Lo normal en cualquier estado de Derecho democrático es que las sentencias de sus Altos Tribunales no sean unánimes. La unanimidad es más propia de estados totalitarios y de ideología única. Tampoco la unanimidad hace más válida una sentencia.
El que los implicados intenten utilizar los argumentos discrepantes a su favor en otras instancias europeas, no puede ser que obligue a Tribunal alguno a buscar la unanimidad en sus sentencias por encima de que la sentencia sea justa y acorde a las leyes. Por otra parte no existe país alguno en Europa dispuesto a que su Constitución sea juzgada fuera de sus fronteras, como poco menos que sería llevar este caso a Europa.
El que los implicados intenten utilizar los argumentos discrepantes a su favor en otras instancias europeas, no puede ser que obligue a Tribunal alguno a buscar la unanimidad en sus sentencias por encima de que la sentencia sea justa y acorde a las leyes. Por otra parte no existe país alguno en Europa dispuesto a que su Constitución sea juzgada fuera de sus fronteras, como poco menos que sería llevar este caso a Europa.