jueves, 22 de marzo de 2018

Turull, un candidato ante el Supremo.


Ya están desde la clac del nacionalismo, léase Muslamen Woman dsde La Sexta, diciendo que la CUP no votará a Turull y que perderán la ocasión de poder montar el lío mañana en el Tribunal Supremo con un President en el banquillo.

A la CUP le están prometiendo de todo, así que tras hacerse rogar para tener más protagonismo, ya veremos si permitirán la investidura hoy o se cargarán el numerito propagandístico de mañana.
El objetivo que les decían buscar ahora, para que colaboraran, es mantener el pulso a las Instituciones y desestabilizarlas todo lo que puedan, al tiempo que recuperar apoyos entre los desencantados del independentismo.

Lo de la investidura de Turull es tan sólo el medio para ello. El Gobierno creía que si se soltaba a algún golpista se anularía este plan y podría haber President "limpio", pero a pesar de que la pataleta ha hecho retomar el numerito Turull, se va a evidenciar que hay trato con el Gobierno pues se quiere dar la imagen de buscar diálogo respetando la legalidad, dejando a un lado a la CUP. O sea, el nacionalismo "bueno" que necesita Rajoy para levantar el 155 y sacar adelante los Presupuestos.

Quien de verdad se ha cargado los planes inmediatos de Rajoy ha sido Llarena al no empezar a excarcelar a los golpistas. El que el sábado Turull sea investido President, que lo será, no le sirve pues será un President efímero que no permitirá levantar todavía la aplicación del 155. Pero puede que haya una buena noticia y esto suponga la ruptura del bloque independentista. A lo mejor hasta tienen que ir a nuevas elecciones si no espabilan y eligen President antes de dos meses.

Para ello se necesitan los votos de Puigdemont y Comín, que como no pueden votar tendrían que renunciar como diputados y ser sustituidos por otros. En cualquier caso, el procés está acabado. Y es que Rajoy tiene suerte hasta cuando se le tuercen los planes, pues si cae el procés se pondrá la medalla. Aunque no le corresponda.