Sinvergüenza "pelo-pincho"

Lo de la Vicepresidenta es ya de mentirosa desvergonzada e incompetente.

Hace falta desfachatez para decir que el gobierno siempre trabaja para que los miembros de la policía realicen su tarea en las mejores condiciones. La desvergüenza de esta percha de modelitos que valen más que los visones que tanto molestan a Pepiño Blanco, y que nadie sabe como los paga con su sueldo, es ya proverbial.

Con su pelo-pincho y su mirada sesgada y poco franca, esta extraña mezcla de virago y escoba, va despachando despacito, pensando cada palabra, una serie de mentiras detrás de otra con un cinismo apabullante. Yo confieso que no puedo ver sus ruedas de prensa; me producen vergüenza ajena porque, aunque se empeña en hablar como miembro del PSOE, no puedo olvidar que cobra como miembro destacado del Gobierno de mi país. Y digo cobra, porque actuar no actúa como tal.

Su comparecencia de hoy hablando del asunto del barco fantasma, que llega a un país que no es el nuestro y al final tenemos que hacernos cargo de él y de sus nautas, además de pagar como idiotas a los mismos países que cada vez se ríen más de nosotros, ya ha sobrepasado lo previsible. Y acompañada nada menos que por el Ministro Caldera que, ¡pásmense!, ha dicho que nuestras pensiones no tienen ningún problema y que el artículo del asesor de Moncloa -al que se refería el periodista que le hacía la pregunta- hablaba de los datos de 2004 "cuando gobernaba el PP" (¡como no!) y entonces estábamos peor que ahora.

¡Ya la hemos jodido! Ahora sí que hay que temer por las pensiones. El que las pensiones van a mejorar es tan cierto como que la política de regulación inmigratoria no produce efecto llamada.Y mientras, la pelo pincho asentía con la cabeza mirando al tendido. Es absolutamente esperpéntico.

En el asunto de la actuación desastrosa de la Política Exterior para que a nuestros policías destacados en Mauritania -para hacerse cargo de algo que correspondía a dicho país y no a nosotros- se les tratara siquiera como a personas, ya ha sido criticada hasta por el SUP, sindicato policial afín al PSOE. Pero no se dan por aludidos, no. Ellos siguen diciendo que todo lo están haciendo perfecto porque trabajan en ello. De verdad que entran ganas de decirle que se dejen de tanto trabajar, que a lo mejor es mejor que no hagan nada antes de hacer lo que hacen. Es decir, el ridículo.