Resulta que el chapapote, en Andalucía se convierte en fuel.
No existe; oficialmente no hay chapapote. Se ve que al llegar allí se convierte en otra cosa. Y Andalucía en una nacionalidad, el cocido en gazpacho, las nécoras en lagartijas, el paro subvencionado en trabajo, la seriedad en cachondeo, el rock en flamenco, la noche en día,... Y la honradez política en socialismo.
Menuda caradura. Esta noche ponen en la televisión de la Junta de Andalucía una película sobre el chapapote del Prestige, ¡manda bemoles! ¡Y luego hablan de Tele Madrid!
Y es que a la vista de que mintiendo descaradamente se puede llagar a Vicepresidenta y que el sueldo te dé para tener un fondo de armario sin fondo, o como en el caso de Blanco, para un chalet de lujo en las Rozas que ya quisieran para sí las señoras con visones de la calle Orense que tanto le molestan, no es de extrañar que los demás correligionarios socialistas quieran medrar a base de potenciar la mentira y practicar el engaño. Les resulta la mar de rentable.
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