El PP vota a favor del apoyo a la banca con nuestro dinero.
Tras dar todo tipo de argumentos contra dicha medida, tras decir que los bancos insolventes deben dejarse caer, tras repetir que las entidades bancarias mal gestionadas deben pagar sus culpas, tras argumentar que no es lógico socializar las pérdidas y no las ganancias, tras insistir en que esa medida va en sentido contrario a las tomadas en el resto del mundo, va y vota a favor de la medida.De una forma vergonzante trataron de que no se supiera la postura que adoptarían en la votación parlamentaria hasta terminada la comparecencia conjunta de Rajoy y Aznar en FAES. El expresidente ya se había declarado contrario a la medida tal y como la presenta Zapatero, así que esperaron calladitos hasta después de terminada la aparición de Mariano junto a Aznar. La única explicación a esta incongruente postura que va contra la línea ética apoyada por Aznar, es el miedo.
El miedo a que el PSOE y sus medios afines les acusen de no ayudar a salir de la crisis. Ante su incapacidad para explicar a la opinión pública que apoyar al gobierno no tiene que ver con ayudar a salir de la crisis, sino más bien todo lo contrario, votan contra sus convicciones basadas en sus propios análisis de la situación y contra el criterio de sus técnicos. Es el reconocimiento de que la oposición se niega a ser oposición precisamente porque le da miedo que digan que es oposición.
Con lo que hemos llegado al absurdo esperpento de tener un gobierno que ejerce de oposición de la oposición, y una oposición que teme hacer oposición para que no le acusen de ello. Increíble forma de que los que se llaman demócratas se carguen la democracia y el reparto de funciones que ésta requiere.
Así que entre todos pagaremos los dislates y mala gestión de las entidades bancarias sin permitir la lógica económica de que quien se equivoca, pierde. Aquí, si quienes se equivocan tienen una empresa bancaria, lo pagamos todos. Pero no ganamos todos cuando no se equivocan, no; si ganan, ganan ellos. En el resto del mundo se ha dejado caer la banca insolvente, con lo que se ha saneado el sistema financiero. Y cuando ha sido necesario inyectar dinero de todos a algunas entidades, se ha hecho comprando parte de sus acciones, con lo que el Estado se resarcirá cuando vuelvan a ser rentables.
Claro que ningún responsable político de esos países ha ido por ahí engañando y alardeando de tener el sistema financiero más sólido y solvente del mundo mundial. Ni tampoco tienen una parte de la banca secuestrada por los políticos y sindicatos, como aquí sucede con las Cajas de Ahorro. Por ello se recurrirá a las fusiones, que es la forma más eficiente de tapar la insolvencia y mala gestión. Y se intentará tapar que hay entidades con problemas de solvencia y no sólo de liquidez. Ni parece que se vaya a obligar a ninguna a que actualice su balance y valore sus activos inmobiliarios por su valor real y no por su valor contable.
Aquí se dice que hay que ayudar al sistema financiero como en todo el mundo. Y estoy de acuerdo, pero quisiera que se le ayudara como se hace en todo el mundo, no como se hace aquí. Y el gobierno, el PSOE y todos sus corifeos se empeñan en hacer creer a una opinión pública totalmente manipulada y mediatizada que la única manera de ayudar es la que diga Zapatero. El resto del mundo hace lo contrario, pero ya se sabe que son unos infieles que no practican la religión zapaterista; ni creen en sus dogmas de fe; ni adoran a su deidad única; y hasta siquiera aplauden a sus vestales Pajín y De la Vega.
Y el PP, a ayudarles. Pobres. Y pobre de todos nosotros padeciendo este gobierno y sin oposición.
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