martes, 24 de junio de 2008

Hablando claro.

El PP sigue en su enroque de no hablar claro. Si su giro lo creen necesario como único medio para vencer a Zapatero, que lo digan, pero que no nieguen dicho giro.

Arenas ha declarado al periódico de Prisa, El País, que el 11-M "no está entre las preocupaciones de los españoles". Con ello lo que está diciendo es que el 11-M ya no está entre las preocupaciones del PP, que se ha impuesto la postura de Gallardón y que ya no importa ni saber quienes fueron los que planearon la masacre ni que se haga justicia. Ni tampoco que se aclare cómo se utilizó miserablemente a los muertos para que se produjera un vuelco electoral. Nada; borrón y cuenta nueva, que es lo que quieren los zapateristas y amigos.

Las víctimas ya han protestado, pero me temo que el giro del PP pasa por girarles la cabeza también a ellas. Si Rajoy se preguntaba hace poco que ignoraba de dónde había salido que el PP renunciaba a sus principios, pues ahí lo tiene: de las actitudes de los líderes del PP. Nadie se inventa nada.

Si este giro se produce por una cuestión de estrategia política y como única posibilidad para derrotar en las urnas a Zapatero, o como medio de evitar el bloqueo parlamentario de toda iniciativa del PP, pues que lo digan. Y si no quieren ser tan claros por no despertar suspicacias, al menos que digan que el asunto va dirigido a poder romper el antidemocrático cordón sanitario con declaraciones notariales incluídas. Pero que no niegue dicho giro. Que no diga que ha integrado a todas las tendencias dentro del PP. Sus votantes no son inmunes a las mentiras tanto como los que votan izquierda.

El PSOE ya no tiene donde rascar más votos. Ha llegado a su techo. Si el giro del PP va dirigido a quitarles votos, va listo. Y puede que cada voto que logre de quien vota PSOE le cueste en el camino diez de los votos naturales del PP.

De cualquier forma, se extiende en el PP la misma forma de razonamiento falaz que estamos acostumbrados a ver en el PSOE. Incluso desde las tribunas que apoyan a Rajoy. No hay más que oir al director de La Razón defendiendo a capa y espada a Rajoy e intentando desprestigiar cualquier opinión crítica. Además de usar el sistema de interrumpir al que está en uso de la palabra expresando su opinión, utiliza el zafio recurso a hacer chiste fácil por elevación al ridículo de la opinión discordante. Anoche mismo, mientras alguien decía que Rajoy había perdido apoyos, este político metido a periodista -o al revés- decía que eso no tenía ninguna importancia, que era anecdótico; para a continuación decir que sería muy significativo del acierto de Rajoy si en las elecciones catalanas el PP consigue más votos, sin ganarlas por supuesto.

No es intelectualmente aceptable que esto último tenga significado y que la disminución de apoyo a la candidatura de Rajoy no. Con el agravante de que era la única posible.

1 comentario:

  1. El PP camina hacia el abismo, pero se hace la ilusión de que trepa airoso hacia la cumbre... Increíble.
    Es evidente que este giro es para conseguir votos catalanes y vascos, pero me da a mí que a la hora de la verdad les van a soltar aquello de "Roma no paga a los traidores"... Y por supuesto, perderán muchísimos de los de siempre.

    Enhorabuena, Rajoy, ya eres tan tonto como Zapatero, ¡lo conseguiste!

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