viernes, 12 de julio de 2013

El fascismo es socialista.

Nicola Bombacci. La historia de un comunista que se adhirió al fascismo

Presentamos en este hilo al inigualable Nicola Bombacci, el que fue una de las mayores figuras del comunismo italiano, siendo fundador junto a Gramsci del Partido Comunista Italiano (PCI), amigo personal de Lenin y admirador de la revolución bolchevique. Era conocido por las capas burguesas italianas bajo el apodo de “El Papa Rojo”, debido a sus incendiarias proclamas contra la burguesía que asolaba la Italia de entonces.

Una vez analizada la figura de quien se va a fundamentar el objetivo del hilo, vamos a repasar algo sobre su vida y de cómo uno de los máximos exponentes del comunismo italiano viviera sus últimos días junto a Benito Mussolini.

Nicola Bombacci nació en el seno de una familia católica de la Romagna, un 24 de Octubre de 1879. Ingresó en un seminario, pero tras la muerte de su padre lo abandonó.

En 1903 ingresa en el Partido Socialista Italiano y empieza a estudiar para profesor, ya que su vocación socialista le instaba a ayudar a las clases más desfavorecidas pero de forma temprana su espíritu le llevará a dedicarse exclusivamente a la revolución socialista. Su entereza, su carisma y sus aptitudes le llevarán a ser Secretario del Comité Central del partido y diputado, donde conocerá nada más y nada menos que a Benito Mussolini.

En oposición a los socialdemócratas, que representaban la línea más moderada del partido, fundará como respuesta junto a Gramsci el Partido Comunista Italiano (PCI), y viajará durante los años 20 a la URSS con ánimo de empaparse de la experiencia que la revolución bolchevique estaba dando al mundo y a la historia. En Rusia conoce a Lenin y pronto establece una amistad con él, el cual le diría en una recepción en el Kremlin aquellas famosas palabras acerca de Mussolini: “En Italia, compañeros, en Italia sólo había un socialista capaz de guiar al pueblo hacia la revolución, Benito Mussolini”.

Debido a su fundamental papel como principal representante del comunismo italiano, se gana la oposición de la burguesía italiana, que pronto comienzan a apodarle como “El Papa Rojo”. En esta época coincide el ascenso del fascismo, cuyos escuadristas se enfrentan a la violencia propagada por los comunistas. De esta forma Nicola Bombacci reconoce la misión de detener el ascenso del fascismo, y escribe en sus periódicos la necesidad de defender a toda costa la revolución comunista frente a la revolución fascista.

Es una época en la que los escuadristas de camisa negra cantan canciones irreverentes como:
“No tengo miedo de Bombacci / … con la barba de Bombacci haremos pazzolini / para abrillantar la calva de Benito Mussolini”

Es en esta misma etapa en la que Bombacci empieza a discernir con sus compañeros de partido, siendo la decisión entre nacionalismo e internacionalismo una de las principales cuestiones. Bombacci se decanta por el nacionalismo, al contrario que sus compañeros.

En el año 1922 los fascistas marchan sobre la capital del Tíber, y Bombacci dados sus altos cargos en el partido viaja con frecuencia, estando presente en el IV Congreso de la Internacional Comunista en representación de Italia, así como en el Comité de acción antifascista, y son continuas sus entrevistas con altos cargos bolcheviques. Se convierte de esta manera en un ferviente defensor de la URSS en su partido, proclamando discursos con cierto carácter nacional-revolucionario que incomodaba en cierta manera a los compañeros de partido, los cuales no dudan en tildarlo de traidor a la causa comunista, y le piden que se retracte, ya que no comprenden que un comunista no reniegue de su patria.

De esta manera Nicola Bombacci se verá apartado de forma progresiva de las líneas centrales del partido, viéndose marginado y condenado al ostracismo político. A pesar de ello seguirá manteniendo contacto con ciertos bolcheviques rusos y la propia embajada rusa, debido a su profunda admiración hacia la revolución bolchevique y a sus promotores, que los consideraba como un ejemplo a seguir en cuanto al amor a la patria y el carácter nacional que a la revolución se le otorgaba. Es expulsado definitivamente del partido en 1927. Tras su expulsión, Bombacci, sin renegar en su empeño por la revolución socialista, pasa a unos años de silencio que se prolongarán hasta 1936 cuando lanzará su editorial y revista homónima bautizada La Veritá (La Verdad).

Es durante esos años de silencio en los que Bombacci vivirá un proceso lento en el que cada vez más ve en Mussolini al auténtico héroe socialista. Se siente acogido por el “ala izquierdista” del fascismo, donde ve proyectadas todas sus proclamas revolucionarias y socialistas en el corporativismo y en las leyes sociales fascistas, a las que otorgará el más puro significado de su ideal socialista, a lo que se referirá al respecto: “todo postulado es un programa del socialismo” en 1928. Cabe indicar que Bombacci no se pasa al fascismo, sino que valora y admira la obra propugnada por Mussolini, no adhiriéndose en ningún momento al Partido Fascista, ni tampoco se dejó conquistar por los cargos que Mussolini le ofreció, así como nunca renegó de sus origenes puramente comunistas.

Vio en el corporativismo el mayor enfoque hacia la revolución socialista, y le otorgó en este sentido un significado mayor que al comunismo, considerándolo como el verdadero socialismo puesto en práctica. Aún así no olvidó sus orígenes comunistas, y en 1936 en la revista La Verità confesó su adhesión a la causa fascista, pero también al comunismo:

“El fascismo ha hecho una grandiosa revolución social, Mussolini y Lenin. Soviet y Estado Fascista corporativo, Roma y Moscú. Mucho tuvimos que rectificar, nada de que hacernos perdonar, pues hoy como ayer nos mueve el mismo ideal: el triunfo del trabajo”

Influye con asiduidad en Mussolini, a quién propondría un programa económico basado en la autarquía como modelo para hacer de Italia un país independiente y enfrentarse de esta manera a las naciones capitalistas y plutocráticas. Por ello apoya decididamente la intervención en Etiopía en 1935, pero no como una campaña colonial, sino como preludio del enfrentamiento entre los países “proletarios” (entre los que estaría la Italia Fascista) y los “capitalistas” que irremediablemente deberá llegar, esa “revolución mundial que reestablecerá el equilibrio mundial”. La acción italiana sería una “típica e inconfundible conquista proletaria” destinada a derrotar a las potencias capitalistas y cuya experiencia “deberá ser asumida como un dato fundamental para la redención de las gentes de color, aún bajo la opresión del capitalismo más terrible”.

Entre los años 1936 y 1943 su editorial se declara en ruina económica, pero a pesar de las ayudas ofrecidas por Mussolini jamás quiso perder su estatus de independencia, aunque en ocasiones deba aceptar subvenciones del Ministerio de Cultura Popular.

En esta etapa pasa por una profunda reflexión de su pasado y sus errores, y comenzará una serie de ataques a la URSS, a la que se referirá expresamente que “nosotros proclamamos con la conciencia limpia que la Rusia bolchevique de Stalin ha devenido en una colonia del capitalismo masónico-hebraico-internacional...”. La alusión antisemita no es nueva en Bombacci, ni en los teóricos socialistas de principios de siglo, pues no debemos olvidar que el antisemitismo judío encarnaba la figura del odiado capitalista, y no como componente racial. Catalogará así a Stalin de traidor a la causa socialista y a la revolución, y destripará las condiciones reales del “paraíso” comunista en la URSS, así como sus medidas adoptadas por éste para destruir todos los logros del socialismo leninista. En 1943 resumía su posición al respecto:

"¿Cuáles de las dos revoluciones, la fascista o la bolchevique, hará época en el siglo XX y quedará en la historia como creadora de un orden nuevo de valores sociales y mundiales?.
¿Cuáles de las dos revoluciones ha resuelto el problema agrario interpretando verdaderamente los deseos y aspiraciones de los campesinos y los intereses económicos y sociales de la colectividad nacional?.
... ¡Roma ha vencido!
... Moscú materialista semi-bárbara, con un capitalismo totalitario de Estado-patrono, quiere unirse a marchas forzadas (planes quinquenales), llevando a la miseria más negra a sus ciudadanos, a la industrialización existente en los países que durante el siglo XIX siguieron un proceso de régimen capitalista burgués. Moscú completa la fase capitalista.
... Roma es bien otra cosa.
... Moscú, con la reforma de Stalin, se retrata institucionalmente al nivel de cualquier Estado burgués parlamentario. Económicamente hay una diferencia sustancial, porque, mientras en los Estados burgueses el gobierno está formando por delegados de la clase capitalista, el gobierno está en mano de la burocracia bolchevique, una nueva clase que en realidad es peor que esa clase capitalista porque sin control alguno dispone del trabajo, de la producción y de la vida de los ciudadanos."

Tras la caída del estado fascista, Mussolini reúne a sus más fieles, casi ninguno de alto rango, que aún creen en la revolución fascista y proclama la República Social Italiana. Nicola Bombacci se declarará fiel a Mussolini y firmará su compromiso real a la República Social, viendo en ella una esperanza para llevar a cabo su sueño de una revolución que otorgue a los trabajadores de un auténtico socialismo. Como Bombacci se le unen otros conocidos intelectuales de izquierda al nuevo gobierno como Cario Silvestri (diputado socialista después de la guerra defensor de la memoria del Duce), Edmondo Cione (filósofo socialista que será autorizado a crear un partido socialista aparte del Partido Fascista Republicano), etc.

