La crisis sanchista.

No hace mucho comenté que parecía que Sánchez preparaba una crisis de Gobierno para julio, una vez pasadas las elecciones andaluzas y la Cumbre de la OTAN, pero parece que el batacazo andaluz y la presión de sus barones va a forzar primero una crisis en el PSOE, con la convocatoria del Comité Federal a finales de julio, y que éste no va servir para reflexionar sobre el batacazo sino para cortar cabezas y así evitar que la cabeza que peligre sea la de Sánchez. Luego ya vendrá la crisis de gobierno tras el verano.
Así que Lastra y compañía parece que serán quienes paguen el pato andaluz, que el autócrata y bien amado líder no puede ser salpicado por fracaso alguno aunque todos sepan que es el máximo responsable de lo que ocurre. El PSOE ya no es un partido al servicio de una ideología sino al servicio de Sánchez y de sus intereses. Una máquina de poder capaz de cualquier cosa para mantener al líder justo hasta el momento en el que éste decida dejarlos tirados en cuanto encuentre una salida personal que le permita seguir viviendo del cuento mientras espera la ocasión de cumplir su máximo sueño: ser el Presidente de la III República, que no sé si será Española o Insular Europea del Archipiélago de los reinos de taifas.