Esas manifestaciones que dicen que parten de un movimiento ciudadano y que no quieren banderas -no vaya a ser que alguien lleve la de España- tienen un claro objetivo político. Y no sólo eso, tienen un claro apadrinamiento y financiación. Pero de forma vergonzante se esconden.
El diálogo siempre es necesario, pero nunca con el delincuente, nunca con el golpista; al menos no antes de que deponga su actitud y frene su persistencia en el delito. Esos que piden diálogo deberían explicar con quién y para qué. Pedirlo sin más es muy bonito, pero una solemne memez presta a la manipulación.
Ese movimiento ciudadano que se expresa en catalán más parece que busque dar tiempo al proceso. Sobre todo porque buena parte de quienes lo apoyan son precisamente quienes no quieren que se aplique la ley ni la Constitución. Y buena parte de ellos son los que pedían el referéndum ilegal.
Esas convocatorias cuestan dinero; me gustaría saber de dónde sale, aunque lo supongo. Huele mucho a Roures y a sus obedientes "súbditos".
Otras manifestaciones, como la de hoy en apoyo a España, no esconden a sus patrocinadores. Y sí llevan la bandera de lo que se quiere defender: la unidad de España. ¿Qué defienden los de esa bandera blanca que más suena a la que enarboló Philippe Pétain ante los nazis para luego instaurar el régimen de Vichy?
La Historia conviene leerla antes de lanzarse tras iluminado alguno.