Parece que tras la cumbre de la OTAN y de las elecciones andaluzas habrá movida en el Gobierno. Todo apunta a que Margarita Robles no aguanta más y dimitirá; no sé qué recibirá a cambio por su silencio, pero algo jugoso, seguro.
Sánchez puede que aproveche para hacer una crisis de Gobierno y quitarse de encima a algunos elementos quemados; algunos más bien abrasados. El problema es que conociendo al personaje y tras ese terremoto necesitará los apoyos independentistas para seguir con el Falcon hasta ver donde se coloca como ex presidente. Suena la Secretaría General de la OTAN, a cuyo titular actual se ha llevado a la finca Quintos de Mora, lugar privilegiado y una de las fincas de caza más célebres de nuestro país propiedad de todos los españoles y en donde pasó las vacaciones navideñas con familia y amigos.
Como digo, el problema puede ser que para seguir en el Falcon meta en el Gobierno a elementos muy cercanos a ese independentismo vasco y catalán a cambio de cualquier cosa, pues este elemento no tiene ni escrúpulos ni freno. Y haga lo que haga será aplaudido por los medios del pesebre.
Así que aprovechará el verano para endilgarnos cualquier dislate aprovechando que estaremos de playa, piscina y cervecita. Aunque tal como pinta todo, no todos puedan permitírselo.
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