miércoles, 3 de junio de 2020

¡Viva yo!


Ese "¡viva el 8M!" de Sánchez es en realidad eso, un ¡viva yo", y por encima de todo; de la justicia, de la democracia, de la ley, de España, y hasta de la vida ajena.

Decididamente, es un psicópata sectario cuyo único objetivo es el poder por encima de todo. Un peligro para la convivencia, la democracia y el progreso que ha propiciado que seamos el país más castigado por la pandemia a nivel sanitario, económico, social y político.

Un gobernante que necesita de la crispación y el enfrentamiento para mantenerse en el poder no es digno de permanecer en él, además de ser un desastre para la sociedad que lo padece.

Esa manifestación que ahora jalea, y que entonces alentó, ya había sido prohibida en Italia para contener la expansión del virus el día 2 de marzo, con la misma información que tenía él. Es el máximo responsable de que tengamos un índice de mortalidad mayor que los países de nuestro entorno, posiblemente el mayor del mundo. 

Es él quien debería acabar sentado ante un tribunal si lo que pretendemos salvar es la democracia ya que, por su culpa, no pudimos salvar miles de vidas.

Y tiene quienes le aplauden y apoyan, claro. Todos los psicópatas que llegaron al poder los tuvieron, no hay más que repasar la Historia.