Debate por llamarlo algo, pues no es debate el intercambiar exposiciones cerradas, con tiempos acotados y sin permitir la discusión.
Pero bueno es el que se midan de alguna forma los candidatos y el que ello ofrezca a la opinión del votante no sólo las razones, que ya las exponen continuamente en mítines y propaganda electoral, sino la convicción con que se presentas éstas y la confianza que ofrece cada candidato.
En ese sentido, el ganador por revolcón es Rajoy. Empezó flojo y un tanto nervioso, pero se creció y se comió a un Zapatero a la defensiva, con poses artificiales, nervioso, con intervenciones cursis y empalagosas, y hasta balbuceante en algunos momentos. El lenguaje personal del presidente no transmitió ni seguridad ni convicción, y además volvió a mentir.
Y mintió a mi entender en tres ocasiones:
- Cuando dijo que el precio de la vivienda ha bajado
- Cuando dijo que hay una recesión económica mundial.
- Cuando dijo que "ni conoce" el Pacto del Tinell.
1.- No es cierto; la vivienda no ha bajado lo que ha bajado es el porcentaje de incremento del precio, pero la vivienda se ha encarecido en esta legislatura. Es ahora cuando a lo mejor comienza a bajar, pero no por mérito del Gobierno, sino como consecuencia de la burbuja inmobiliaria contra la cual no se creó ningún mecanismo corrector.
2.- No hay una recesión económica mundial, es mentira. La culpa de la crisis que padecemos no es imputable a eso pues no existe la tal recesión. Aún no, al menos. Es imputable a que no se ha hecho nada para corregir la burbuja inmobiliaria e hipotecaria, ni para impedir que nos afecte el precio del petróleo en mucho mayor medida que a otros países.
3.- Por supuesto que conoce el Pacto del Tinell,; su partido lo firmó y mal Secretario General del mismo sería si desconociera lo que su partido firma con otros. Y se ha hecho evidente en la forma en que se ha impedido al PP hasta presentar proposiciones y preguntas en el Parlamento. Ahora es la primera vez en la democracia en que no hay vigente ningún Pacto de Estado entre los dos partidos mayoritarios. Y es en el único país europeo en donde esto sucede.
Pero eso no es nada, Zapatero no supo defenderse de las diecinueve ocasiones en las que Rajoy le dijo que mentía. En ninguna. El acusó a Rajoy de mentir en tres ocasiones, pero desistió de ello al ver que la reacción y la defensa de éste le perjudicaba a él, y que la pelota se la devolvía convertida en un balón en tiro directo.
No le valieron a Zapatero sus ya manidos y agotados trucos. No se puede seguir a estas alturas atacando a un Gobierno que no es el que ha gobernado en estos cuatro años e intentando recordar supuestos errores del pasado de un Gobierno del que Rajoy ni siquiera era Presidente. El recurso a la vuelta de las tropas de Irak, o lo de la guerra "ilegal" sonó a falso, a manido, y además lo dijo sin convicción alguna.
Cuando Zapatero intentaba exponer los logros de este Gobierno, parecía que hubiera gobernado tan sólo en estos últimos tres meses, pues se refería a las propuestas que en ese periodo ha hecho y que ni siquiera están en marcha. No se puede exponer como un éxito de gobierno, por poner un ejemplo, las ayudas al alquiler para los jóvenes cuando ni siquiera se han empezado ni a aprobar las solicitudes. Ni argumentar como logro de su política social la Ley de Dependencia cuando aún no es una realidad presupuestada. Lo de presentar lo del AVE a Barcelona como un éxito tras los problemas que las prisas han acarreado, ya sonó a recochineo, máxime cuando dicho proyecto lo puso en marcha el PP en su anterior Gobierno.
Pero más que estos detalles está la impresión dada. Y la impresión era la de que Zapatero estaba semi-sonado, nervioso, poco convincente, y que Rajoy le vapuleó a placer, con contundencia y con convicción.
Yo borraría los discursos finales de los dos candidatos, por lo de artificiales y falsos. Además de poco convincentes al ser repeticiones, estudiadas y leídas, de textos que resultan hasta cursis. Las dos charlas de introducción tampoco me convencieron, ni de uno ni de otro. El recurso a datos y gráficos, decepcionante, pues nadie sabe si esos datos son ciertos, y de no serlos los espectadores no ven quien de los dos miente. Serían aspectos a analizar tras el debate y despacio, pero hablo de la impresión causada por el debate, no del contenido de los datos.
En definitiva, de haber un ganador, desde luego que ha sido Rajoy, por mucho que los adoradores del líder digan lo contrario. Lo dirían aunque Zapatero hubiera salido llorando, y no le ha faltado mucho. La salida del recinto de ambos líderes es para compararlas.
Ahora llegarán los sondeos y darán como ganador a Zapatero. Pero es lógico, tan sólo los votantes del PP darán ganador al PP, todos los demás dirán que ha ganado Zapatero. Y hasta se lo creerán.
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