“Estoy hoy más que ayer totalmente con usted”, le confesó Bombacci a Mussolini, “la vil traición del rey Badoglio ha traído por todos lados la ruina y el deshonor de Italia pero le ha liberado de todos los compromisos pluto-monárquicos del 22.
Hoy el camino está libre y a mi juicio se puede sólo recorrer al resguardo socialista. Ante todo: la victoria de las armas.
Pero para asegurar la victoria debe tener la adhesión de la masa obrera. ¿Cómo? Con hechos decisivos y radicales en el sector económico-productivo sindical...
Siempre a sus órdenes con el gran afecto de treinta años ya.”

Se inicia en la República Social Italiana un proceso denominado como de “socialización”, consistente en la promulgación de leyes claramente de inspiración socialista, en cuanto a la creación de sindicatos, cogestión de las empresas, distribución de beneficios, nacionalización de los sectores industriales de importancia. Todo ello se verá plasmado en el Manifiesto de Verona, un documento de gran importancia que será propuesto por Mussolini y Bombacci.

Viajará al norte y se reinstalará cerca de su amigo Walter Mocchi, otro veterano dirigente comunista convertido al fascismo mussoliniano que trabaja para el Ministerio de Cultura Popular. En esta etapa Bombacci tampoco aceptará ningún sueldo ni tampoco prebendas (sólo a principios de 1945 aparecerá su nombre en una lista de propuestas de nóminas del ministerio de Economía o como Jefe de la Confederación Única del Trabajo y de la Técnica).

Bombacci propone la creación de comités sindicales, abiertos a no militantes fascistas, elecciones sindicales libres, viajará a lo largo de las fábricas del industrializado norte (Milán-Turín) explicando la revolución social del nuevo régimen y el porqué de su adhesión. Escribirá el 22 de Diciembre de 1944 al Duce:

“He hablado una hora y treinta minutos en un teatro entregado y entusiasta... la platea, compuesta en la mayor parte por obreros ha vibrado gritando: Sí, queremos combatir por Italia, por la república, por la socialización... por la mañana he visitado la Mondadori, ya socializada, he hablado con los obreros que forman parte del Consejo de Gestión que he encontrado lleno de entusiasmo y comprensión de esta nuestra misión.”

Pero Mussolini asume la derrota de Italia en la guerra, y propone la entrega del poder a los socialistas, integrados en el Comité Nacional de Liberación, antes que a los dirigentes derechistas del sur.

En los últimos meses de la RSI, Bombacci no desistió en la misión de seguir atrayendo a las masas populares y explicarles en qué consistía la socialización, un paso revolucionario sin igual en el mundo el cual más se acercaba a la causa socialista.

A finales de 1944 se publicaba un opúsculo titulado “Esto es el bolchevismo”, reproducido en el periódico Crociata Itálica en marzo de 1945, Bombacci insiste en las críticas hacia las desviaciones estalinistas del comunismo real que ha destruido el verdadero sindicalismo revolucionario en Europa con las injerencias rusas.

Nicola Bombacci se quedará hasta el final con Mussolini, a pesar de que todo estuviera ya perdido, y proféticamente habla de ello a sus obreros en una de sus últimas apariciones públicas, el 14 de Marzo de 1945:

“Hermanos de fe y de lucha... yo no he renegado a mis ideales por los cuales he luchado y por los que, si Dios me concede de vivir aún más, lucharé siempre. Pero ahora me encuentro en las filas de los colores que militan en la República Social Italiana, y he venido otra vez porque ahora que si va en serio y es verdaderamente decisivo reivindicar los derechos de los obreros...”

Finalmente es atrapado por un grupo de partisanos comunistas, y la mañana del 28 de Abril era puesto contra el paredón en Dongo, al norte del país, a su lado Barracu, un valeroso excombatiente, mutilado de guerra; Pavolini, el poeta-secretario del partido; Valerio Zerbino, un intelectual, Coppola, otro pensador. Todos gritan ante el pelotón que los asesina “¡Viva Italia!” mientras y no deja de ser una paradoja, fiel reflejo de la controvertida personalidad de Nicola Bombacci, que éste, mientras caía su cuerpo acribillado por las balas de los comunistas, gritase: “¡Viva el Socialismo!”

lunes, 29 de abril de 2013

¿Qué es la "prima de riesgo"?


La prima de riesgo

299

29/04/2013@15:45
Récord Zapatero
(22.11.2011)
468,60
Rescate Grecia
500
Rescate Irlanda
544
Rescate Portugal
517
¿Qué es la prima de riesgo?
La prima de riesgo es un índice diferencial de deuda. En el caso español, es la diferencia entre la rentabilidad del bono español a 10 años y el de Alemania
¿Cómo se calcula la prima de riesgo?
Para calcular la prima de riesgo basta con restar la rentabilidad del bono español con el alemán. Se utiliza el alemán ya que Europa supone que es el país cuya deuda tiene menor impacto. Tomando cifras actuales, la rentabilidad del bono español es de 0,42100%, mientras que la del alemán está en el 0,12200%. Realizamos la resta: 421-122=299 y obtenemos un valor de la prima de 299.
¿De qué depende la prima de riesgo?
Como hemos visto, depende del interés de los bonos de Alemania y España a 10 años. Si el interés del bono español sube más que el alemán también lo hace la prima, mientras que si baja o sube menos que el de Alemania, la prima baja. Los intereses de los bonos dependen de muchos factores como la nota de las agencias de calificación, las bolsas del país, el déficit del Estado, la marcha de la economía y el PIB, la tasa de paro o las políticas económicas del Gobierno.
¿Por qué es tan importante la prima de riesgo?
Cuánto más alta sea la prima y el interés más tendrá que pagar el estado por emitir la deuda, necesaria para financiarse. Nos costará más financiarnos y hará que el déficit aumente y sean necesarios más recortes para mantenerlo. Cuando la prima llega a unos niveles excesivamente altos puede considerarse que existe el riesgo de que el país no pague a sus prestamistas, y se declare en quiebra. En países vecinos, antes de que esto suceda, la unión europea les 'rescata': inyecta una cantidad de dinero importante que permita pagar la deuda y rebaje las necesidades de emitirla a cambio de intervenir en las políticas económicas del país para recortar gastos.

Bonos genéricos a 10 años

- España: 0,00421%
- Alemania: 0,00122%

Prima de riesgo en otros países europeos

- Francia: 0,70
- Italia: 436,01
- Grecia: 2.262,02
- Irlanda: 685,23
- Portugal: 804,18

de http://www.laprimaderiesgo.com/

domingo, 27 de enero de 2013

Ángeles Pedraza replica a Iñaki Ezquerra

Ángeles Pedraza

Verdad. Memoria. Dignidad. Justicia. Empiezo directamente con estas cuatro palabras que son algo más que un conjunto de letras. Son valores. Son columnas. Son el sostén de mi trabajo diario al frente de la Asociación Víctimas del Terrorismo. Sólo las siglas AVT deberían infundir un respeto brutal en todos aquellos que hablan tan ligeramente de la lucha contra el terrorismo y el papel de las víctimas. Y deben infundir respeto porque la AVT ha sido el único bastión en esta lucha a lo largo de décadas.

Pero no quiero ocupar estas líneas en recordar los méritos y los logros de la AVT y son de sobra conocidos. Vengo a hablar de dolor. Por desgracia, en el trabajo diario de la Asociación Víctimas del Terrorismo, el dolor es algo habitual. Demasiado en los últimos tiempos. Trabajar atendiendo a personas a las que les han arrebatado de las manos a sus seres queridos o que sufrieron el ataque del enemigo oscuro y oculto del terrorismo no es nada fácil. Eso es dolor. Eso hiela la sangre.

Como presidenta tengo que mantener el tipo para que la sangre no se me hiele. Para mantenerme serena cuando una víctima viene a contarme que ha vuelto a acudir al psicólogo porque un etarra ha sido nombrado Senador o porque no puede aguantar ver como los que aplaudieron la muerte de su hijo están gobernando en la tierra que ama, su adorado País Vasco. Tierra de la que tuvo que irse después del asesinato de su hijo por miedo y por sentirse señalada.

Pero seguro que esto ya lo conocen de sobra. Ese miedo con el que el terrorismo de ETA persiguió a la sociedad española durante tantos años. Lo duro es que quizás las víctimas tengamos ahora que pedir permiso a algunos políticos para seguir teniendo miedo, para seguir desconfiando de los que asesinaron a nuestros seres queridos y para clamar Justicia. Porque ese es el camino que, por desgracia, llevan las cosas.

Y tampoco vengo a hablar de ese miedo. Este artículo trata del miedo que sentí el otro día al leer el artículo de Iñaki Ezkerra en ABC titulado “Las víctimas y la sangre helada”. Sentí un miedo atroz a la soledad. Sentí un miedo repugnante a que aquellos que tienen que defendernos con uñas y dientes nos den de lado. Sentí un miedo incómodo al darnos cuenta de que empezamos a ser una molestia para aquellos que todavía corren raudos y veloces para hacerse fotos a nuestro lado en los homenajes.

