martes, 24 de abril de 2007

Claro oscuro.

¿Ahora resulta que no había ni restos de sangre? ¿Es posible eso si los inmolados estaban vivos en el momento de la explosión?

Los testimonios de los testigos en el juicio del 11-M se han centrado, hoy martes, en la recogida de muestras tras la explosión del piso de Leganés. Todos los agentes que comparecieron coincidieron en que ninguno de ellos encontró esa documentación sobre ETA que la Policía atribuye al agente que vivía en el mismo edificio y que ni siquiera consta en el sumario. Tampoco encontraron casquillos pese a que en el sumario figura que los supuestos terroristas que estaban en el piso dispararon a los agentes cuando se vieron rodeados. Uno de los abogados de la acusación trató sin éxito de que algún testigo policial le explicara por qué no aparecieron restos de sangre en el piso. Los agentes alegaron que no llegaron a entrar. Sólo uno dijo que "claro" que había sangre. El testigo le desmintió.

Alguno de los agentes desplazados al piso de Leganés también declararon sobre el estado en el que aparecieron los cuerpos de los supuestos islamistas. Nada le llamó la atención, dijo uno. No vio que alguno de los supuestos islamistas tuviera un cinturón de explosivos adosado al cuerpo porque "estaban muy mutilados". A este agente, cuando se ha referido al vaciado de restos de la piscina, le llamó la atención el presidente del tribunal: "Está relatando cosas que me da la impresión que no ha visto". Al momento el policía reconoció que no estuvo presente durante ese vaciado.

Parece que lo que muchos decían que estaba claro, no parece estarlo tanto, ¿no?

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