes, esa sinagoga donde los sabios de Sion deciden a cuántos niños sacrificar en el altar de Merkel. Qué más dan los largos años partiéndose la cara con elestablishment catalán, con el Ibex del 3%, con la jauría del procés(Smithers, suelte a los de TV3). Oportunismo, bien lo sabemos, es ser un chaval perfectamente bilingüe de buena familia que trabaja en La Caixa y que decide plantar cara al rebaño pujolista. Ser españolista en la Cataluña del tripartito y en la de Artur Mas, eso es ser el recambio del Poder.
C's no dispone de un electorado que sepa hacer oídos sordos a las críticas más absurdas del enemigo
Los ataques multiformes a Ciudadanos no tienen mucho misterio. Los de Albert Rivera son los únicos que en principio pueden atraer a votantes de todos los demás partidos; los que pueden ser a la vez nuevos y creíbles, indignados y formalitos. Los tres grandes partidos se sienten vulnerables ante ellos y saben, a la vez, que Ciudadanos es vulnerable a sus ataques, puesto que estructuralmente siempre tendrá el hándicap de lo difícil que resulta fidelizar a un electorado de centro, lo arduo que es mantener un atractivo transversal que vaya más allá del voto de castigo.
Nunca dejará de llover sobre ellos la acusación de oportunismo y de ser una mera fabricación de los poderes fácticos (da igual cuáles, eso ya lo decidiremos más adelante), como por otra parte nunca cesará la de criptofranquismo sobre el PP, la de hipocresía progre sobre el PSOE, la de perroflautismo cumbayero sobre Podemos. El problema que tienen frente a los otros tres es que no disponen de un electorado natural y mínimamente adiestrado que sepa hacer oídos sordos a las críticas más absurdas lanzadas por el enemigo.
Rivera acierta al reivindicar a Suárez y la mitología de la Transición como fuente de legitimidad propia
Ante esta situación, no creo que a Albert Rivera le baste con hacer lo correcto, con jugar sus cartas de la mejor forma posible para que en España haya un cambio que resulte a la vez decente, cabal y más o menos consensuado. El ejemplo de los lib dems británicos está demasiado reciente, y Rivera tiene demasiada cara de alguien que pediría a los votantes que le quisieran menos y que le votasen más.
Su capacidad de hacerse fuerte a escala nacional y de mejorar sus resultados ante las más que probables nuevas elecciones dependerá de una combinación de aciertos estratégicos propios y de errores del adversario. Es verdad que no escasean estos últimos entre el harakiri gurtelpunitáulico del PP, el maximalismo de Podemos y el magma interior en el PSOE. Y entre los aciertos propios habría que destacar la reivindicación frecuente (y hábilmente escenificada) de la figura de Suárez y de la mitología de la Transición como fuente de la legitimidad propia. Ése debe ser el camino: cuidar los símbolos tanto como las acciones, y esperar que los primeros sirvan de escudo a los segundos ante una lluvia de flechas que ya nunca amainará.
*** David Jiménez Torres es doctor por la Universidad de Cambridge y profesor en la Universidad Camilo José Cela.
domingo, 28 de febrero de 2016
El sí militante
"Según fuentes socialistas, la participación pasa por muy poco la mitad del censo: un 51,7% de los 189.167 militantes, alrededor de 95.700 militantes, han acudido a votar a sus agrupaciones o lo ha hecho vía online en la página web del PSOE.
De ellos, un 78,97% respalda el pacto con Ciudadanos..."
¿Qué?¿Con Ciudadanos? A ver, a ver... La pregunta es: "¿Respaldas un pacto para un Gobierno progresista y reformista? ¿Sí o No?". ¿Dónde se cita a Ciudadanos? Ese "sí" puede aplicarse perfectamente a cualquier pacto, incluido uno con Podemos. Sánchez no se hubiera atrevido a preguntar a su militancia directamente por un pacto con Podemos en contra de las líneas rojas de la Ejecutiva, pero no olvidemos que esa consulta se convocó para eso, no para pactar con C's. Por lo que más bien parece un gol a ésta y a las baronías díscolas.
Si no sale adelante su investidura estará moralmente autorizado por su militancia para echarse en brazos de Podemos diciendo que él hizo todo lo posible por evitarlo y señalando al PP como culpable de ello. Así que el PP debería estar más atento a eso que a salvar a Rajoy acusando a Rivera de todos sus males y con todo tipo de triquiñuelas, incluida la de presionar al Rey poniendo en la picota a su padre el Rey Juan Carlos.
Esto último es lo que parece estar juzgándose en el caso Noos y usándose por la fiscalía para salvar a quienes intenta presentar como los amantes de Teruel -tonta ella y tonto él- para dejar caer a la opinión pública que la trama estaba dirigida por Zarzuela y rubia acompañante. Que se sepa, en ese juicio se juzga las irregularidades del caso Noos, no a la Corona, pero la Fiscalía dependiente del Gobierno se empeña en que parezca otra cosa.