Se acabaron esas fotos. No habrá más. Porque las víctimas del terrorismo estamos cansadas de palabrería. Queremos que los políticos se quiten la careta y digan la verdad: ¿del lado de quién están? ¿Cómo permiten que Ezkerra, asesor del Partido Popular, se dé el lujo de decirnos en un artículo a toda página en ABC lo que tenemos que sentir o no sentir las víctimas del terrorismo? ¿Cómo se atreve el señor Ezkerra a decirnos qué es lo que tiene que helarnos la sangre?

Señor Ezkerra, mi sangre lleva helada desde que el terrorismo se llevó a mi hija de mis brazos. Señor Ezkerra, la sangre de los familiares de los 829 asesinados por ETA lleva helada desde que su mazo asesino golpeó su vida. Señor Ezkerra, la sangre de los miles de heridos por ETA lleva helada desde que ven cómo los asesinos y sus amigos van ganando terreno día a día.

Esos y no lo que usted dice en su artículo son cosas que hielan la sangre. Pero le voy a decir aún más, señor Ezkerra: con esas palabras, usted ha contribuido a helar la Memoria y la Dignidad que nos merecemos y que yo seguiré defendiendo con uñas y dientes al frente de la AVT acompañada de las víctimas del terrorismo. De todas y cada una de las víctimas del terrorismo.

Se permite usted el lujo de hablar de desunión y enfrentamientos entre las víctimas del terrorismo. Podremos tener nuestras diferencias evidentemente. Somos humanos. Pero entérese bien señor Iñaki Ezkerra (y todo el que quiera enterarse): en lo referente a desear la derrota TOTAL de ETA y la denuncia de que las cosas se están haciendo muy mal no hay ni la más mínima grieta dentro del colectivo de víctimas del terrorismo. Y quizás usted lo pueda comprobar muy pronto.

Comenté hace unos meses que 2013 iba a ser el peor año de la lucha contra el terrorismo. Usted, con su artículo, me da más motivos para sostenerlo. No obstante le enumero algunos asuntos: Bolinaga humillando a las víctimas, un imputado por pertenecer a ETA en el Senado, homenajes a etarras en las calles, denuncias de la AVT archivadas en la Audiencia Nacional,… ¿Quiere que siga? Lo que no esperaba, señor Ezkerra, es que tenía que tener miedo de los que supuestamente tenían que defendernos a todas y cada una de las víctimas del terrorismo.

Hago una invitación al señor Iñaki Ezkerra y a todos los que han propiciado y defendido su artículo en ABC. Les invito a venir a la sede de la AVT, a la Casa de las Víctimas, a leer ese texto mirándoles a los ojos, sosteniéndoles la mirada. Si lo hace, quizás es que sea usted quien tiene la sangre helada.

A veces tengo la sensación de que estos miedos forman parte de una pesadilla que no acaba. Que nada de esto está pasando en realidad. Pero despierto y cada día veo una nueva victoria de los terroristas, humillando a las víctimas del terrorismo. Una democracia no puede permitir que la Memoria de aquellos que son héroes sea ultrajada de manera sistemática. Si eso pasa es que algo se está haciendo mal.

Es terrible que quieran silenciarnos de esta manera. Vemos como por todas partes quieren dar y atribuirse la condición de víctima aquellos que no han sentido el cruel zarpazo terrorista. Lo único que quieren es diluirnos, dejarnos en un segundo plano y posar para una foto de un final en el que las víctimas del terrorismo somos ese invitado incomodo que nadie quiere pero que tiene que estar sí o sí.

Pero aunque los políticos nos sigan dando la espalda, sabemos que no estamos solas: son los ciudadanos los que están a nuestro lado clamando por la Justicia. Y esa es nuestra fuerza. Desde la AVT seguiremos alzando la voz, cada vez más alto. Porque somos eso: la voz de las víctimas. Y nadie nos va a callar. Nadie. No vamos a parar hasta conseguir JUSTICIA, hasta que se sepa la VERDAD, hasta que triunfe la MEMORIA y hasta que respeten nuestra DIGNIDAD.

Por ellos. Por todos.

sábado, 26 de enero de 2013

Hoy, más que nunca, añoro a Gregorio


María San Gil
Si hace 18 años nos hubieran pedido que imagináramos el final de la banda terrorista ETA, estoy segura de que la inmensa mayoría de las personas que hoy estamos aquí habría afirmado que, a estas alturas, ETA estaría ya derrotada; que gracias al esfuerzo de todos, a la democracia y a la firmeza del Estado de Derecho habríamos sido capaces de acabar con ella. Y si nos lo hubieran preguntado durante la segunda legislatura de José María Aznar, la respuesta habría sido aún más rotunda porque en aquellos momentos las políticas antiterroristas que se pusieron en práctica fueron las más eficaces en la Historia de España.
Se puso en marcha el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo que venía a decir de una forma muy sencilla que, gobernara quien gobernara, nunca nadie iba a negociar con los terroristas. Que ETA debía perder toda esperanza de lograr contrapartidas políticas a su carrera criminal, porque si matar no tenía premio dejar de matar tampoco podía tenerlo. Y se aprobó -y se aplicó- la Ley de Partidos que era otra obviedad: ningún partido que no respetara las leyes del juego democrático podría participar en la vida política.
Y así se logró poner fuera de la circulación a los diferentes partidos que, bajo distintas siglas, representaban el brazo político de ETA. Se acabó también con un mito, el de la imbatibilidad de ETA; con ETA podíamos acabar y estábamos dispuestos a ello. Íbamos a ser capaces, por fin, de transmitir a nuestros hijos una historia veraz, sincera y justa de lo que había pasado en el País Vasco. La historia se escribiría dejando claro que había habido víctimas y verdugos y que, por lo tanto, tendría que haber vencedores y vencidos.
Hoy, 18 años después -y 858 asesinatos después-, tenemos que reconocer que nos habíamos equivocado: no sólo no hemos derrotado a ETA sino que parece que dejar de matar sí tiene premio, parece que el Estado de Derecho y la Democracia no han sido capaces de mantener la firmeza y el tesón porque estamos permitiendo que se escriba una historia en la que la línea que separa a las víctimas de los verdugos cada vez es más invisible. Porque parece que ya a nadie la interesa que haya vencedores y vencidos.
Cuando ETA asesinó a Gregorio el 23 de enero de 1995 fuimosmuchos los que dimos un paso adelante para intentar que a la banda terrorista no le saliera gratis el asesinato de nuestro amigo, nuestro compañero, nuestro jefe. Nos comprometimos a intentar que nadie volviera a sufrir lo que nosotros estábamos sufriendo y nos comprometimos de manera más o menos explícita a recoger el testigo de Gregorio: trabajar para la derrota de ETA sin paliativos ("solo negociaremos el color de los barrotes de sus celdas"), el reconocimiento a las víctimas, la recuperación de la libertad para una sociedad que vivía subyugada por el miedo y la denuncia de la complicidad del nacionalismo gobernante con la banda terrorista.
Han pasado 18 años y parece que nos cansa tener que seguir llevando ese testigo, el testigo de Gregorio; han pasado 18 años y los propios terroristas no se pueden llegar a creer que hoy están más cerca que nunca de conseguir sus objetivos sin matar que matando. Los propios etarras y todo su entramado tienen que sorprenderse de haber conseguido, burlando al Estado de Derecho (que se ha dejado burlar), tener un partido en las instituciones que no hace tanto fue ilegalizado por ser un instrumento de la banda terrorista ETA y hoy, con solo cambiar de nombre, sin renunciar a ninguno de sus propósitos, sin arrepentirse de nada, sin pedir perdón, sin entregar las armas, sin colaborar con la justicia, han conseguido tener más de 1.200 cargos públicos, por no hablar del alcalde de San Sebastián y del Diputado General de Guipúzcoa. Y lo que verdaderamente resulta estremecedor, y no lo hubiéramos imaginado hace 18 años, es que son tratados por el resto de partidos y de representantes políticos como si fueran simples adversarios políticos, demócratas de toda la vida.
Cuando Ana me propuso participar en este acto me convenció diciéndome que quería que en 3 minutos explicara en qué y por qué echo de menos a Gregorio. Ana, a Gregorio llevo 18 años echándole de menos en lo personal, como amigo, cuando salíamos de cena, a tomar algo, como un amigo más. Pero, últimamente, además echo muchísimo de menos al Gregorio político, al político que decía siempre la verdad, que denunciaba la cobardía, que se enfrentaba a los terroristas, que defendía aquello en lo que creía sin complejos, que no pretendía ser políticamente correcto, que no quería caer bien sino ser honesto y coherente consigo mismo, a ese político al que no le importaba quedarse solo si estaba seguro de estar haciendo lo que debía.
Echo de menos al político que llegaba el primero a trabajar, antes incluso que los ordenanzas del ayuntamiento. Echo de menos al político que no optaba por lo fácil y sí por lo correcto aunque eso le colocara en situaciones complicadas, a ese Gregorio que trabajaba para intentar mejorar la calidad de vida de sus conciudadanos y se "mataba" a trabajar dando ejemplo de cómo tiene que ser un político. A ese Gregorio que se definía de derechas y español sin titubear y llevaba las siglas del PP con orgullo. Echo de menos a ese líder que nos arrastraba a seguirle, incluso después de muerto. Ana, hoy más que nunca en estos 18 años añoro a un político de raza como él.
¿Pero cómo no le vamos a echar de menos si el ayuntamiento de San Sebastián, del que él era teniente alcalde cuando le mataron, acaba de entregar una de las distinciones de la ciudad a Txillardegi que es uno de los fundadores de la banda terrorista ETA? Eso sí, en su calidad de lingüista vasco... Es como si a Maurice Emil, uno de los fundadores del Partido Nazi y relojero de profesión, una institución alemana le hubiera condecorado por su habilidad a la hora de reparar relojes. A nadie en Alemania se le ocurriría una sandez semejante entre otras cosas porque en ese país, cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, el Partido Nazi fue declarado ilegal por criminal, ilegalización que dura hasta hoy en día.
El alcalde de Bildu, que es Batasuna, le entregó el sábado pasado la Medalla al Mérito Ciudadano al hijo de Txillardegui, Joseba Álvarez, y se da la paradoja que este tipo, Álvarez, era concejal de Batasuna cuando ETA mató a Gregorio y ni condenó entonces, ni ha condenado después el asesinato de su compañero de corporación. Pero lo que todavía es más sangrante es que el resto de partidos y de dirigentes políticos asistieran al acto y se hicieran la foto de familia obviando todo el daño que Txillardegi, Álvarez y demás patulea han infligido a la sociedad.
¿Pero cómo no le vamos a echar de menos si cada vez que veo al Diputado General de Bildu, a Garitano, me acuerdo que cuando la Guardia Civil liberó a Ortega Lara después de un secuestro de 532 días, Garitano que entonces era redactor jefe del periódico Egin tituló "Ortega Lara vuelve a la cárcel"? ¿Nadie se acuerda de esto? Porque asisto perpleja y dolida a fotos y actos en los que los demás representantes políticos le saludan, charlan con él y le ríen las gracias, olvidando el pasado y el presente de Garitano, que está mucho más cerca de los verdugos que de las víctimas.
Nos dicen que son "nuevos tiempos", pero debe ser sólo para algunos... porque ni el alcalde ni el diputado general (por ceñirme a los dos máximos representantes políticos) han rectificado un ápice de sus planteamientos, no han tenido una sola palabra de afecto, ni un acto de solidaridad con las víctimas del terrorismo, ni una palabra de condena, ni una acción contundente contra ETA.
Ana, ¿cómo no vamos a echar de menos a Gregorio? Si no damos crédito al devenir de los acontecimientos, creímos que la historia iba a ser bien distinta, el asesinato de Gregorio y el de todos los asesinados deberían ser la piedra angular de la política vasca para que no olvidáramos, para que no cejáramos en el empeño de derrotar a ETA. Echo en falta la firmeza, el tesón y la contundencia que Gregorio nos enseñó... pero como dicen algunos "son nuevos tiempos".

