jueves, 10 de julio de 2008

Pero.., ¿qué tratan de ocultar?

Desde el Ministro de Interior a Pepiño Blanco, se observa una obsesiva insistencia en no querer solucionar lo del 11-M.

Desde la sospechosa insistencia en asegurar que está todo aclarado hasta la idiotez persistente en hablar de conspiración, cuando la sentencia del caso del Bórico confirma que de existir alguna conspiración ésta ha sido precisamente la que llevó a los cargos policiales absueltos a cometer irregularidades, sorprendentes prácticas inadecuadas e incorrectas, e incluso inveracidades -palabro inventado que a saber qué quiere decir, pero que desde luego no dice que su comportamiento y declaraciones fueran veraces- y no en absoluto lo que ellos llaman conspiración y no es más que un intento de investigar lo que pasó.

Blanco sigue llamando conspiración a decir lo que el tribunal ha demostrado como cierto. Otro cantar es que sorprendentemente no lo haya considerado delito, pero los hechos que los medios de comunicación acusados de hablar de conspiración -cuando denunciaban precisamente lo que se ha demostrado cierto- denunciaban, son hechos demostrados, no inventados ni fruto de una teoría. Si ha habido conspiración la ha habido en la cúpula policial y más arriba, pues el comisario Santano, según la sentencia, "no podía ser ajeno a ello en su condición de máximo responsable de la Comisaría General de Policía Científica". Y además: "No cabe duda de que estaba al tanto de toda la operación y, por tanto, que conocía y secundaba todas las decisiones". Y no sólo no ha sido sancionado sino que ha sido ascendido.

El Ministerio del Interior no sólo no ha aplicado el reglamento a estos policías inveraces, sino que los premia y defiende. El sindicato policial afín al PSOE también los defiende. Pero resulta que defienden a funcionarios que han cometido irregularidades probadas, según la sentencia, para las que el reglamento prevé sanciones "menores de tres años". Y ya digo que no sólo no se han aplicado, sino que han sido premiados. El Ministerio y el sindicato no defienden y apoyan a los funcionarios que no cometieron irregularidad alguna, en este caso los peritos policiales, sino precisamente a los que actuaron de forma irregular.

Teniendo en cuenta que lo que consiguieron con su trama de irregularidades era tratar de ocultar cualquier referencia a ETA, algo irrelevante según la sentencia, y a la vista de la defensa irregular que el Ministro hace de dichas prácticas irregulares, me pregunto qué otras maniobras se han podido llevar a cabo para tapar supuestos datos de más trascendencia. La desaparición de los propios trenes como medio de investigación de lo que pudo pasar, adquiere hoy más importancia. ¿Se pretendió ocultar algo más trascendente, más relevante?

Porque a la verdad de que estos funcionarios -absueltos de delito pero con faltas graves probadas- dirigieron la investigación hacia donde les interesaba, hay que añadir la verdad de que en ese camino no se ha aclarado quienes gestaron y ordenaron el atentado. Quienes dicen que lo que pasó el 11-M ya está aclarado es que no se leyeron la sentencia del caso, o quieren evitar que se conozca lo que pasó. Cabe preguntarse porqué razón.

Es de aplaudir el que siga habiendo quienes se empeñan en seguir investigando contra viento y marea. Y, desgraciadamente, también contra quienes debieran estar en la labor de investigarlo.

1 comentario:

  1. Es demasiado evidente que ocultan algo. Son demasiadas cosas, empezando por el desmantelamiento de los trenes. ¿A qué tanta prisa si normalmente nadie se preocupa de hacer limpieza y la chatarra se amontona?

    No hay nada claro, nada en absoluto, y sí muchos a los que les interesa que se pase página rápidamente para seguir con sus mangoneos tranquilamente.

    ResponderEliminar

Si no quiere comentar como usuario de Facebook puede comentar aquí con su ID de Google o de cualquier otro modo.