La Vicepresidenta del Gobierno contestó ayer en el Parlamento que, hablando de leyes, no se trata de imponer sino de convencer.
¡Y se queda tan fresca..! Lo del cinismo de esta juez nombrada a dedo por el anterior Gobierno socialista -que hizo una ley expresamente para poder nombrar a dedo a algunos jueces de su cuerda sin necesidad de aprobar oposición alguna- y que en realidad nunca pasó de Secretaria Judicial, es ya proverbial. No se despeina ni pestañea para decir los mayores disparates que sus borregos seguidores luego puedan esgrimir contra la oposición; y le da igual si es mentira lo que dice. Ni se inmuta.
Resulta que para no contestar a la pregunta de la oposición sobre si el gobierno va a hacer cumplir la ley de banderas o no, suelta este disparate de que la ley no se impone sino que se trata de que convenza.
Pues si es así, vamos listos. Para empezar, a mí hay muchas leyes que no me convencen, por lo que a partir de ahora me sentiré exento de su cumplimiento hasta que alguien logre convencerme. Y me dedicaré a aparcar en donde mejor me venga sin pagar el tiket municipal pertinente, y como llevo un coche potente, iré a la velocidad en la que yo y el coche vayamos cómodos, sin tener en cuenta la limitación que no me convence. Y de pagar la cantidad de impuestos que pago nada de nada, pagaré los que estime oportunos, nada más, pues pagar más no me convence. Y así todo.
A los ladrones no habrá que imponerles que cumplan la ley si no están convencidos de ella, al igual que a los violadores y demás tipos de desviados sexuales que no pueden contener sus impulsos y por ello no les convencen las leyes que impiden que se dejen arrastrar por ellos.
Y así, hasta el infinito. Y aún hay quien se refiere a ella como "eminente jurista" cuando jamás ha ejercido como tal y el título lo obtuvo por decreto y no por preparación demostrada en la exigida oposición al resto de los pertenecientes a la carrera judicial. Así nos va.
Pero resulta que la obligación del Gobierno es la de cumplir y hacer cumplir la ley... Claro que como no preparó oposiciones, se ve que no lo sabe.
Yo no sé si los del Gobierno son tontos, o sólo piensan que lo son sus votantes. Claro que lo más normal es que ambos tengan una cara de cemento armado.
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