sábado, 29 de julio de 2023

Desilusión creciente.

 



Esto no tiene arreglo. Si fuéramos a una repetición de elecciones Moreno Bonilla se ha cargado la posibilidad de que la derecha alcance el Gobierno. Pero es que, además, se van a cargar al PP, pues ese discurso es totalmente opuesto al de Ayuso un día antes.
Hay veces que el tener razón sirve para limar diferencias en unas negociaciones, pero el exponer esas razones en público de forma imprudente, se carga hasta la posibilidad de negociar.
Si das tu voto al PP ¿qué van a hacer con tu voto; lo que dice Ayuso o lo que hace Moreno Bonilla? Eso lleva a la abstención. Eso no produce ilusión alguna.
Esa ilusión es la que ha llevado a Ayuso a una mayoría absoluta sin provocar rechazo ni enfado en quienes pueden variar su voto dentro del bloque de derechas, pero que no lo dará a nadie si ve que en ese bloque se están despedazando haciendo lo mismo que hace el verdadero rival. No hay más que ver quienes aplauden esa descerebrada estrategia. Ese discurso de Bonilla vale para hacerlo internamente y en negociaciones con Vox, pero si lo hace público se carga la posibilidad de esas necesarias negociaciones.
El País y el PSOE aplauden lo dicho por Moreno Bonilla y atacan a Ayuso. Esta imbecilidad va a terminar dividiendo aún más a la derecha provocando que la derecha social se desengañe de quienes pretenden representarla.
Moreno Bonilla ganó por mayoría absoluta por una nefasta campaña de Vox que hizo que buena parte de sus votantes votara al PP. Pero no ser consciente de que PP y Vox comparten esa derecha social hará que esa derecha social se quede en casa sin votar a uno ni a otro.
La derecha necesita de una refundación global que implique una estrategia conjunta contra un enemigo bien definido y que sea drástica contra el cainismo. O eso o la izquierda gobernará eternamente.
En el recuerdo colectivo perduran más los discursos de enfrentamiento entre los dos partidos de la derecha nacional y sus descalificaciones e insultos mutuos, que los argumentos contra el sanchismo. Eso ha impedido que pueda gobernar, que no me vengan con la idiotez de que la culpa la tienen las encuestas. No, la culpa es de la idiotez que se ha apropiado de las cúpulas de PP y Vox. Y además, esa culpa es directamente proporcional al peso de cada uno de esos partidos.
Es el PP el que está evidenciando que tiene dos almas y eso no es atractivo ni ilusionante. Y que carece de la inteligencia necesaria para lavar la cara a su socio necesario y apoyarlo defendiéndolo de los ataques y descalificaciones del enemigo. Es más, es que ha ayudado a crear el "monstruo" que el sanchismo usa para aglutinar apoyos que eviten que pueda alcanzar el poder.


Y no parece que haya la más mínima intención de corregir este tremendo error.

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