jueves, 1 de febrero de 2018

Y sigue el niñato con la matraca.

Sí, este es uno de esos momentos "Te lo dije, pringao". Cs RECULA en la cuestión de la prisión permanente revisable, dándose cuenta de la cagada inicial y atendiendo a las encuestas. Ay, esos feligreses que se han quedado con el culo al aire. 😂😂😂
Comentarios
Jose Lopez Mera Aunque aplaudo que ya no apoyen - afirmativamente o absteniendose - esa derogación, la acción DEMUESTRA LA FALTA DE PRINCIPIOS de Cs, su ansia de poder y confirma su comportamiento VELETA.
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Antonio Elvira Aquí no hay más "pringao" que quien se pringa sumándose a campañas partidistas repitiendo consignas, y faltando al respeto a quienes no opinan como él. Pero cada cual se retrata como lo que es. 

Yo sigo opinando exactamente lo mismo, esa ley es un cuento chino y defenderla tal como está en absoluto es pretender ser más duro con los criminales. A quien se le aplique puede lograr estar en la calle a los 15 años.

En cuanto a esa enmienda a la propuesta del PNV parece que va en el sentido de endurecer las condiciones para acceder al tercer grado, que es por donde se puede burlar la prisión permanente tal como está actualmente y por lo que no se cumplen las penas. 

O sea que Cs no va a ir en el sentido de derogar la Prisión Permanente Revisable, sino en el de impedir la alegría con la que se hacen ineficaces las penas con ese tercer grado, que en el caso de la ley tal como está permitiría que se aplicara a los 15 años.

Me parece una buena e inteligente jugada política de Cs para desarmar la demagogia con la que se está usando en su contra el que no apoye esta ley, y que aprovecha torticeramente el caso Quer para intereses políticos, dirigiendo una campaña de recogida de firmas con el único objetivo de atacar y debilitar a Rivera diciendo que defiende al criminal.

Esta iniciativa parlamentaria no sólo desmonta esa falacia sino que evidencia que su intención es ser menos laxo con los criminales, que es lo que quieren quienes firman la petición de no derogar la ley inducida por el PP.

La nueva batalla está servida.

Yo, como no soy político ni espero recompensas de nadie, no necesito actuar políticamente para eludir o anular a los marrulleros, ni mucho menos a un maleducado soberbio. Sigo opinando lo que siempre opiné, esa ley es un cuento electoralista y, tal como está, no es garantía de menos laxitud con los criminales. No soy yo quien va enseñando el culo, joven.

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