Y no me vale el cuento de que la justicia es independiente y que la prueba son los casos que están saliendo contra el PP. De eso nada. Los casos que están saliendo contra el PP y que avanzan rápidamente son los que afectan al "otro" PP, al de Madrid, por ejemplo, presentados como ajenos al PP de Rajoy. Cospedal ya dijo que ella no sabía nada de lo que ocurría en el PP de Madrid, como si ella fuera Secretaria General de un partido distinto y el PP madrileño no formara parte del PP que ella dirige. Sin embargo el caso de Rita Barberá, que sí afectaría de lleno a Rajoy, se ha frenado sine die por obra y gracia -¡oh casualidad!- de la Fiscalía al descubrir que ella está aforada. Y la pobre no puede hacer nada por evitarlo aunque está dispuesta a declarar. Pues eso es mentira, si estuviera dispuesta a declarar puede hacerlo saltándose su aforamiento, pues éste es una prebenda, no una obligación.
Así que aprovechando que nos hacen creer que la fiscalía actúa de forma independiente, ésta se dedica a presionar a la Corona, pues atacar al padre del Rey afecta a éste y a la Institución. Lo que no se sabe bien es porqué se presiona, aunque es evidente que la animosidad contra el Rey salta cuando éste no se pliega a los deseos de Rajoy y designa a Sánchez para que intente la investidura.
La firma de los pactos PSOE-Ciudadanos está claro que es un intento de sumar al PP, pues sin él no se puede llevar a cabo lo que se ha firmado. Evidentemente es un punto de partida para intentar que el PP se sume a intentar la gran coalición. Pero Rajoy, como no lleva la voz cantante por haberse quitado de en medio, intenta desacreditar a quien está haciendo esfuerzos ímprobos para lograr que los personalismos y ambiciones de los líderes de PP y PSOE impidan esa coalición.
Para Rajoy, y para sus serviles súbditos, llegar a acuerdos con el PSOE es evidencia de que Rivera se ha definido políticamente por la izquierda y hasta Cospedal añade que se ha convertido en la muleta del PSOE. Claro que eso no es aplicable al PP si consigue esos acuerdos que Rajoy intentó y Sánchez se negó, incluso hasta el punto de rechazar tomar un café tras decirle que no y no, y que no es no. Así que a partir de ahora nadie puede pactar con el PSOE sin sufrir la condena de este PP marianista que aclama a su líder erigido en caudillo del "dolce far niente". Sólo ellos tienen la autorización divina para intentarlo una vez lavada la afrenta con un no y un rapapolvo en la sesión de investidura.
Lo del "no es no" descalifica democráticamente a quien desprecia tener en cuenta a siete millones y medio de votantes, y el que eso haya asustado a quien debería haber aceptado la oferta del Rey y ser quien liderara los esfuerzos para llegar a acuerdos, descalifica a quien la rechazó y hoy intenta descalificar a quienes han hecho al menos el esfuerzo de intentarlo.
Si se consigue que los descalificados no se sienten en el tablero de juego, a lo mejor la jugada la termina ganando el constitucionalismo y todos los españoles. Si no, el éxito de Ciudadanos por haber alejado el Pacto con Podemos se puede trocar en fracaso de todos. Pero empiezo a pensar que así como hay quien es capaz de lo que sea por lograr la Presidencia, también hay quienes son capaces de todo con tal de no concederle ni un mérito a Rivera.
El PP se empieza a parecer demasiado a una mujer despechada deseosa de venganza, más que a un partido responsable capaz de negociar para que el futuro de España no sea caer en manos de los soviets podemitas. Porque unas nuevas elecciones no alejarán ese riesgo, puede que todo lo contrario.
Si no sale adelante su investidura estará moralmente autorizado por su militancia para echarse en brazos de Podemos diciendo que él hizo todo lo posible por evitarlo y señalando al PP como culpable de ello. Así que el PP debería estar más atento a eso que a salvar a Rajoy acusando a Rivera de todos sus males y con todo tipo de triquiñuelas, incluida la de presionar al Rey poniendo en la picota a su padre el Rey Juan Carlos.
Esto último es lo que parece estar juzgándose en el caso Noos y usándose por la fiscalía para salvar a quienes intenta presentar como los amantes de Teruel -tonta ella y tonto él- para dejar caer a la opinión pública que la trama estaba dirigida por Zarzuela y rubia acompañante. Que se sepa, en ese juicio se juzga las irregularidades del caso Noos, no a la Corona, pero la Fiscalía dependiente del Gobierno se empeña en que parezca otra cosa.
Y no me vale el cuento de que la justicia es independiente y que la prueba son los casos que están saliendo contra el PP. De eso nada. Los casos que están saliendo contra el PP y que avanzan rápidamente son los que afectan al "otro" PP, al de Madrid, por ejemplo, presentados como ajenos al PP de Rajoy. Cospedal ya dijo que ella no sabía nada de lo que ocurría en el PP de Madrid, como si ella fuera Secretaria General de un partido distinto y el PP madrileño no formara parte del PP que ella dirige. Sin embargo el caso de Rita Barberá, que sí afectaría de lleno a Rajoy, se ha frenado sine die por obra y gracia -¡oh casualidad!- de la Fiscalía al descubrir que ella está aforada. Y la pobre no puede hacer nada por evitarlo aunque está dispuesta a declarar. Pues eso es mentira, si estuviera dispuesta a declarar puede hacerlo saltándose su aforamiento, pues éste es una prebenda, no una obligación.
