Esperanza Aguirre va a pagar dramáticamente no haber dado en su momento el paso de propugnarse como alternativa a Rajoy. El linchamiento mediático está servido y la vergonzosa posición del PP, vía Cospedal, señalándola como si el PP de Madrid no fuera del PP, es algo para los anales de la Historia. Da la impresión de que todo lo que haga este PP antepone el interés de Rajoy y del partido -entendido éste como los dirigentes designados por el caudillo- a cualquier cosa. El problema es que esos intereses están ya al margen de la realidad.
La prueba es que Cospedal, tras decir anoche que el PP hará lo que sea por el bien de España, volvió a repetir que o gobierna Rajoy o el PP no hará nada por evitar un gobierno donde esté Podemos porque El PP "ha ganado".
O sea, que o ellos o a la porra el interés de España. Rajoy va a la tumba política y todos estos harán que el PP se entierre con el Faraón. Y sus votantes anonadados gritando ese "hemos ganado" que se ha impartido como descerebrada consigna que denota un nulo respeto al Parlamento además de un desconocimiento de lo que elegimos en unas elecciones generales.
Si en vez de ese falso triunfalismo se hubieran exigido responsabilidades por la pérdida sangrante de votos, a lo mejor hoy estábamos a otra cosa. El PP no quiso decir adiós a Rajoy y ahora se dice adiós al PP. El problema es que estos que no quieren decir adiós al PP forzarán el "adiós España" con su desmedida prepotencia y nula visión de la realidad.
Y eso que Rita no ha dicho ni pío, porque como abra la boca aquí no queda ni Pio; nunca mejor dicho.