No parece sino que actúa adecuando la aplicación de la Justicia a los momentos políticos y a la conveniencia del Gobierno.
El que Garzón siga siendo juez y además siga en la Audiencia Nacional es una de las lacras de la Justicia en España que impide considerarla como un Poder independiente del Ejecutivo. Garzón ya dio el salto político y se decantó por una opción muy determinada cuando se presentó como número dos en Madrid, tras Felipe González, por el PSOE. El que luego abandonara su cargo político por no ver cumplidas sus aspiraciones, no borra su demostración clara de nula independencia en su opción política.
No tuvo empacho además en retornar a la carrera judicial a pesar de haber evidenciado su compromiso político. Tanto es así que a raíz de eso se cambió la ley para que si un Magistrado entraba en política, no pudiera luego retomar un puesto de juez a la vista de su ya declarada falta de independencia. Pero las leyes no tienen efecto retroactivo, y como este ambicioso juez es evidente que no tiene ni ética ni vergüenza, pues ahí sigue en la Audiencia Nacional tomando decisiones judiciales de envergadura y tremenda trascendencia política. ¿A qué opción buscará beneficiar?
La evidencia de que Batasuna es parte de ETA no es nueva, ya lo declaró así el Supremo cuando ilegalizó Batasuna precisamente por ese motivo. El que ahora Garzón lo esgrima como si fuera un descubrimiento que hace él ahora, no es más que una vergonzosa forma de justificar el que no haya tomado dicha decisión con anterioridad. Y es que antes apoyaba el proceso de negociación y no quería perjudicarlo. Ahora ya no hay proceso y el Gobierno tiene cada vez más en contra a la opinión pública por su debilidad con ETA, y por ello hay que dar una imagen de contundencia contra los etarras y colaboradores.
Pero resulta que en una democracia el Poder Judicial debe ser independiente, precisamente para garantizar la propia democracia, y por ello, las decisiones judiciales deben de ser independientes de los avatares políticos. En el caso de Garzón no es así. Claramente no es así. Y por ello doy la razón al PNV cuando dice que se trata de una decisión política. Sí lo es y es en eso en lo que les doy la razón, pero no en como la quieren instrumentalizar.
Pero ello no quita para que sea una decisión judicial que tenía que haberse tomado ya hace tiempo, pues las pruebas eran las mismas que hay ahora. Una decisión que no tenía que haberse demorado por consideraciones políticas, y que habría ayudado a no eludir el que la justicia se hubiese pronunciado sobre la ilegalización de su nuevo alias, ANV.
La impregnación de la justicia por la política fue el mayor disparate de los muchos que perpetraron los socialistas durante los gobiernos de Felipe González. Es algo que el PP tuvo la oportunidad de corregir durante su mayoría absoluta y no hizo. Ahora se pagan las consecuencias. Como se está viendo con un Consejo del Poder Judicial estancado y tremendamente politizado.
Lo que está sucediendo en el Tribunal Constitucional es más de lo mismo, aunque en este caso se trata de un Tribunal Político y por ello con funciones diferentes. No es de recibo que eso se extienda a la Justicia como tercer poder del Estado, y mucho menos si afecta a su necesaria e imprescindible independencia.
Es evidente que el Consejo del Poder Judicial está politizado, no hace falta fijarse mucho para verlo.
ResponderEliminarEn su primer mandato el PSOE se lució, pero como dices, el PP a continuación, con mayoría absoluta, tampoco hizo nada por enmendarlo. Todos, sean del color que sean, intentan sacar tajada, así que si los unos se aprovechan de algo, los siguientes no quieren ser menos. Y así vamos...