Sigo insistiendo en que no hay mayor imbecilidad que intentar demostrar alejamiento de Vox para "desmontar" el argumentario de la izquierda contra el PP. Para desmontar ese argumentario lo que hay que hacer es aclarar que Vox es un partido constitucionalista y democrático, mucho más que los socios de Sánchez. Se trata de evidenciar la mentira de la izquierda, no de creérsela y pedir disculpas.
El votante de derechas quiere desbancar a la izquierda y le importa un bledo el reparto de sillones o la exhibición de quien la tiene más larga. En esa exhibición puede pasar como en el chiste aquel de "¡cuidado que viene el tranvía!" y se lleve por delante la larga y la corta.
Si el PP no puede gobernar sin el apoyo de Vox tiene que llegar a un acuerdo con Vox. Esta soberana estupidez murciana nos está insultando a quienes hemos aplaudido que en nuestras CCAA se haya respetado a los votantes y se hayan llegado a acuerdos que fundamentalmente acaban con el social comunismo.
Si el objetivo es la poltrona y no éste, puede que los votantes perdamos el interés en que se juegue con nuestro voto y todo se quede en el cuento de la lechera. Quienes no saben administrar nuestros votos no sabrán administrar nada. Es increíble cómo Feijóo da pasos atrás cada vez que parece avanzar. Si tiene un equipo que le impide ese avance -Teodoro habemus- , que se desprenda de él y aprenda de quien sí ha sabido respetar a los votantes de derecha y por ello ha logrado la mayoría absoluta que le permite gobernar en solitario. Sin esa mayoría esa pretensión no es más que un obstáculo para lograr el objetivo.
Ayuso, hazles entrar en razón.
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