Así que aprovechando que nos hacen creer que la fiscalía actúa de forma independiente, ésta se dedica a presionar a la Corona, pues atacar al padre del Rey afecta a éste y a la Institución. Lo que no se sabe bien es porqué se presiona, aunque es evidente que la animosidad contra el Rey salta cuando éste no se pliega a los deseos de Rajoy y designa a Sánchez para que intente la investidura.
La firma de los pactos PSOE-Ciudadanos está claro que es un intento de sumar al PP, pues sin él no se puede llevar a cabo lo que se ha firmado. Evidentemente es un punto de partida para intentar que el PP se sume a intentar la gran coalición. Pero Rajoy, como no lleva la voz cantante por haberse quitado de en medio, intenta desacreditar a quien está haciendo esfuerzos ímprobos para lograr que los personalismos y ambiciones de los líderes de PP y PSOE impidan esa coalición.
Para Rajoy, y para sus serviles súbditos, llegar a acuerdos con el PSOE es evidencia de que Rivera se ha definido políticamente por la izquierda y hasta Cospedal añade que se ha convertido en la muleta del PSOE. Claro que eso no es aplicable al PP si consigue esos acuerdos que Rajoy intentó y Sánchez se negó, incluso hasta el punto de rechazar tomar un café tras decirle que no y no, y que no es no. Así que a partir de ahora nadie puede pactar con el PSOE sin sufrir la condena de este PP marianista que aclama a su líder erigido en caudillo del "dolce far niente". Sólo ellos tienen la autorización divina para intentarlo una vez lavada la afrenta con un no y un rapapolvo en la sesión de investidura.
Lo del "no es no" descalifica democráticamente a quien desprecia tener en cuenta a siete millones y medio de votantes, y el que eso haya asustado a quien debería haber aceptado la oferta del Rey y ser quien liderara los esfuerzos para llegar a acuerdos, descalifica a quien la rechazó y hoy intenta descalificar a quienes han hecho al menos el esfuerzo de intentarlo.
Si se consigue que los descalificados no se sienten en el tablero de juego, a lo mejor la jugada la termina ganando el constitucionalismo y todos los españoles. Si no, el éxito de Ciudadanos por haber alejado el Pacto con Podemos se puede trocar en fracaso de todos. Pero empiezo a pensar que así como hay quien es capaz de lo que sea por lograr la Presidencia, también hay quienes son capaces de todo con tal de no concederle ni un mérito a Rivera.
El PP se empieza a parecer demasiado a una mujer despechada deseosa de venganza, más que a un partido responsable capaz de negociar para que el futuro de España no sea caer en manos de los soviets podemitas. Porque unas nuevas elecciones no alejarán ese riesgo, puede que todo lo contrario.
sábado, 27 de febrero de 2016
A ver si me explico...
A ver si consigo explicarme: Pedir que el PP dé un paso e intente sumar no es pedir que apoye a Sánchez, al menos no necesariamente, sino que se sume a intentar llegar a acuerdos; y este pacto puede ser el punto de inicio.
Eso no es apoyar a Sánchez a no ser que los negociadores del PP sean unos completos inútiles. Incluso podría ser forzar al PSOE a que quite a Sáchez de en medio, a lo mejor incluso a cambio de que el PP quite a Rajoy, sí. Negociar es ceder en cosas para conseguir otras.
Lo que es un insulto a la inteligencia es tratar de descalificar a C's diciendo que se han decantado hacia el PSOE por llegar a este acuerdo y no haberlo hecho con el PP. Pero ¿qué acuerdo ha propuesto el PP para poder haber acordado algo? ¿Acaso siquiera aceptó negociar su investidura y empezar a negociarla? ¿Es que no intentó Rajoy llegar a acuerdos con el PSOE? ¿Pretende un gobierno de coalición con el PSOE sin llegar a acuerdos con dicho partido? ¿Significará eso que se ha decantado hacia la izquierda como acusa a C's?
Lo que no se puede hacer es no hacer nada, criticando que otros hagan algo y esperando que alguien les proponga gobernar pero sin aceptar el encargo del Rey para formar gobierno. Ser la fuerza más votada implica actuar como la fuerza más votada y no ceder la iniciativa a otros. Y supone forzar a negociar incluso a los que no quieren hacerlo. Gobernar por la gloria de Dios es cosa de otros tiempos.
Y estas opiniones y posiciones pretendo evidenciarlas activamente, lo que en alguna medida me convierte en activista. Aunque mi activismo no parte de militancia en partido alguno, no; soy militante de España. Y sólo de España.
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