jueves, 17 de mayo de 2007

Los peritos oficiales se apuntan a la conspiración.

Dicen que se contaminaron en las instalaciones oficiales en donde se custodiaban.
Así que sugieren una manipulación de pruebas, pues no otra cosa es el que ahora en vez de decir, como hasta hace poco, que los restos que apuntan a explosivos usados por ETA eran producto de la contaminación en la fabricación o en las minas mismas, hablen de que se contaminaron en las instalaciones oficiales en donde se custodiaban.

Toda una conspiración pues. Resulta que alguien debió de contaminar dichos restos para incriminar a la ETA, y ese alguien pertenece a las fuerzas de seguridad encargadas de la custodia de los restos. Y trabaja para el PP, claro. O al menos esto parece deducirse de su poco creíble teoría... 

Lo que es absolutamente increíble y esperpéntico es que después de tres años aún no se sepa qué explotó en los trenes. Y más esperpéntico aún es el que no quede ninguna prueba para analizar, pues han sido destruidas. ¿No sería eso también una conspiración para la eliminación de pruebas?

A ver por dónde salen ahora El País y el ABC cuando sus recientes informaciones no han sido confirmadas, sino todo lo contrario. A ver qué excusas dan ahora. A ver qué cuenta ahora la SER y la Cuatro con Gabilondo a la cabeza. Lo único concluyente del informe es que las pruebas se han esfumado, se han hecho desaparecer; y si no se acude a intentar analizar las ropas o los cadáveres de las víctimas, puede que nunca se sepa qué explotó. A este paso, puede que tampoco sepamos nunca qué pasó y quienes fueron.

Hoy, más que nunca, ¡queremos saber!

1 comentario:

  1. Mucho me temo que no lo sabremos nunca. La bola va creciendo y creciendo, aumenta de tamaño sin parar.
    No creo que llegue a alcanzar a nadie de lleno, más bien pienso que pasará de largo y la perderemos de vista para siempre.
    Indignante.

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