Os he visto lamentaros del resultado electoral, culpando a la mala cabeza de los españoles por el espectacular aumento de poder de la izquierda y la previsible marcha atrás en la economía que ello conllevará, por lo que quisiera haceros unas puntualizaciones.
Por lo tanto, no es mala cabeza de los españoles como algunos os lamentáis, es mala cabeza de Rajoy y entorno. No pueden argumentar que no se les avisó, pero han preferido oír a Arrriola y culpabilizar a quienes se aferran a sus principios por encima de la economía. Muchos hemos intentado convencer a muchos de que no todo es la economía. No se nos ha hecho caso. Ahí el resultado.
Los culpables están en la cúpula de este PP que ha abandonado sus principios y valores tradicionales y se ha negado a hacer más política que la económica. Pues, hablando de economía, ahora lo pagaremos todos.
La esperanza que suponía Esperanza ha sido anulada por la obsesión de Rajoy de mantener el poder en el PP, aún a costa de perderlo en España. Nadie en la historia reciente de España había obtenido semejante cota de poder y nadie lo había desperdiciado en tan poco tiempo. Es normal que quienes se lo otorgaron para que lo ejerciera, se lo retiren al ver que se ha negado a hacerlo.
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