Ahora resulta que los que se dicen demócratas, van a organizar un acto escandalosamente antidemocrátio contra las sedes de un partido, el PP, sólo por el hecho de practicar la democracia y sus derechos constitucionales.
Estos descerebrados enemigos de la democracia y que dicen obrar en su nombre -librémonos de los salvapatrias- están convocando un acto que, además de ilegal, va contra la esencia misma de la democracia: van a coaccionar a un partido político legal y democrático por haberse manifestado en contra de un acto de gobierno. Y lo convocan con SMS desde un teléfono de la Generalidad. Glorioso.
El que estos totalitarios enemigos de lo más sagrado de la democracia, y de la libertad en sí misma, consigan su objetivo, no depende más que de que las instituciones funcionen o hagan dejación de sus obligaciones. Mucho me temo que será lo segundo. El PP convocó una manifestación ejerciendo un derecho constitucional; estos animales de bellota han convocado un acto de coacción violenta, e ilícito, ante las sedes de dicho partido tan sólo porque no le quieren reconocer dicho derecho a los dos millones y pico de personas que salieron a la calle legalmente.
Son la guardia de la revolución zapaterista. Son los herederos de los que sacaban a dar un paseo a los que no pensaban como ellos y los despachaban con un tiro en la cabeza (¡en nombre de la democracia!) en la tan evocada II República. Los mismos que quemaban iglesias y conventos y asesinaban a curas y monjas peligrosamente armados con rosarios y misales. Si los poderes públicos no son capaces de impedir lo que se avecina, debería de imperar el derecho a la legítima defensa para que los simpatizantes del PP los esperaran también con cacerolas para ver como suenan sus valientes cabezas contra ellas. Claro que ésto será tomado como una incitación a la violencia. Lo de los totalitarios no será considerado más que como una gracia.
Pues maldita la gracia: es un enfrentamiento civil en toda regla a lo que se está convocando y yo desde aquí hago un llamamiento para recibirlos como se merecen. A lo mejor ya llegó la hora del enfrentamiento de verdad. A lo mejor ya es el momento de esperar con la cabeza alta. Los que atacan son ellos; apréstense a la defensa.
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