viernes, 11 de enero de 2013

Transformar el sector inmobiliario


Existe un consenso generalizado en señalar que el sector inmobiliario ha sido uno de los que más severamente ha sufrido los efectos de la crisis económica. 

Sin embargo, esto no implica que la mejor solución sea abandonar la reflexión estratégica sobre el sector inmobiliario y su importancia, sino que, por el contrario, se trata de valorar en su justa medida una serie de valores concretos –nuestras características demográficas, nuestras costumbres sociales y económicas, nuestra ubicación geoestratégica en el panorama turístico, nuestro conocimiento técnico y práctica empresarial, de reconocido prestigio mundial y nuestra potencialidad en eficiencia energética–, sobre todo, en un mundo desarrollado que se está moviendo hacia unos mayores requisitos de sostenibilidad para las ciudades y las infraestructuras.

En definitiva, España sí necesita de este sector para su recuperación. España necesita un sector inmobiliario robusto, con valor añadido y proyección internacional. Pero para ello debemos diseñar la hoja de ruta hacia un modelo de negocio diferente.

Los agentes involucrados coinciden en que el modelo de negocio anterior ya no es válido, el negocio inmobiliario se ha de transformar hacia un modelo distinto que no volverá al punto de partida inicial, es decir, a situaciones de crecimientos exagerados y desequilibrios subyacentes. Aceptar y enmendar los errores del pasado son la base para crear los pilares sobre los que se asiente el futuro inmobiliario de nuestro país. 

Apoyamos el inicio de la transición hacia un desarrollo competitivo y sostenible en el largo plazo del sector, entendiendo ‘sostenible’ como un crecimiento económico más equilibrado y responsable desde las perspectivas económica, social y medioambiental. Para ello hay que abordar también cambios en el corto plazo que ayuden a romper con la atonía del sector.

Cambios a corto plazo
  1. Asumir la pérdida latente de los activos inmobiliarios, fundamentalmente en el suelo. 
  2. Elaborar una hoja de ruta que tutele el destino de los activos inmobiliarios problemáticos, gestionado por técnicos y expertos del sector inmobiliario y monitorizado por el Estado.
  3. Establecer mecanismos financieros que soporten el mantenimiento y la recuperación a largo plazo de estos activos. 
Cambios a medio plazo
  1. Elaborar un plan estratégico de desarrollo del territorio que incluya inventarios físicos valorados del suelo, un estudio actualizado de viviendas sin vender y estadísticas de ventas que aislen el efecto “entidades financieras”.
  2. La regeneración de zonas turísticas degradadas. 
  3. Identificar bolsas de oportunidades por la deslocalización de los centros de trabajo nacionales e internacionales, fomentando políticas incentivadoras hacia zonas con exceso de oferta, por ejemplo, las costeras. Las ventajas tecnológicas crecientes permitirán gradualmente un mayor peso del trabajo a distancia. 
  4. Estimular el desarrollo de un modelo de negocio más tecnológico, eficiente y sostenible, y por tanto, más competitivo. 
  5.  Fomentar modelos de financiación equilibrados, ajustados a los intereses de las partes (entidad financiera, promotor inmobiliario y usuario final). 
  6. Impulsar políticas incentivadoras de financiación de proyectos clasificados como tecnológicos y sostenibles. 
  7. Reconvertir las administraciones públicas y la forma de financiación de los municipios, aumentando las competencias regionales y estatales en materia urbanística frente a las locales. 
  8. Incrementar la simplificación, transparencia y homogenización de los trámites urbanísticos. 
  9. Activar planes de formación y educación de la demanda, tanto del usuario final como del inversor.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Sobre lo dicho por el Coronel Alamán


El general de Brigada del Cuerpo de Infantería de Marina Agustín Rosety Fernández de Castro ha hecho pública sus reflexiones sobre las declaraciones en AD del coronel Francisco Alamán Castro en carta dirigida al bloguero Manuel Molares do Val. Esta es el texto de la carta del general que Molares ha hecho pública en su blog:
“En relación con las declaraciones del coronel Alamán debo decirle que, como militar retirado, participo de la sensibilidad del citado oficial, aunque no de la postura que, según dice, habría adoptado.
Efectivamente, los Artículos 2º y 8º de la Constitución son preceptos con valor normativo pleno, como el resto de la Carta Magna, pero deben ser interpretados en su contexto.
Alguna vez he discutido este tema en sentido inverso; ante el parecer de algunos partidarios de la eliminación del segundo de ellos, siempre he defendido su concordancia con el Artículo 97; es decir, el 8º representaría el QUÉ, mientras el 97, el CÓMO.
Las Fuerzas Armadas tienen una naturaleza poliédrica. Una de sus caras es institucional: la que indica el Artículo 8º de la Constitución, que señala su razón de ser al servicio de la Nación y su neutralidad política, al estar vinculadas al Rey como Mando Supremo.
Ahora bien, los actos del monarca, como Rey constitucional, tienen que estar refrendados por el Gobierno.
De ahí, la segunda dimensión de las Fuerzas Armadas: la de Administración Militar, gobernada por el Ministro de Defensa en el marco del departamento del que es titular, en el que se insertan sin confundirse con él.
Aún podría distinguirse un tercer aspecto, de carácter funcional, que hace referencia a las Fuerzas Armadas como instrumento del Estado, como su brazo armado.
En este campo, estrechamente relacionado con la dirección de la guerra, destaca el protagonismo del Presidente del Gobierno, de acuerdo con la legislación en vigor.
Del mismo modo que las Fuerzas Armadas son una realidad compleja, también lo es el status de sus miembros.
Los militares no son funcionarios, o al menos no solamente eso. Los deberes institucionales –que se expresan en el juramento ante la Bandera- vinculan al militar con la Nación hasta el punto de hacerle ofrecer su vida, llegado el caso, en el cumplimiento de su misión.
Es éste un deber moral que difícilmente podría derivarse de una relación de servicios profesionales ordinaria, ni tan siquiera del mismo servicio público.
Profesional -o no, en el caso de los ciudadanos que ejercitan el derecho-deber de prestación del servicio militar, tan sólo suspendido en su obligatoriedad-; funcionario también, en la medida en que desempeña una función pública; ciudadano en armas, en fin, el militar no sirve por la paga, como si de un mercenario se tratase.
Tampoco es, simplemente un empleado público; no es que su relación de servicios le confiera más derechos, sino por el contrario, un deber más riguroso, que se expresa en la profesión de unos valores. Honor, Valor, Lealtad, Patriotismo.
Así los expresaba, en sus comienzos, el texto de las derogadas Reales Ordenanzas. Inútil parece adjetivar de “constitucional” el patriotismo a estas alturas de la Edad Contemporánea. ¿A qué Nación se referiría en otro caso?
La disciplina que, por cierto, no figura entre esos valores, no es sino su consecuencia. Y la recíproca es cierta.
En ausencia de ellos, la disciplina no es sino sumisión, inútil ante la exigencia suprema, llegado el caso.
Disculpe la extensión de mi comentario, pero quería dejar claro los motivos de mi preocupación. La secesión (digamos hipotética) de una parte del territorio nacional sería un supremo atentado contra la Patria, pero también contra la Constitución.
Para resultar legítima, jurídicamente hablando, tendría que reformarse el Título Preliminar, lo que a la postre supondría cambiar de Constitución.
Sólo la Nación es soberana para hacerlo y no cabe la menor duda de que es el pueblo español, en su totalidad, quien tiene la palabra para ello.
Si esas condiciones faltan, nos encontraríamos ante un golpe de Estado y, una vez quebrado el ordenamiento constitucional, se volvería al estado de naturaleza. Quien ha estado en la extinta Yugoslavia, sabe de eso.
Formular declaraciones –como a las que alude- cuando se empuñan las armas y rige la Constitución que la Nación se ha dado es, amén de otras calificaciones que pudieran ser procedentes, una gran imprudencia.
También lo es, sin embargo, interpretar frívolamente el contenido de la Constitución para desvirtuar su espíritu, sobre todo cuando se ostenta el poder conferido por los ciudadanos, o consentir que se juegue con fuego de esta manera.
Esperemos que los españoles no nos apartemos de nuevo del imperio de la ley, garantía de la libertad y atributo fundamental de la democracia”.

