Las prometidas sorpresas en los nombramientos ministeriales se han quedado en agua de borrajas. Se ve que Sánchez no ha podido convencer a personajes de postín, sobre todo para Justicia, por lo que recurrió a un juez que vive de la política desde tiempos inmemoriales al servicio del PSOE.
Pero a pesar de ello parecía tener la ventaja de que apartaba de poder influir en la justicia a la coleguita de Garzón y Villarejo.
Pero no, la sorpresa ha sido proponer Fiscal General del Estado a quien ha fracasado como Ministra hasta el punto de haber sido reprobada tres veces. Sánchez culmina el control de la Justicia. Ahora tiene que pronunciarse el CSPJ, aunque su opinión no es vinculante.
Lo que esto sí parece asegurar que el PP no va a entrar a renovar dicho Consejo en estas circunstancias.
Eso de "Marlaska maricón" parece que ha tenido su aquel y parece que al Ministro le pone. Así que mis temores de que Baltasar Garzón tuviera poder se han confirmado. Y de pasao, Sánchez, cumple con sus socios independentistas cargándose a la actual Fiscal.
Menuda sorpresa.