En definitiva, el abogado general del Tribunal de Justicia Europeo apoya el criterio de nuestro Tribunal Supremo, según el cual la banca puede cometer cualquier fraude, pues si luego el tener que devolver el dinero cobrado de más pone en riesgo su negocio, se le perdona y se acepta que se quede con lo que ha quitado a sus clientes. Justicia, dicen.
Lo que me llama la atención es que dicha sentencia hace referencia a una situación coyuntural de debilidad de nuestra banca como justificación, ¿eso supondrá que cuando esa coyuntura se convierta en poderío y beneficios del negocio, sí lo devolverán? ¿Apostamos a que no? Pues eso.
Aunque al menos los perjudicados podrán recuperar parte de lo pagado de más desde mayo de 2013. Algo es algo. O sea, algo para que se callen.
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