viernes, 17 de agosto de 2012

Comunicado de la AVT



AVT: “España ha sido chantajeada por ETA”

Se confirmó la traición a las víctimas del terrorismo y al Estado de Derecho. El Gobierno de España, con la concesión del tercer grado y la libertad condicional al asesino Josu Uribetxebarria, ha cedido al chantaje iniciado por ETA mediante la presión de las huelgas de hambre de sus presos con una decisión que supone un daño quizás irreversible a la lucha contra el terrorismo y desvanece las posibilidades de alcanzar una derrota total de los terroristas.

Por ello, tras conocer la decisión, desde la AVT señalamos:


  1. Queremos saber cuál ha sido la base legal que se ha utilizado para tomar esta decisión toda vez que, tanto el artículo 92 del Código Penal como el 104.4 del Reglamento Penitenciario, establecen que la libertad condicional por motivos humanitarios para los enfermos terminales no es automática. No es un derecho del preso, sino una gracia que se le concede y para la cual deben cumplir una serie de requisitos: haber observado buena conducta y pronóstico favorable de reinserción.
  2. Mediante la realización de la huelga de hambre es más que evidente que este asesino no ha cumplido ninguno de los dos requisitos de los dos señalados anteriormente.
  3. Denunciamos que se ha realizado una pésima y lamentable gestión de la cuestión, empezando por el traslado de León al País Vasco. Esto favoreció que el caso fuera utilizado por ETA como chantaje al Gobierno para lograr una flexibilización de la política penitenciaria. Esta cesión a los terroristas es una victoria para ETA y como tal lo venderá a su entorno.
  4. Así mismo, se sienta un precedente nefasto en la lucha antiterrorista y la política penitenciaria. El entorno de ETA ya ha anunciado más huelgas de hambre y se convertirá en algo habitual en los próximos meses.
  5. Las víctimas llevamos meses exigiendo y reclamando firmeza al Gobierno.
  6. Pero vemos tristemente que esa política firme contra los terroristas no llega. Ceder al chantaje y a los desafíos de ETA supone un daño irreparable a la democracia y al Estado de Derecho. Es el Gobierno quien debe marcar la política antiterrorista. Por desgracia, en los últimos tiempos, es ETA quien está marcando el ritmo mediante sus desafíos y chantajes al Estado de Derecho.

lunes, 13 de agosto de 2012

El canalillo


No hay cosa más patética que un hombre intentando disimular que no mira el escote de una mujer, cuando es evidente que se está despeñando por su canalillo. Además, ¡es que le pillan siempre!.. Por mucho que disimule y haga como que está mirando esa lámpara horrible del techo, lo cazan una y otra vez. Así que yo he decidido no disimular. Incluso hasta lo publicito.

Jamás se me ocurriría contestar a una mujer que me diga eso de "¿qué miras?", con un "es que observo si lo que me dices te sale del corazón", cuando está clarísimo que los ojos se me salen tras ese canalillo que separa dos fundamentos del mundo.

Del mundo, de la vida, del sexo, del amor, y hasta de la tracción animal, por aquello de las carretas. De bebé, supongo que veía una teta y lloraba de hambre. Ahora sigo igual, lloro de ganas de comérmela; a esa, a la otra, y a la dueña. Debe ser cosa de la edad, que aumenta el apetito.

El canalillo ha evolucionado, y para mejor. Yo recuerdo que de pequeño creía que por ahí respiraban las mujeres. Luego descubrí que es por donde suspiramos los hombres. Ahora el canalillo no parece ya una raja. Las libertades mamarias han quitado rigor y rigidez a las prendas femeninas y ya ese canal se convierte en valle. De lágrimas. Al menos para muchos que tenemos que conformarnos con el del ama de cría, a falta de la teta de quien nos roba el alma.

Cierto que también se llevan esos bra que convierten el canalillo en una prolongación de la raya del pelo. Hay a quienes parece que la cabeza les brote del mismo. Y van tan contentas. Esas no tienen misterio. El canalillo debe formar parte de la mujer, no al revés.

Y volvemos con la dichosa playa, que se ha empeñado en matar el misterio y anular el morbo de una mujer. Me pasa como con las piernas. Me embeleso con el canalillo de aquella que aún apresa sus senos, mientras me rodean tetas libres por todos lados. Ya lo he dicho antes, ¿será la edad?

Y es que, aunque ya estoy mayor, no quiero biberón; sigo prefiriendo teta.

martes, 13 de marzo de 2012

Carta abierta de familiares de asesinados por ETA.


En recuerdo y memoria de Manuel Albizu y Ángel Jesús Mota
Hace 36 y 22 años que nos vimos obligados a despedir para siempre a Manuel Albizu Idiáquez y Ángel Jesús Mota Iglesias, ambos cobardemente asesinados por la banda terrorista ETA tal día como hoy.
Pasado todo este tiempo, y después de muchísimos años de asesinatos, persecución, amenaza, chantaje y miedo llegamos a la conclusión de que esa banda terrorista que el lehendakari Patxi López ha dado como derrotada, esa ETA que el Consejero de Interior, Rodolfo Ares, dice no mantener ningún tipo de infraestructura, y esos comandos que aún no han entregado las armas, parecen haber ganado la batalla a todos los demócratas y los luchadores por la libertad.
Llegamos a esa conclusión porque sabemos que quienes hoy gobiernan en muchos municipios vascos y en la Diputación de Guipúzcoa bajo las siglas de Bildu, no han sido capaces aún de condenar ni uno sólo de los atentados cometidos por ETA, porque hemos visto a terroristas y asesinos de niños como Josu Ternera, De Juana Chaos y Troitiño, salir de la cárcel y hacer una vida totalmente normal como si nada malo hubieran hecho, porque los acercamientos, permisos y terceros grados son concedidos con una alegría sorprendente bajo un falso arrepentimiento y un perdón que ni queremos ni necesitamos.
Vivimos en una ofensiva encaminada a dar una lectura adulterada de la historia más reciente de este país, con una directora de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno vasco dirigiendo sus esfuerzos en la reinserción de los asesinos y empeñada en evitar que los culpables de los asesinatos de nuestros familiares comparezcan como los derrotados ante el tribunal de la historia, pero que nada hace por esclarecer los más de 300 asesinatos de los cuales todavía muchos familiares desconocemos la situación judicial y penal de los autores. Sufrimos al escuchar como la consejera de Justicia del Gobierno Vasco, impulsa decretos para indemnizar a etarras por falsas torturas denunciadas sistemáticamente y lamentamos la falta de voluntad de todos los partidos del arco parlamentario, salvo UPyD, en instar la ilegalización de Amaiur.
En este tiempo de impunidad, los que jamás abrieron la boca para protestar cuando en nuestras calles se asesinaba a granel, se convierten hoy en los portavoces de la reconciliación y el perdón y expertos internacionales han venido de distintos puntos del planeta bajo talonario a vendernos una historia de "confrontación armada".
Alcanzado este punto, ¿qué nos queda? Evidentemente no hay justicia y la dignidad de las víctimas se pisotea diariamente, el derecho a tener una memoria justa parece estar cada vez más lejos y las provocaciones llegan cuando el lehendakari Patxi López reconoce a Arnaldo Otegui como preso político o se realizan manifestaciones en apoyo a los presos encarcelados cuando muy pocos parecen recordar que hemos estado sufriendo la actuación de la banda terrorista más longeva de Europa.
La sociedad española en general, y los familiares de las víctimas en particular, merecemos la victoria, no hemos soportado con dignidad y sin reacciones criminales semejante barbarie para que ahora un nuevo diálogo o el apaciguamiento se cuelen de una forma dolorosa por la vía del atajo, tratando de hacernos más débiles y ofreciendo legitimaciones inexistentes a toda esta sin razón.
Finalmente, los abajo firmantes exigimos al gobierno del PP que los asesinos de tantas personas inocentes cumplan estrictamente el código penal, la inmediata ilegalización de Bildu y Amaiur que se niegan a condenar los atentados de ETA y ni un solo acercamiento más de etarras al País Vasco. Deben saber que el final del terrorismo sólo se producirá mediante la victoria y el triunfo real de la democracia. No tenemos absolutamente nada que agradecer a quienes tanto sufrimiento y dolor han generado.
Cristian Matías Albizu, nieto de Manuel Albizu Idiáquez
Jorge Mota Iglesias, hermano de Ángel Jesús Mota Iglesias

viernes, 3 de febrero de 2012

De congresos y desastres.


