Aquí de lo que se trata en definitiva es de encontrar otra forma de financiar nuevas construcciones. En este caso extendiendo lo que siempre fue cooperativismo para que los promotores fueran los propietarios, a llegar a compartir su intimidad en un retorno a aquellas comunas hippies de los 60 que podrían servir tan sólo para el final de la vida sustituyendo, en cierta medida, las residencias de mayores. Pero no como "proyecto de vida" sino más bien a cómo finalizar la vida.
Mucho cuento filosófico, ecologista, regenerativo y de sostenibilidad para lograr, en definitivo, poder proyectar y construir en la próxima crisis que se nos viene encima y que no sólo se derivará de la pandemia. Y que, hablando de pandemias, serán un foco de transmisión de primer orden.
Lo dicho, el intento de unos pocos de cambiar el modo de vivir para poder vivir ellos de otro modo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si no quiere comentar como usuario de Facebook puede comentar aquí con su ID de Google o de cualquier otro modo.