martes, 30 de octubre de 2007

Educación para la Ciudadanía totalitaria

O la negación de la tal ciudadanía.

Hace ya dos meses escribí lo siguiente:

Por objetar a EPC son obligados a abandonar el centro mientras dura la clase.
Bonito ejemplo de educación ciudadana el que dan estos centros andaluces en los que se ha obligado a no estar en el centro durante el tiempo en que se imparte la signatura a la que han objetado. Se trata de una presión intolerable y un chantaje en toda regla a los padres, además de un incumplimiento de la ley.
Los padres dejan a sus hijos al cuidado y tutoría del centro, y este los manda a la calle da igual si hace sol o caigan chuzos de punta. Desatienden a los menores, los represalian y presionan con este chantaje a sus padres. ¿Y se dicen educadores? Se enseña más con los hechos que con asignaturas, cuando se trata de actitudes.
Es evidente que allí no están enseñando ni ciudadanía, ni democracia, y ni siquiera educación. Y lo hacen con nuestro dinero. El maltrato a los menores está prohibido por ley, aunque sea psicológico.
Y a eso se suman las mentiras. Las cifras de objetores que ha dado la Consejera de Educación andaluza son inferiores a las objeciones presentadas en un sólo municipio. En Lucena se han presentado 311 y esta mentirosa da la cifra de 252 para todo Andalucía.
Bonito ejemplo.

Hoy lo reitero ante la noticia de que un alumno ha sido expulsado del Instituto por no asistir a clase de dicha asignatura, haciendo uso del derecho de objeción al que se han acogido sus padres. La profesora de la tal "educación" le espetó en clase : "¿Tus padres quiénes se han creído que son?"

Pues sus padres, señora funcionaria de mala educación, son sus padres y tutores, los que tienen la obligación y el derecho de educar a su hijo en los principios éticos y morales que quieran; usted no es más que una triste funcionaria. Y además, nada democrática. Y nulo sistema educativo es el que pretende enfrentar a un hijo con sus padres.

2 comentarios:

  1. Un docente nunca ha de hablar mal a un menor de sus padres, es lo primero que se les enseña en magisterio, así que ya vemos lo que hace ésta asignatura con sus fánaticos defensores. ¿Y ésta gente es la que se llena la boca con que los alumnos aprenderán valores con ella?
    Alucinante.

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  2. Creo que los padres deberían denunciar este abuso, aunque claro, lo más fácil es contratar unos colombianos para hacer respetar los derechos porque si hay que esperar a la educación ciudadana de algunos profesores...

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