Esto tiene mala pinta...

Lo del PSOE es patético. Lo de su falta de banquillo, trágico. Los dos candidatos son tan responsables como el que más del tremendo batacazo electoral y de la pésima gestión gubernamental, con derroches incluidos. Ellos estaban allí, no son nuevas caras.

En cuanto a ideas, carencia total. Son sustituidas por consignas populistas, sensiblerismos sectarios, memorias desmemoriadas y desconocimiento total de la Historia. Incluyendo la suya propia.

Su gran lucha es la subsistencia. La pervivencia como organización para colocar a quienes colaboren con ella. Una especie de empresa cuyos activos son los votos que puedan lograr a base de lo que sea y cuyo capital pretende ser el de todos usado a su conveniencia. Y en esa lucha tienen la ayuda de su sucursal sindical cuyos objetivos son también la supervivencia a base de inyecciones de dinero público y la colocación de sus cuadros y liberados.

Sus despropósitos, errores y abusos están saliendo a la luz a pesar de los esfuerzos desde todo tipo de Instituciones en donde tienen colocados a los suyos. Esos que se quedarán sin condumio si el partido pierde su influencia. Su debacle se deberá a ellos mismos, pues no hay otra fuerza política que convenza plenamente y plantee un cambio radical de unas reglas de juego que nos han llevado a la situación actual. Una situación que hace insostenible política y económicamente a este Estado de estructura ingobernable.

Por eso ahora se mueven, como Garzón, en el plano de los sentimientos sensibleros. Es su única opción para movilizar y sensibilizar a la masa para que salga en su apoyo. Con ello mantienen su suelo electoral que, en algunos casos les es suficiente para alcanzar el poder con determinadas alianzas.

Se habla del PSOE pero el problema es de todos. Es el de un sistema partitocrático que ha sustituido a la democracia afectando a todos los estamentos sociales, económicos e institucionales. Es del propio Estado y de su Constitución, que no ha constituído más que un ente difícilmente entendible por su falta de defensa de quienes quieren desmembrarlo sin pudor alguno. Todo era un espejismo, un traje de lujo invisible para los necios que decían verlo para no ser tachados de tales. Pero el traje no existía, ni existe. Aunque hay quienes no quieren escuchar al niño que grita que "el rey va desnudo", como en el cuento, y siguen intentando cambiar de color la chaqueta como si ésta existiera.

Su rival, el PP, el otro partido de este bipartidismo monopolista, no sé como va a explicar su complicidad con un PSEE que ha llevado al País Vasco a una situación de quiebra, por mucho que se intente tapar. Y una más que previsible complicidad con el supuesto proceso de paz para premiar a los terroristas por dejar de matar. En Andalucía creen que van a conseguir gobernar, pero para ello tienen que obtener mayoría absoluta y no lo conseguirán pidiendo perdón por ser de derechas. De ese modo, si consiguen adelantar al PSOE en más de un par de escaños, ya será mucho. No pinta bien, no.

martes, 10 de enero de 2012

Entrevista a Rajoy

Entrevista concedida a EFE por el Presidente del Gobierno


-  El Partido Popular dijo antes de las elecciones que no subiría los impuestos. ¿No teme que los ciudadanos dejen de creer en su palabra?
- Efectivamente, yo dije en la campaña electoral que no era nuestra intención subir los impuestos. Y lo dije después de la celebración de las elecciones y, en concreto, un mes después, en el debate de investidura; lo dije en las Cortes. Y allí advertí de que si la previsión del déficit público era del 6 por ciento, que era lo que se nos había comunicado, pues no íbamos a subir los impuestos.

Y además, no soy partidario de subir los impuestos. Esta es una medida solamente para dos años, para los años 2012 y 2013, y hemos tenido que tomar esta medida porque nos encontramos -yo lo supe el día 27 de diciembre- con que el año pasado nos habíamos gastado 20.000 millones de euros más de lo previsto. Es decir, una cantidad muy importante, porque hablamos de más de tres billones de las antiguas pesetas.

En esa situación, era urgente actuar y, por tanto decidimos tomar medidas en dos direcciones. Por una parte, hacer un recorte fuerte del gasto, 9.000 millones de euros. Recortamos la práctica totalidad de las partidas del presupuesto salvo la atención a las personas que están en el desempleo y sobre la partida de pensiones, que la subimos para el año que viene; y decidimos también una subida del IRPF, lógicamente más elevada para aquellas personas que tienen más recursos.

Bien, esto era fundamental para la credibilidad de nuestro país y esto era fundamental para poder financiarnos fuera, porque el año pasado nos gastamos 90.000 millones de euros más de lo que ingresamos, casi quince billones de pesetas, y ese dinero hay que pedirlo fuera.

Y por tanto, para mí era una decisión dura, dolorosa, no nos gustaba tomarla, pero era absolutamente imprescindible para detener la espiral en la que podíamos caer.

Es verdad que es una decisión desagradable, es verdad que a mucha gente no le gusta. Yo creo que no quedaba otra opción, aunque podíamos haber hecho otras cosas. Podíamos no haber subido las pensiones o bajar las partidas dedicadas al desempleo. Pero intentamos ser justos, equitativos, y pedir un esfuerzo a aquellas personas que tenían más recursos económicos. Insisto, para dos años.

- En efecto, el PP cuando ha llegado al Gobierno se ha encontrado un déficit superior a lo que esperaba. Sin embargo, gran parte de este déficit procede de las comunidades autónomas, en muchas de las cuales gobierna también el PP. ¿No tenía información propia sobre estos datos?
- Yo conocía la situación en la que estaban algunas comunidades autónomas y, de hecho, después de las elecciones del 22 de mayo me reuní con todos ellos para pedirles que hicieran un esfuerzo de reducir su gasto público. Es decir, no podíamos gastar lo que no teníamos porque, además, había muchas dificultades para conseguir crédito fuera y eso era muy caro.
Y las comunidades autónomas hicieron un gran esfuerzo en los últimos seis meses de ese año, después de las elecciones del pasado 22 de mayo.  Ahora, nosotros no teníamos los datos exactos. Incluso los de las comunidades autónomas hoy no están cerrados de manera definitiva, aunque sí hay un cierre aproximado.

Yo los datos exactos los conocí cuando me lo dijo la Intervención General del Estado, siendo yo ya presidente del Gobierno, el 27 de diciembre. Nos dijo que nos habíamos gastado más dinero del previsto y que tanto la Administración Central del Estado, como la Seguridad Social, como los ayuntamientos, como las comunidades autónomas, se habían excedido en su gasto, habían gastado mucho más de lo que ingresaron y, lógicamente, eso fue lo que nos obligó a adoptar esas medidas.

- ¿Nos puede precisar cuál ha sido el déficit de las distintas administraciones (central, autonómica y local) en el año 2011?- Aproximadamente, pero ya con cifras bastante ciertas, datos, insisto, de la Intervención General de la Administración del Estado. El déficit de la Administración Central del Estado, del Gobierno de España para entendernos, está ligeramente por encima del 5 por ciento. El del conjunto de las comunidades autónomas, aproximadamente el 2,7 por ciento. Y luego la Seguridad Social y los ayuntamientos ya son unas cifras muy menores.

En cualquier caso, lo importante es cómo se han desviado respecto de la previsión inicial

La Administración Central del Estado se ha desviado en 3.000 millones. Es decir, ha costado 3.000 millones más de lo previsto, un déficit de 3.000 millones más.

La Seguridad Social, 5.000 millones; estaba previsto un superávit de 4.400 millones de euros. Hubo un déficit de 600 millones. Hablamos por tanto de una desviación de 5.000 millones. Los ayuntamientos, unos 1.500 millones, y las Comunidades Autónomas, alrededor de los 15.000 millones.

Ésta es la situación, según los datos de la Intervención General del Estado a fecha de hoy. Lo del Estado y lo de la Seguridad Social ya es mucho más seguro y lo de las comunidades autónomas ya lo sabremos al detalle, al céntimo, por decirlo de una manera entendible, aproximadamente en el mes de febrero.

