Enemigos de la democracia.

¡Viva la libertad! ¡Viva España!

Los tontos útiles, politicastros de tres al cuarto, sin más curriculum que el trepar por los entresijos del PSOE, están desbaratados y sobrepasados. Cada vez es más evidente que hablan para ignorantes a los que se puede no ya mentir, sino engañar, y además están encantados con ello.

Son borregos sin conciencia de serlo, pero que balan al unísono en cuanto se les pide. Son hasta capaces de sentarse a cortar el tráfico en la Puerta del Sol sin autorización previa, que ya se sabe que la izquierda está exenta del cumplimiento de las leyes que los demás tenemos que acatar y cumplir. Y además son capaces de decir que Zapatero hizo muy bien al regalar a De Juana lo que éste exigía con una huelga de hambre, y que ello no es ceder ante un chantaje; pero no se paran ahí y en una decerebrada huida hacia adelante, van y piden la ¡ilegalización del PP! Alucinante.

Quieren, en un alarde de lo que entienden por democracia, ilegalizar a casi la mitad de los españoles. Porque sí, porque no piensan como ellos, o mejor dicho: porque piensan, cosa que estos verdaderos imbéciles con denominación de origen están incapacitados para hacer.

Y nos llaman fascistas a nosotros. No saben de lo que hablan pero les suena bien. Creen que con eso es suficiente para descalificar a alguien. Pobres ignorantes que siguen a un partido que se está distinguiendo precisamente por ser el que más se acerca al comportatamiento y las tácticas de los antiguos partidos fascistas desde la finalización de la II Guerra Mundial. No hay precedentes en la Europa moderna, más que en los países bálticos y en Serbia o la antigua URRSS, de un partido con semejantes tácticas del engaño y disparatada negación de la realidad.

Por llamar, llaman fascistas hasta a las víctimas del terrorismo, que ya hace falta ser malnacidos para éso. Pero claro que los que prefieren sentarse con los asesinos antes que son sus víctimas que otra cosa van a ser.