El PP guardiolista.

El problema del PP es que se cree la propaganda de la izquierda. Vox no niega la violencia machista ni la intrafamiliar, lo que niega es la ideología de género, cosa distinta. Pero la propaganda populista de izquierda pretende colar la mentira de que Vox va contra las mujeres. Y el PP -por boca de su candidata a presidir Extremadura- abona esa mentira, lo que dificulta enormemente la unidad de la derecha. O sea, dificulta la expulsión del sanchismo del poder.
Lo que ha sido una evidente victoria del deseo de los votantes -el pacto en la Comunidad Valenciana- y que despertó la esperanza en la derecha social de que se repitiera a nivel nacional, se ha convertido en un problema para el PP, lo que ha generado una reacción más extremista en Vox. Por lo que el PP se ha convertido en un problema para "derogar" al sanchismo. Lo único que parece esperar es que caiga solito.

La ilusión y el entusiasmo para ir a votar está empezando a ser sustituido por la melancolía, la decepción y la tentación de la abstención. Parece que la derecha se encamina a aquello de "entre todos la mataron y ella sola se murió". Ésta es la triste realidad. Y no parece que haya indicios de cambiarla.