- El programa electoral del PP se planteaba conseguir "un sistema tributario más equitativo". Sin embargo, las medidas aprobadas llevan a una mayor aportación de las rentas del trabajo en relación con las rentas de capital, por ejemplo. ¿Cómo se encajan estas dos ideas, la que figuraba en el programa electoral y lo que han ofrecido esas medidas?
- Es que yo no estoy de acuerdo con que así sean las cosas. Nosotros hemos tomado una decisión pidiendo un esfuerzo mayor a aquellas personas que están en condiciones de hacer un esfuerzo mayor, aunque ya se les pide mucho esfuerzo. Eso es verdad, yo lo reconozco y sé que es duro.

Pero hay gente a la que ya es imposible pedirle ningún esfuerzo. Nosotros podíamos no haber subido las pensiones o incluso bajarlas o podíamos haber reducido las aportaciones a las personas que están desempleadas o podíamos haber subido el IVA.

Lo que pasa es que, claro, la subida del IVA, aparte de que iba a suponer una subida de los precios, afectaba a todos por igual. Un café paga el mismo IVA lo tome una persona con una renta que otra persona con una renta infinitamente superior.

Y por eso optamos por el IRPF, rentas del ahorro y también rentas del capital. Pero dentro del IRPF no tratamos igual a todos los contribuyentes. Es decir, hay aproximadamente 18 o 19 millones de personas en España que pagan IRPF; hay seis millones a los que esta subida no les afecta para nada; hay otros seis millones a los que les afecta muy poquito. Y hay siete millones de personas, las de rentas más altas, a las que les afecta más.

Por poner un ejemplo: a una persona casada que gana 20.000 euros brutos al año, aproximadamente unos 1.400 o 1.500 euros al mes contando las pagas extraordinarias, esto le va a suponer 27 euros al año.

Y sin embargo a una persona, que en lugar de ganar 20.000 gana 200.000 euros al año, también casada y con dos hijos, eso le va a suponer unos 8.500 euros al año, unos 700 euros al mes. Es decir, que es equitativo.

Aquellas personas con menos recursos van a pagar, como es lógico, menos que aquellas personas que tienen más recursos. Y lo mismo ocurre con las rentas de capital. Es decir, si usted tiene unos dividendos de su cuenta bancaria. Si a usted le dan 200 euros de dividendo al año, va a pagar cuatro o cinco euros de más.

Si usted recibe 6.000 euros de dividendo, va a pagar unos 280 o 300 más, y si recibe más de 20.000, las cantidades son mucho mayores. Por tanto, es una subida que no es agradable, que es dura, pero que, insisto, es por dos años pero creo que sí es justa y creo que sí es equitativa.
       
- Ya que está usted hablando de impuestos ¿va a subir este Gobierno el IVA?
- Si nosotros hubiésemos pensado que era absolutamente imprescindible subir el IVA, lo habríamos hecho. Nosotros pensamos que era imprescindible, necesario y además urgente subir el impuesto de la renta y por eso lo hicimos.

Por tanto, si hubiéramos pensado que era preciso subir el IVA, no nos habría temblado la mano a la hora de hacerlo. Y luego, evidentemente, se lo íbamos a explicar a la gente.

Y no lo hemos hecho por dos razones. Primero porque el IVA afecta por igual a todo el mundo. Y segundo, por una razón, claro, que también es muy importante, que una subida del IVA supone inmediatamente un aumento de los precios, un aumento de la tarifa de la luz, por ejemplo, y un aumento de todos los productos que consumen los ciudadanos.

No nos parecía lo más justo ni lo más equitativo. Sabemos que hay gente que opina de diferente manera, que creen que hay que subir el IVA, bajar las cotizaciones sociales, no tocar el impuesto de la renta... hay muchas opiniones.

Nosotros, como es natural, lo pensamos, le hemos dado vueltas, y creíamos que lo mejor para la economía y, sobre todo, lo que era más justo y equitativo, era hacerlo. Por tanto, no está en nuestras previsiones subir el impuesto sobre el valor añadido.
       
- ¿Qué aportan usted y su Gobierno a los mercados y a dirigentes como Obama, Merkel o Sarkozy que no aportara con sus medidas el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero?
- Nosotros yo creo que aportamos, mi gobierno, una historia, en primer lugar. Nosotros llegamos al gobierno la primera vez que estuvimos, me refiero a mi partido, el PP, en el año 1996. Y había un déficit público en España muy elevado, no tanto como ahora, pero muy elevado, casi del 7 por ciento. Teníamos que entrar en el euro y para eso teníamos que reducir el déficit público al 3 por ciento.

La sociedad española hizo entonces un gran esfuerzo y logramos entrar en el euro y cuando abandonamos el gobierno dejamos las cuentas públicas en equilibrio: no gastábamos más de lo que ingresamos, que ese es el objetivo al que hay que tender, y que vale para un gobierno, para una familia, para una empresa y para cualquiera. Por tanto, aportamos nuestra historia.

Aportamos convicción. Nosotros reducimos el déficit público no porque lo mande Europa, sino porque hemos entrado en el euro y hemos pactado en Europa que no se puede gastar lo que no se tiene. Yo creo profundamente en eso. Es decir, no es normal que nosotros en el año pasado, en 2011, hayamos gastado 15 billones de las antiguas pesetas, 90.000 millones de euros, más de lo que ingresamos. Así no se puede vivir mucho tiempo, porque llega un momento que no puedes devolver lo que debes y que no te prestan. Por tanto, aportamos también convicción; creemos que eso es fundamental.

Y luego creo que aportamos a los mercados, y al resto de países, a todos los que nos tienen que financiar nuestra deuda, aportamos una mayoría sólida, que los españoles han apoyado, que es para 4 años y la estabilidad política es muy importante para que la gente recupere la confianza económica en nuestro país. Yo creo que eso es lo que aportamos.

Pero si me dice: lo más importante... Nuestra firme y decidida voluntad de ir a un modelo en el cual las administraciones públicas no gasten lo que no tienen.
       
- ¿Por qué no ha nombrado un vicepresidente económico o vicepresidenta?
- Bueno, ese es un asunto sobre el que efectivamente se ha hablado mucho. Se lo voy a decir con meridiana claridad: el objetivo fundamental en España, no para este año ni para el que viene, sino para este año, para el que viene y para el que viene y para el que viene, es terminar con esa terrible cifra detrás de la cual se esconden muchos seres humanos, más de 5 millones de españoles que quieren trabajar y no pueden. Por tanto la economía es lo más importante y yo he querido dar una señal dentro de España y fuera de España de que aquí hay un presidente del Gobierno que va a dar la cara y no se va a esconder y que, por tanto, asume la presidencia de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos del Gobierno, donde se toman las grandes decisiones, y además hay un secretario que es el jefe de la oficina económica del Gobierno.

Esa es la razón fundamental y además he querido nombrar un equipo muy económico. Yo tengo un ministro de Economía que es una persona experta, que conoce bien los mercados, que se ha movido mucho por el mundo, que ha sido en su día secretario de Economía hace algunos años. Tengo un ministro de Hacienda y Administraciones Públicas que ha sido ministro de Hacienda en su día, y que también ha sido en su día secretario de Estado de Economía, eurodiputado y que conoce muy bien cómo funcionan los resortes económicos. Tengo una ministra de Trabajo que lleva varios años en el Parlamento nacional, llevando temas económicos y laborales. Tengo un ministro de Industria, que es un técnico comercial del Estado, que también ha estado destinado fuera de España, que conoce muy bien cómo funcionan las cosas. Tengo un ministro de Asuntos Exteriores con un perfil absolutamente económico, que es inspector de Finanzas del Estado, una persona que lleva más de 10 años en el Parlamento Europeo donde es portavoz de Economía del PP. Yo quiero que este Gobierno sea, sobre todo y ante todo, que responda al reto más importante que tiene España en estos momentos que es crear empleo, que haya crecimiento económico y que mantenga el Estado de bienestar.
       
- La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo que estamos "en el inicio del inicio" en cuanto a medidas económicas se refiere. ¿Qué otras medidas nos esperan? 

- Dijo bien; estamos en el inicio del inicio. Hemos tomado unas primeras medidas, cinco días después prácticamente de llegar al gobierno, muy importantes; estamos hablando de 15.000 millones de euros, de 2,5 billones de las antiguas pesetas. Hemos resuelto algunos temas que estaban pendientes desde hace mucho tiempo, como la Ley Sinde o como el emplazamiento nuclear... Hemos tomado ya algunas decisiones importantes. Pero todo esto era necesario hacerlo, pero todo esto no es suficiente. Y en los próximos tiempos sí hay que tomar algunas medidas.

Voy a intentar resumirle algunas cosas que queremos hacer.

La primera, tenemos que seguir reduciendo el déficit público. Esa es una prioridad capital si queremos que nos den dinero fuerte, porque si no, corremos el serio riesgo de que no nos lo den o de estar pagando cifras astronómicas... Por tanto, en los Presupuestos Generales del Estado, que los presentaremos antes del 31 de marzo de este año, en el primer trimestre, volveremos hacer una reducción del gasto público.

