Rafael Simancas ha dimitido de su cargo de Secretario General de los socialistas madrileños.
Se veía venir y lo dije no hace mucho. Los socialistas madrileños no aceptan ser manejados a capricho de Blanco y Zapatero; por ello han conseguido desembarazarse de sus marionetas. Veremos como afecta esto a la ejecutiva federal. Este Zapatero consigue dividir hasta a los suyos. Bueno, llamar los suyos a los socialistas es exagerar y mucho; los suyos son los zapateristas y éstos cada vez tienen menos en común con los verdaderos socialistas y aún menos con las siglas del PSOE. Quizás sí con la primera, la de Partido, aunque en el sentido de roto.
Mientras los payasos de los seguidores incondicionales de Zapatero se entretienen en hacer cábalas sobre el futuro del PP y en intentar crear falsas polémicas sobre el liderazgo en dicho partido, en el suyo y ante sus propias narices se está empezando a preparar un verdadero terremoto. El presidente ha conseguido poner en su contra a los pilares fundamentales que le llevaron a ganar en el Congreso en el que fue elegido Secretario General: el partido de Madrid y el catalán de Maragall.
No es extraño que esté pues de rodillas ante ETA esperando un balón de oxígeno. Ahora no se ha atrevido siquiera a mandar a casa a De Juana ante la marejada interna. En un Congreso General del Partido hoy no conseguiría la mayoría; y no digamos si se presentara también Bono.
En efecto, se veía venir, hay demasiadas cosas ocultas ahí, demasiada manipulación.
ResponderEliminarPero no te preocupes, hombre, seguro que Wagnerbenito va corriendo a ofrecerse. E Inna de vice... ¿Como? ¿que la vice no dimite?... Vaaayaaaa... Tan bién que estaría la Tuna Forera en este Gobierno...