Pero además vamos a reunir pronto, este mes, en el Consejo de Política Fiscal a las comunidades autónomas, también nos reuniremos con las corporaciones locales a los efectos de decirles que todos tienen que apretarse el cinturón, como ya lo han hecho en España las familias y las empresas.

Vamos a presentar, en el plazo máximo de un mes desde el día de hoy, una ley de estabilidad presupuestaria que fije techo de gasto y de endeudamiento que no podrán sobrepasar ni el Estado ni las comunidades autónomas. Por tanto, esas van a ser las primeras para atajar el déficit público, recuperar credibilidad y poder financiarnos.

En segundo lugar, en este primer trimestre, presentaremos también una reforma del mercado laboral español, una reforma estructural muy importante, con el objetivo de crear empleo.

En tercer lugar, en este primer trimestre, pronto, antes del 15 de febrero, vamos a establecer un plan para la reestructuración del sistema financiero. Un plan que va a obligar al saneamiento de las entidades financieras, a su transparencia y a un nuevo proceso de fusiones de entidades financieras en España para que las que haya sean de buen tamaño, sean solventes y, sobre todo, para que vuelvan a dar crédito a las pequeñas y medianas empresa y a las familias, sin lo cual no habrá recuperación.

No habrá un banco malo en España, y estableceremos un procedimiento que no sea gravoso para el contribuyente. Por tanto, esas son medidas que tenemos en marcha ahora, que haremos todas en el primer trimestre.

Y también rápidamente y desde luego antes de que termine este periodo de sesiones; es decir, en el primer semestre de este año, haremos una norma para ayudar a las pymes, a los emprendedores -que dan trabajo al 80% de las personas que trabajan en nuestro país-, a que las cosas les sean mas fáciles.  Ahí sí vamos a hacer algunas cosas desde el punto de vista fiscal para ayudarles a que creen empleo y generen bienestar y riqueza. Esas son las prioridades más importantes. Hay muchas más pero esos son los compromisos para los próximos tres meses.
       
- ¿Está en peligro el Estado del bienestar tal y como lo hemos conocido hasta ahora?
- No. Y le voy a dar mi opinión: yo creo profundamente en el Estado del bienestar, yo creo en un sistema de pensiones como el que hay -ocho millones de pensionistas hay hoy en nuestro país-, creo en un sistema sanitario como el que tenemos en España, universal, público y gratuito; creo en un sistema educativo como el que tenemos, creo que hay que mejorarlo.. Pero creo que podemos estar orgullosos de nuestro sistema de pensiones, de nuestro sistema sanitario público y de nuestro sistema educativo.

Lo que pasa es que para poder mantener eso, que cuesta muchísimo dinero, se necesita que el Estado tenga ingresos. Es decir, la sanidad pública cuesta mucho, y la educación, y las pensiones... Es la primera partida del presupuesto con una gran diferencia. Para eso se necesita dinero y para eso se necesita que haya crecimiento económico y empleo.

La clave es generar empleo, porque si hay mucha gente trabajando, hay mucha gente que paga el impuesto de la renta, y esa gente que trabaja, consume y, por tanto, paga el IVA, y paga impuestos especiales... Y esa gente que trabaja cotiza a la Seguridad Social y por eso hay más dinero y, por tanto, se puede mantener y mejorar el sistema de pensiones.

Por eso la clave es crear empleo y por eso, para mantener el Estado del bienestar y mejorarlo es fundamental otra política económica con los pilares a los que antes hice referencia. Primero, no gastando lo que no tienes: el déficit. Segundo, haciendo reformas como la laboral y como la energética, que también la vamos a poner en marcha con la mayor celeridad posible -hoy tenemos una deuda de más de 20.000 millones, en la energía-, como la reforma educativa, la reforma de los emprendedores o la reestructuración del sistema financiero.

Por lo tanto, el Estado del bienestar no está en peligro, pero para mantenerlo y para mejorarlo tenemos que crear empleo y hacer una política económica distinta, que es lo que hemos planteado a los españoles a lo largo de estos años.
       
- ¿Qué expectativas tiene, señor presidente, sobre la reforma laboral y las conversaciones entre los sindicatos y la patronal que se están produciendo en estos días?
- Yo quiero una reforma laboral por acuerdo entre las partes. La quiero. Y de hecho yo llamé antes de ser presidente del Gobierno -después de ganar las elecciones, antes de ser presidente del Gobierno- a los empresarios y las organizaciones sindicales y me reuní por separado con todos ellos. Me reuní con el secretario general de la UGT, con el secretario general de CCOO y con los representantes de la CEOE. Y yo les pedí que hicieran un esfuerzo para que en los primeros 15 días de enero nos dieran su opinión y buscaran un acuerdo sobre una serie de puntos, que yo se los expliqué, que a mi me parecían capitales.

Yo agradezco el esfuerzo y además en épocas de Navidad, de Fin de Año y de fiestas.

Yo no se en que terminarán esas conversaciones. Supongo que llegarán a algunos acuerdos en algunos temas y en otros no. Yo tendré en cuenta los acuerdos a los que lleguen las organizaciones empresariales y sindicales, porque creo en ese procedimiento. Pero también tengo que decir que, en aquellos temas en los que no haya acuerdo, el Gobierno hará aquello que crea que es mejor para el interés general de los españoles y sobre todo para la mayor prioridad que tiene en este momento nuestro país, que es la creación de empleo. La reforma laboral es hoy una necesidad; la piden todos, particularmente todas aquellas empresas (personas) que pueden crear empleo y generar bienestar y riqueza. La demandan todas aquellas personas que no encuentran un  puesto de trabajo en España, más de 5 millones, y nos la piden todas las instituciones en España y fuera de España. Y la haremos, como le he dicho, en el primer trimestre de este año. Me gustaría que con el mayor acuerdo posible.
       
- ¿Cuál será su primer viaje al extranjero en visita bilateral?
-  Bueno, yo voy a ir el 30 de enero -pero eso ya no se si calificarlo de viaje al extranjero- a Bruselas. Allí tenemos un Consejo Europeo, donde vamos a tratar algunos de los temas... vamos a ver cómo cumplen los países los requisitos de déficit público, vamos a explicar las reformas, vamos a hablar del crecimiento económico y del empleo, de las medidas que hay que tomar a esos efectos... En fin, eso no se si es una visita. Va a venir aquí Sarkozy a España el próximo lunes 16. También va a venir la presidencia actual, la semestral, que es la presidencia de Dinamarca. También Van Rompuy, el presidente del Consejo Europeo, a venir a España.   Y yo, en principio, si le podemos llamar vista oficial, creo que la primera visita -ya estamos hablando con las autoridades de ese país-, que voy a hacer, va a ser en Marruecos. A Marruecos, en cuanto las agendas se logren casar, pero supongo que será en un periodo de tiempo relativamente breve.
       
- Se mantiene la tradición...
-Pues si señor...
       
- Los accidentes de tráfico han descendido drásticamente en los últimos años en España. Estamos hablando de la vida de miles de personas. ¿Va a usted a cambiar al director general de Tráfico?
- Para serle franco, no está entre mis prioridades cambiar al director general de Tráfico, que ni siquiera me lo he planteado. Los equipos al final los tienen que hacer los ministros y los traen al Consejo de Ministros, y, por tanto, será el ministro del Interior quien tenga que tomar esa decisión. Pero es verdad lo que usted ha dicho: los accidentes han disminuido mucho en los últimos años y el director general de Tráfico no ha hecho una mala labor, como todo el mundo reconoce, y yo también. Pero, en fin, esto es algo que corresponderá al ministro del Interior. De momento ahí está, y no ha sido una persona que, efectivamente, haya hecho una mala gestión.

- Finalmente, ¿cuáles serán sus prioridades en las relaciones con América Latina?
- Lo primero, América Latina es una prioridad. España está en Europa, ahí ya estamos. Pero para mi es una prioridad capital, a la que no voy a renunciar nunca, América Latina. Por razones que todos conocemos: porque tenemos el mismo idioma, porque tenemos la misma historia, la misma cultura, porque hay muchísimos españoles que a lo largo de su vida y en sucesivas etapas de nuestra historia se han ido allí.

Yo soy gallego, y todos tenemos parientes que han vivido allí. Yo, mi mujer también... No conozco ningún gallego que no hay tenido a alguien que no haya estado en Venezuela, en Colombia, en la República Dominicana, en México, y ya no digamos en Buenos Aires, que algunos la califican como la quinta provincia gallega.

España además es el segundo país inversor en Iberoamérica, el segundo país del mundo. Y yo quiero tener las mejores relaciones con Iberoamérica. Creo que podemos hacer muchísimas cosas juntos, en un mundo cada vez más abierto, cada vez más global, donde hay países como China, 1.400 millones de habitantes, la India 1.000, Estados Unidos el 25 % de la riqueza mundial... Bueno, Europa es muy importante, pero España con Iberoamérica puede también hacer muchas cosas conjuntamente en beneficio de nuestros ciudadanos.

Para mí, Iberoamérica -se lo he dicho, es lo primero que le dije al ministro de Asuntos Exteriores- es una prioridad de las primeras que tiene este Gobierno.